Caduca la lista de espera de las viviendas sociales de Plasencia y los últimos adjudicatarios siguen con numerosos problemas
"María" nos cuenta 5 meses después la situación de las viviendas sociales de Plasencia
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Plasencia
En el mes de mayo la Cadena SER Norte de Extremadura denunciaba el estado en el que habían sido entregadas las viviendas sociales en Plasencia. Una denuncia que movilizaba a la administración local y regional, cinco meses después la situación ha sido de "un lavado de cara" según nos destacaba una de las adjudicatarias, que además va a tener que abandonar la vivienda por seguridad, sin que se haya autorizado un cambio de domicilio.
Pero es que además, la lista de espera para esas viviendas sociales "ha caducado" y tiene que volver a empezar el proceso según han destacado esta mañana en la puerta del Ayuntamiento de Plasencia varios de los afectados. La sensación es de indignación por parte de estas familias que en muchos casos llevan "años" esperando en una lista para que queden viviendas sociales vacías y poder ocuparlas. Algo que nunca se ha conocido el que "una lista caduque" cuando en casos anteriores alguno de los usuarios ha estado "hasta 9 años en la lista".
Ante la posibilidad de una nueva lista de espera, el temor no es sólo el iniciar de nuevo todo el proceso administrativo por el que se llega a entrar en dicha lista con informes de trabajadores sociales, presentación de documentación... sino también el temor a perder "el puesto" pues tras años de espera, aunque "poco" se ha ido avanzando en dicha lista, pero ante la posibilidad de nueva lista, que se incluyan personas que puedan llegar a "adelantar" a los usuarios que en ella se encuentran.
Además, el conocimiento por parte de los usuarios de que algunos de los pisos que se adjudicaron el pasado mes de abril van a quedar sin sus inquilinos, en total, según los inquilinos, 4 de los 10 entregados. Unas viviendas que seguramente se tapien para evitar ocupaciones ilegales y queden a la espera de la nueva lista.
María, nombre ficticio, nos contaba su caso, no sólo el que ha tenido que renunciar a la vivienda social por seguridad, sino también el estado en el que se encuentran los inmuebles, a los que se ha hecho un lavado de cara, pero siguen presentando muchas deficiencias.
