Identificados seis nuevos represaliados del franquismo enterrados en Orduña
El director de Gogora, Alberto Alonso, detalla el “trabajo casi detectivesco” que permite poner nombre a las víctimas

Identificados seis nuevos represaliados del franquismo enterrados en Orduña
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El Instituto Gogora ha identificado genéticamente los restos de seis víctimas del franquismo fallecidas en la prisión de Orduña entre 1939 y 1941. Las nuevas identificaciones se suman a las once anteriores, y elevan a 17 el número total de personas identificadas de entre las 93 exhumadas en campañas realizadas en 2022 y 2024 en el cementerio de la localidad bizkaina.
En los próximos días, Gogora entregará a sus familias los restos de José Gómez Narváez, Manuel Vivas Fernández y José Pozo García en diferentes municipios de Badajoz, y los de Antonio Bootello Negrete en la localidad malagueña de Pizarra. En el viaje participarán la consejera de Justicia y Derechos Humanos, María Jesús San José; el director de Gogora, Alberto Alonso; y una técnica de memoria y derechos humanos del Instituto.
Trabajo detectivesco
“Ahora esos restos tienen nombre y apellidos”, ha subrayado Alberto Alonso, quien ha insistido en la importancia del cruce de muestras genéticas con familiares: “Tenemos los nombres de todos los fallecidos gracias a los listados de enterramiento, y tenemos los restos exhumados. El reto es vincularlos. Por eso era tan importante encontrar a las familias”.
Sin embargo, en muchos casos, ese trabajo ha requerido una labor minuciosa: “Es un trabajo casi detectivesco. Estamos buscando a herederos de personas fallecidas hace más de 80 años, con familias que se han dispersado por toda España o incluso por otros países como Francia o Alemania”, ha explicado Alonso, que ha recordado que más de la mitad de los 225 fallecidos en Orduña eran extremeños.
Entrega a familiares
Gogora ha podido notificar la identificación a las seis familias. Cuatro de ellas han solicitado una entrega íntima, que se realizará durante el viaje. En uno de los casos restantes, los restos se trasladarán próximamente al columbario memorial de Orduña, donde descansarán por deseo de los descendientes. En el sexto, los restos viajarán próximamente a Francia tras finalizar los trámites necesarios según ha informado el director.
“Es una bomba emocional. Es muy difícil no terminar con un nudo en el estómago cuando hablas con estas familias. A veces hay lágrimas, muchas veces hay silencio", ha explicado Alonso quien además ha destacado la dimensión humana de este trabajo. "Estas personas fueron detenidas, pero también fueron separados de sus mujeres, sus hijas y sus madres. Ellas se quedaron allí y eso las condicionó. Fueron señaladas en aquella España de la victoria en la que solo había sitio para los que habían ganado la guerra. Las amargaron durante décadas, es durísimo escuchar sus testimonios", ha añadido.
Alonso ha insistidito además en que la memoria no se queda en el pasado: “El dolor también se hereda. Lo ves en los nietos, que recuerdan el silencio de sus padres”.


Ampliar las identificaciones
Más información
El objetivo de Gogora es seguir ampliando el número de identificaciones, en colaboración con la Secretaría de Estado de Memoria Democrática y con instituciones como las Diputaciones de Cáceres y Badajoz. “Nuestro deseo es llegar a identificar a las 93 personas exhumadas. Y si no se puede, acercarnos lo máximo posible”, ha afirmado Alonso.
Ley de Memoria Histórica
Además del trabajo técnico de identificación, Alberto Alonso ha puesto en valor el papel de las políticas públicas de memoria. “Este viaje a Extremadura también es un acto de reivindicación. Su gobierno ya ha registrado la derogación de la Ley de Memoria Histórica. Demostramos así que cuando una administración se toma en serio las leyes de memoria democrática, funciona y da respuesta a una demanda social. Hay familias que llevan 80 años esperando”, ha concluido.