"¿Que cuándo vamos a volver a abrir? No sé si podremos hacerlo siquiera"
Los empresarios y trabajadores de Madrid sufren el impacto de la pandemia en la economía de la capital
Madrid
A José Fernando ya no le quedan ganas para enfrentarse cada mañana a las cuentas de su empresa, una compañía familiar dedicada a la venta de souvenirs. "Muchos trabajadores me preguntan: Jefe, ¿Cuándo volveremos a abrir?", dice. La respuesta tarda en llegar. El empresario suspira, espera; y, tras varios segundos de pausa, se auto responde: "No sé si podremos volver a hacerlo siquiera".
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La pandemia ha provocado que el número de turistas en Madrid se haya derrumbado estrepitosamente, según datos del Ayuntamiento. El número de viajeros y de pernoctaciones ha caído en un 82 % respecto a 2019, algo que a empresarios como José Fernando ha afectado enormemente. "Hemos reconvertido el negocio, pero seguimos teniendo gastos, estamos obligados a seguir pagando seguros y no conseguimos cubrir ese agujero. Apenas facturamos un 5 % de lo que normalmente hacíamos. Es un desastre", asegura.
A pesar de llevar 22 años en funcionamiento, la empresa, que sostiene a cerca de doscientas familias, difícilmente saldrá adelante, según cuenta José Fernando. "Parece que es incómodo decir que dependemos del turismo, pero es la realidad y se ve. No hay turistas en Madrid, en España, y eso lo estamos notando. Faltan más ayudas. A nosotros no nos importa abrir para cubrir gastos, pero ¿abrir para perder dinero? nadie te prepara para eso", asegura.
La situación de este empresario es un modelo que se repite en distintos sectores de la capital. La falta de turismo y la merma de la actividad económica en Madrid han provocado que el sector del taxi haya perdido hasta un 75 % de la facturación, según Julio Sanz, presidente de la Federación Profesional del Taxi de Madrid (FPTM). "No hay turismo, no hay congresos, no hay ocio... en definitiva, la situación es crítica. Podemos hablar de que cinco de cada diez taxistas trabajan más de 12 horas al día para conseguir aún menos ingresos que antes", asegura.
Abrir la puerta del taxi al inicio de la jornada cuesta 83 euros a cada conductor, según datos de la FPTM, como le sucede Maribel, que califica la situación de insostenible. "Es desesperante. Normalmente, tardo entre dos y tres horas hasta que recibo un cliente, pero hay días que tengo que apagar la lucecita y volverme a casa de vacío", dice.
Para esta conductora -como para muchos de sus compañeros-, la única solución pasa por "probar suerte" en algunos puntos clave de la ciudad, como el aeropuerto. Sin embargo, tampoco resulta fácil. El número de viajeros que ha recibido el Adolfo Suárez ha caído en un 96 % desde el inicio de la pandemia, según datos del Consistorio, lo que provoca que los taxistas lleguen a esperar más de cinco horas para que llegue un cliente. Cinco horas que se pagan a veinte o treinta euros, en función del destino.
"Muchos compañeros han tenido que dejar sus licencias porque no pueden mantenerlas. ¿Cómo vamos a dar de comer a nuestros hijos? Intentamos hacerlo lo mejor que podemos, pero entre la elevada competencia y la pandemia, nos han fastidiado la vida. No podemos seguir así", dice Maribel.
La precaria situación del sector llevó a los taxistas de la capital a salir a las calles para reclamar ayudas directas a finales de noviembre, algo que también reclaman sectores como las agencias de viajes, especialmente afectadas por la pandemia.
Jorge se encarga de organizar viajes, conferencias y eventos en el extranjero para compañías de la región. Sin embargo, desde la declaración del Estado de Alarma, el pasado 14 de marzo, no ha vuelto a recibir ni una sola llamada. "Cuando llegó el confinamiento se paralizó el sector. Al principio pensamos que sería solo por unas semanas, pero luego la realidad nos dio un duro golpe: todos los clientes llamaron para cancelar los viajes programados en verano, y hubo que devolver el importe de vuelos, hoteles y congresos. Desde entonces y hasta ahora mis ingresos han sido los mismos: cero", se lamenta.
La falta de clientes ha supuesto que se plantee el cierre de su agencia de viajes, a pesar de ser autónomo y no tener trabajadores a su cargo. "Es cierto que recibo ayudas, pero todas se me van en seguros y contratos fijos, así como en la cuota. Al final de mes me suelen quedar alrededor de doscientos euros. Yo tengo suerte, porque tengo ahorros y no tengo empleados, pero lamentablemente muchos compañeros que conozco han tenido que echar el cierre. Es imposible mantener una empresa cuando llevas diez meses sin ingresar nada", asegura.
El impacto que ha tenido la pandemia sobre la economía se ha notado incluso en el número de coches vendidos en los últimos meses, a pesar de que las empresas especializadas vivieran un repunte tras el confinamiento.
Faconauto, la patronal de concesionarios oficiales, registró un incremento de las matriculaciones tras los meses de encierro. Sin embargo, las cifras en la Comunidad de Madrid distan mucho de la recuperación. El número de matrículas de turismos expedidas en 2020 ha decrecido en hasta un 32 %, según datos de la patronal; algo que también se ha notado en la capital, donde se registra un 22 % menos, según el Ayuntamiento.
Fernando Rodríguez, director de Ocasión Plus, empresa dedicada a la compraventa de coches de segunda mano, reconoce que este fenómeno ha supuesto que la facturación en este ejercicio haya decrecido en 25 puntos. "Hemos notado un descenso de las compras, especialmente en las zonas confinadas. En aquellas ciudades donde los encierros han sido más frecuentes, han caído las ventas en más de la mitad", asegura.
A pesar de las expectativas de recuperación económica para 2021, que el Fondo Monetario Internacional ha rectificado en el caso de España, los empresarios y trabajadores sufren las consecuencias que la pandemia ha provocado en la economía de la capital, y que se salda con un balance claro para sus protagonistas: serán necesarios años para recuperar la normalidad, aunque no todos disponen de ese tiempo.
Agustín Rodríguez-Sahagún
Graduado en Derecho por la Universidad Pontificia de Comillas. Máster de Periodismo UAM-El País. Redactor...