San Marcos se reconcilia con su pasado: "Que no se repita nunca"
El Parador homenajea a los miles de represaliados entre sus muros en un acto protagonizado por el único superviviente, Josep Sala, de 101 años
León
Era una deuda pendiente que el Parador de San Marcos tenía con su pasado. Reconciliarse con una de sus etapas más oscuras, aquella en la que acogió uno de los campos de concentración más duros del franquismo. Un episodios que solía silenciarse para no empañar la imagen del ahora hotel de lujo. La presión de la ARMH ha consegurio que por fin se haga justicia. El Parador ha acogido un acto de homenaje a los miles de represaliados que sufrieron entre sus muros y que han estado representados por el único superviviente de aquel horror. Josep Sala, a sus 101 años, ha regresado a ese lugar para pedir a nuestros gobernantes prudencia y concordia en un momento de especial polarización política y social.
El acto ha contado con la intervención del ex presidente Zapatero, impulsor de la Ley de Memoria Histórica pero también descendiente de un represaliado. El capitán Lozano, que pasó por San Marcos antes de ser fusilado y cuyo testamento político ha leído visiblemente emocionado. Un texto en el que perdonaba a sus verdugos y pedía a su viuda y a sus hijos que hicieran lo mismo. "Y lo hicimos. Perdonamos", ha reconocido el ex presidente que ha desvelado que estas palabras de sus abuelo, que su padre le leyó en su adolescencia, le marcó considerablemente.
Zapatero también ha destacado la importancia de la memoria como valor indispensable sobre el que construir la democracia. En ese sentido, se ha felicitad porque las nuevas generaciones ya no sufren esa losa del olvido que tanto pesaba en las décadas posteriores al franquismo. "Cada vez preguntan más ¿qué pasó?, quieren saber"
En el acto también han participado el poeta Antonio Gamoneda o la periodista leonesa Olga Rodríguez. El primero, ha evocado como desde el balcón de su casa junto al río veía las cuerdas del presos camino de San Marcos. Era tan solo un chaval pero reconoce que ya era consciente de que nunca pasaban de vuelta. "El frío de las barras de ese balcón es algo que me ha acompañado siempre", ha dicho el poeta.
Olga Rodríguez, por su parte, ha recordado a su bisabuelo y a todos los que como él siguen esperando en fosas y cunetas a que alguien les devuelva la diganidad. Una herida, ha dicho, la de la represión que va más allá de las víctimas y que recorre generaciones enteras. "Yo nací en 1975, ya en democracia, pero siempre sentí que mi familia era rara. Cuando contaba a mis amigas en el colegio que San Marcos fue un campo de concentración. me tomaban por loca", ha relatado.
Pablo F. Bodega
Redactor de Radio León