'Anboto' admite que intentó asesinar a Juan Carlos I y es condenada a 15 años de prisión
Anboto ha vuelto a sentarse este martes en el banquillo de los acusados para ser juzgada por ordenar presuntamente el asesinato del rey emérito con motivo de su asistencia a la inauguración del Museo Guggenheim de Bilbao en octubre de 1997.
Soledad Iparragirre, Anboto reconcoe que intentó asesinar al rey emérito
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Bilbao
La histórica exdirigente de ETA Soledad Iparaguirre, alias Anboto, ha admitido los hechos en el juicio por intentar matar a Juan Carlos I y ha sido condenada en conformidad a 15 años de cárcel por delito contra la Corona y depósito de armas de guerra.
Anboto ha vuelto a sentarse este martes en el banquillo de los acusados para ser juzgada por ordenar presuntamente el asesinato del rey emérito con motivo de su asistencia a la inauguración del Museo Guggenheim de Bilbao en octubre de 1997., El juicio contra la exjefa de ETA iba a celebrarse en marzo, pero el tribunal acabó aplazándolo al presentar la defensa una petición de práctica de nuevas pruebas.
Este ha sido el octavo juicio de Anboto desde que fue entregada el 4 de septiembre de 2019 por las autoridades galas, tras cumplir allí condena, para responder por doce causas. Desde entonces, acumula cinco condenas y más de 250 años de prisión.
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En este procedimiento la Fiscalía pedía 27 años de cárcel para ella en su escrito de conclusiones provisionales, en el que sostiene que entre 1993 y 1997 asumió la dirección y coordinación de los comandos de legales de ETA, es decir los integrados por personas no identificadas policialmente.
Añade que en 1996 se conformó el comando Katu, integrado por los ya condenados Eneko Gogeaskoetxea Arronategui y Kepa Arronategi Azurmendi, a quienes la acusada ordenó que mataran al rey en la inauguración del Museo Guggenheim, prevista para el 18 de octubre de 1997.
Les indicó que llevaran a cabo la acción siempre que no implicara riesgo a personas ajenas al aparato del Estado, en cuyo caso se deberían limitar a atacar el museo para destruirlo con el lanzamiento de granadas, prosigue el escrito.
La Fiscalía ha mantenido que en septiembre de ese año la acusada proporcionó a los integrantes del comando doce granadas que por sus características habrían destruido el museo y matado a cuantas personas se encontraran en su interior o en los aledaños.
El 13 de octubre de 1997 los terroristas cargaron las granadas ocultas en unas jardineras en una furgoneta a la que sustituyeron sus placas de matrícula y se dirigieron hasta las inmediaciones del museo.
En torno a las cuatro de la tarde, una vez en dicho lugar y tras descargar una de las jardineras, fueron sorprendidos por dos ertzainas, por lo que huyeron, aunque antes dispararon a un agente y le causaron la muerte.