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Un día mágico: el Athletic de hace 40 años se proclamó campeón de Liga el 1 de mayo

El equipo entrenado por Javier Clemente ganó en Las Palmas y logró el título después de casi tres décadas

Bilbao

Año: 1983. Mes: mayo. Día: 1. Hora: 19:20. Lugar: Las Palmas de Gran Canaria. Un estallido en rojo y blanco desató una euforia desmedida a más de 2000 kilómetros de distancia. La réplica provocó que Bilbao y Bizkaia temblaran de emoción y de alegría cuando un árbitro, Joaquín Ramos Marco, pitó el final del partido. Las Palmas 1 – Athletic 5. En el banquillo rojiblanco algunos intentaban transmitir algo de calma, más por precaución que por otra cosa. Y es que el Athletic había hecho los deberes, pero no era suficiente. Además de ganar, había que esperar que el Valencia, que se jugaba la vida, ganara a un Real Madrid que tenía serias opciones para ganar el título de Liga. En el Luis Casanova el partido había finalizado, pero esas llamadas rojiblancas a la calma eran producto, más que otra cosa, de no creérselo del todo. Si. Los valencianos, entrenados por el bizkaino Koldo Agirre, habían vencido al Real Madrid. El Athletic era campeón.

Sarabia no pudo contener la emoción y comenzó a llorar. Patxi Salinas se abrazaba en el centro del campo con su hermano Julio. De Andrés, Urtubi, Urkiaga y Zubizarreta formaban una piña en el círculo central. Y mientras el banquillo se desataba, Javier Clemente mantenía la calma. Quizás fue el único que mantuvo la compostura en aquel momento de alegría desmedida. "El rubio”, ante la insistencia de los periodistas de radio, insistía: “se lo dedico a la afición y a los jugadores”.

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27 años después

Habían pasado casi tres décadas desde el último título de Liga logrado por los leones. Aquel equipo de Carmelo, Orue, Garai, Canito, Mauri, Maguregi o Piru Gainza ostentaba el honor de haber alzado el título de campeones en 1956. Desde entonces, la nada. Bilbao y Bizkaia estaban necesitados de alegrías. La llegada de los extranjeros en un primer momento, y de los oriundos después, había dejado al Athletic con escasas opciones de pelear con los grandes del Campeonato.

A pesar de los años de sequía, el club continuaba firme con sus ideas de mantener su particular filosofía. A comienzos de los 80, con una Real Sociedad que apostaba también sin fisuras por la cantera, los rojiblancos se percataron de que era posible volver a pelear por la Liga. ¿Por qué no? Si lo había hecho la Real, el Athletic también podía. Es más, la temporada en la que los donostiarras consiguen su segundo título consecutivo, Javier Clemente, que se estrenaba como entrenador del primer equipo, clasificó al Athletic en cuarta posición.

Media Liga fue de Koldo Agirre

Así, llega la temporada 82-83. Los rojiblancos arrancaron la temporada con un empate en el Sadar y una victoria en la vieja Catedral frente al Valencia. En la tercera jornada, primera derrota: en el Pizjuán. Con resultados muy ajustados, el equipo fue sumando puntos. Hasta que el Atlético de Madrid visitó San Mamés. Los locales se impusieron por un contundente 4-1. Y ahí se empezó a soñar.

La competición estuvo tan ajustada que Athletic y Real Madrid se plantaron en el último partido de la temporada con opciones de título. El conjunto blanco estaba entrenado por Alfredo di Stéfano, y contaba entre sus filas con Juanito, Camacho, Santillana o García Remón. Llegaban a Valencia dependiendo de sí mismos. Les bastaba tan solo un empate, un punto, pero no contaban con que en el banquillo levantino estaba Koldo Agirre, exjugador del Athletic y primer entrenador en llevar a los leones a una final europea.

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El partido no pudo empezar peor

Por su parte, el Athletic necesitaba ganar en el Insular de las Palmas y esperar que el Madrid cayera en el Luís Casanova. En el minuto 3, el rojiblanco Miguel de Andrés marcó el primer gol del choque. Eso, sí, lo hizo en propia puerta, en la de Andoni Zubizarreta. Pero el equipo no se vino abajo. Todo lo contrario. Le pegó un baño sonrojante a una Unión Deportiva las Palmas que, no solo perdió el partido, sino que esa derrota provocó que perdiera la categoría y descendiera a Segunda división.

Mientras, en Valencia, Koldo Agirre superaba al Madrid con un gol de Miguel Tendillo. Los astros se habían alienado. El Athletic resultó campeón de Liga después de marcar 71 goles en el torneo y de ser el equipo que más partidos ganó tanto en casa como fuera. 1 de mayo de 1983, día del Trabajador. Un día mágico para un Athletic campeón.