La ARMH solicitará excavar la fosa de Villadangos: "El hecho de intentar buscarlos ya supone una reparación"

León

La Asociación Para la Recuperación de la Memoria Histórica va a solicitar al Ayuntamiento de Villadangos los permisos necesarios para llevar a cabo en el cementerio de esa localidad una excavación en busca de la fosa común en la que se sospecha que fueron enterrados los cuerpos de varios asesinados por los franquistas. Los represaliados procedían de distintos puntos de la provincia (Alija del Infantado, Manislla de las Mulas, Valencia de Don Juan, Vegas del Condado, León, Navianos, Sahagún, Benavides, Valderas, Folgoso de la Ribera, Villamarco, San Cristobal de la Polantera, San Martín de Agostedo, Valdevimbre, Celadilla, Oncina, Villadangos, La Vecilla, Fuentes de Peñacorada, Villasabariego y Ardón) y han sido sus familiares los que han llevado a cabo el trabajo previo recopilando la información. Asumen que va a ser muy difícil encontrar los restos porque se han llevado a cabo varias intervenciones en el cementerio y solo cuentan con algunos testimonios de personas de la zona para poder acotar el lugar en el que buscar. Sin embargo creen que solo el hecho de llevar a cabo esta búsqueda, servirá para devolver parte de la dignidad a las víctimas.

Susana Toral es la nieta del maestro de Villaornate asesinado en Villadangos. Natural de Valderas,  fue detenido cuando daba clase. Su mujer, embarazada de ocho meses, no le volvió a ver. Y su hijo, el padre Susana, nunca llegó a conocerlo. De hecho, según explica su nieta, en casa ni siquiera se contaba su historia. Ella creía que había muerto en la guerra, pero no asesinado. "Sabía que era maestro y que murió en la guerra, pero nada más. Daba pr hecho que habia muerto en el frente".  Fue tras la muerte de su padre, en 2003, cuando Susana recibió una carperta con información que este guardaba y descubrió parte de la verdad. Entonces, se puso a investigar para tratar de recuperar la historia de su abuelo. Un proceso que no fue facil. "En determinados sectores, me encontré con reticencias a hablar del tema", reconoce. Finalmente, consiguió rastrear a su abuelo hasta las tapias del cementerio de Villadangos, donde fue fusilado previo paso por San Marcos. Ahora, espera que el viaje culmine con la exhumación de sus restos. Pero si no aparecen, Susana cree que solo el hecho de haber emprendido la búsqueda sirve para devolver la dignidad a estos represaliados y poner fin a la condena al olvido que pesaba sobre ellos.