"A veces el efecto es tan minúsculo que no se percibe, pero ese daño cerebral no les permite organizar las decisiones de sus comportamientos"

El síndrome alcohólico fetal es un gran desconocido, un trastorno ocasionado por la exposición al alcohol durante la gestión del bebé: "Vemos en nuestros hijos que hay algo que no sabemos qué es y que no funciona, no es solo producto de que hayan sido adoptivos —la mayoría de casos, dice, se da en personas adoptadas—, sino que hay algo más que no responde a ningún tratamiento", explica Rosa Caballero, presidenta de ASAFE.

A pesar de no verse a simple vista, el síndrome afecta a la parte del cerebro que regula las funciones ejecutivas y produce en la personas afectadas la incapacidad de organizar las decisiones de sus comportamientos: "Los principales problemas surgen en las relaciones sociales, las decisiones que toman y los riesgos que no ven", enumera Caballero.

Uno de los ejes principales de ASAFE es trabajar precisamente con las familias que necesitan comprender el origen del problema, información y saber cómo afrontar las soluciones. El sábado 18 de febrero, en el Salón de Actos de Bolunta, en Bilbao, se han abordado contenidos prácticos basados en la resolución de conflictos, el autocuidado de las personas que lo sufren y la gestión emocional. Según Rosa Caballero, lo importante es "trabajar con las familias las situaciones de mayor conflicto, para que tengan herramientas y saber cómo abordarlas". Están previstas más sesiones a lo largo del año, a cargo tanto de ASAFE como de profesionales del Hogar Lotura de la Fundación Amigó.