Los efectos secundarios de las nuevas restricciones en Valdepeñas

Valdepeñas

La localidad ciudadrealeña de Valdepeñas está a punto de cumplir la primera semana con las medidas especiales de nivel 3, así como el confinamiento perimetral de todos los municipios de la provincia de Ciudad Real. No obstante, a pesar del cierre de diferentes sectores de la economía, los que pueden continuar abiertos sufren los efectos secundarios de estas medidas.

En este sentido, Valdepeñas actúa como capital de comarca, por lo que dependen, en gran medida, de los habitantes del resto de la comarca. Todo ello, porque muchos de los clientes del pequeño comercio llegan desde fuera de la ciudad del vino. Una circunstancia que, con ese cierre perimetral de todos los municipios de Ciudad Real, no se produce.

Con ello, las calles comerciales de este municipio, de poco más de 30.000 habitantes, se han vaciado. Un hecho que se ha trasladado al ritmo de ventas del pequeño comercio que, además, se encuentra en pleno periodo de rebajas. Una disminución de ventas que ha experimentado desde el sector de la moda, pasando por los supermercados y siguiendo por el sector de la automoción.

Unos efectos secundarios de ese cierre perimetral por localidades que, en el caso de la automoción, han visto reducidas sus ventas hasta en un 70 % en lo que va del mes de enero. Es el caso del establecimiento de venta de vehículos de ocasión y segunda mano, Autos Carabaño, en donde ya sienten los efectos de la incertidumbre y de la imposibilidad de viajar entre localidades.

En esta línea, su gerente, Ignacio Carabaño, ha subrayado que "las ventas en enero suelen bajar un 10 %, pero este mes está siendo muy malo". Una circunstancia que, en buena medida, se debe a esas nuevas y severas restricciones que producen una gran incertidumbre en el consumidor.

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AUDIO | Escucha la situación en uno de los establecimientos del sector del automóvil de Valdepeñas

También, Carabaño lamenta que, desde que estalló la pandemia, se ha reducido el presupuesto de los diferentes clientes que adquieren un vehículo de ocasión o de segunda mano. De este modo, el presupuesto medio, ahora, es de unos 3.000-4.000 euros. No obstante, confirma que "los únicos que, ahora, pueden acceder a vehículos de un mayor presupuesto son los funcionarios, puesto que saben que tienen el trabajo garantizado".

Por último, el gerente de este concesionario de coches ha recordado el flaco favor que realizó el gobierno central al anunciar el fin de los vehículos diésel. Unas palabras que, en su opinión, provocaron un gran daño al sector "aunque, en los vehículos de ocasión, se siguen imponiendo los turismos diésel".