El buque oceanográfico Ángeles Alvariño suspenderá la búsqueda de Anna de 14 meses y su padre, Tomás Gimeno, a las siete de esta tarde, según han adelantado fuentes cercanas al caso a la SER. El buque que se encuentra en la zona en donde se encontró el cuerpo de Olivia, la menor de seis años, tenía previsto prolongar sus labores hasta el jueves pero ante la ausencia de indicios partirá desde el punto en el que se encuentra, a tres millas de la costa de Santa Cruz de Tenerife, hasta Cádiz. La directora general de la Guardia Civil, María Gámez, había mostrado su confianza en que las labores de rastreo diesen más frutos: «Mantenemos el ánimo y la ilusión de poder encontrar el resto de los indicios que nos permitan dar por cerrado un capítulo que es tremendamente doloroso y que nos tiene a todos compungidos al ver hasta qué extremo puede llegar la violencia vicaria». Gracias al buque del Instituto Español de Oceanografía se localizó el momento el cadáver de la niña mayor. Preguntada por lo que se hará tras la marcha del Ángeles Alvariño de Tenerife si no se encuentra a Anna y a Tomás Gimeno, ha respondido que «la Guardia Civil no termina ni da por cerrado ningún caso hasta que no se tienen todas las pruebas concluyentes». En este caso, los agentes estarán «en manos» del juez de violencia de género que lleva el caso, que será quien determine «hasta donde llegar» con la investigación, ha explicado la directora general de la Guardia Civil. Desde la tarde-noche del martes el barco trabaja frente a la costa de Añaza. Desde la localización de los restos de Olivia, el buque estaba realizando los rastreos en una zona más próxima a la Marina Deportiva, según fuentes cercanas a la investigación, con el objetivo de tratar de encontrar el cuerpo de Anna, pero el cambio de rumbo más hacia el sur podría responder a que ahora la prioridad es localizar los restos de Tomás Gimeno, pues los investigadores consideran que su hallazgo podría ser más factible.