"Si te has subido al coche, sabías lo que iba a ocurrir": un hombre se libra de la cárcel tras reconocer que agredió sexualmente a una mujer en una finca de Mula

Murcia

Un hombre de Murcia no irá a prisión a pesar de haber admitido que agredió sexualmente, amenazó y golpeó a una trabajadora a su cargo en una finca agrícola de la localidad de Mula. Todo ello tras el acuerdo de conformidad alcanzado con la Fiscalía, la víctima y la defensa del acusado en el proceso seguido por la Audiencia Provincial de Murcia.

Él se llama Celso y ella Covadonga. Él era el jefe de una explotación agrícola en el municipio de Mula y ella una de las empleadas, llegada desde Paraguay, para ganarse la vida en el campo de la Región de Murcia contratada por una ETT (empresa de trabajo temporal) en la recolección del albaricoque. Él la recogió en una furgoneta y a ella le extrañó que la llevara a una finca donde no había nadie.

El capataz la golpeó y le ordenó: "Cállate, si no quieres problemas conmigo, haz lo que yo te pida”. Según relata esa sentencia, "el procesado le agarró fuertemente de los brazos, le propinó un empujón y la introdujo en la parte trasera de la furgoneta". Para evitar que ella se zafara, el acusado la golpeó en la cara y la agarró del pelo, "quitándole la ropa y penetrándola vaginalmente". Por si eso fuera poco, también la obligó a realizarle una felación. "No digas nada, nadie te va a creer", le dijo este individuo, al tiempo que la amenazaba con despedirla a ella y a sus "paisanos" de origen paraguayo.

Eso ocurrió el el 14 de mayo de 2019 en la finca 'Los Chatos de Yéchar', en Mula. Cuando todo acabó, lo que Celso lo que dijo a Covadoga fue: "eres una puta, si has quedado conmigo y te has subido al coche ya sabías lo que iba a ocurrir".

Acuerdo de conformidad entre las partes

A pesar de las amenazas, la mujer denunció los abusos sufridos, y el hombre llegó a pasar seis meses en prisión en 2019. Sin embargo, a pesar de haber reconocido que agredió sexualmente, golpeó y amenazó a su trabajadora, quedará en libertad. Todo debido al acuerdo de conformidad entre las partes, según se explica en la sentencia. Es decir, que Celso reconoció el delito y las penas que tanto la Fiscalía como la acusación particular pidieron; como también ha ocurrido en el caso de la violación de dos policías a una mujer en Estepona. Un proceso que dejó “alucinada” a la portavoz adjunta de Juezas y Jueces para la Democracia, Isabel Tobeña, que explica que aunque a veces sea “incomprensible”, estos acuerdos suceden. Aunque también afirma que la Fiscalía no solo puede, sino que “tiene el deber” de seguir con dicho proceso en estos casos, como recoge el propio Código Penal.

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La fiscal había solicitado solicitó para el acusado la pena "de dos años de prisión, accesoria, y prohibición de aproximarse a su víctima a menos de 500 metros de su domicilio, lugar de trabajo o cualquiera otro que ella frecuente, y de comunicarse con la misma en cualquier forma y medio de comunicación, informático, telemático, contacto escrito, verbal o visual por tiempo de siete años; y, por último, la medida libertad vigilada por plazo de cinco años consistente en las citadas prohibiciones de aproximación y comunicación".

Cuando la acusación particular "se adhirió íntegramente a la calificación fiscal y precisó haber recibido con anterioridad al juicio la totalidad de la responsabilidad civil que reclamaba, ascendente a 6.000 euros, y las costas procesales", no se "consideró necesaria la continuación del juicio, por lo que se declaró visto para sentencia por estricta conformidad de las partes". Y así, un delito de violación se salda con unos cuantos miles de euros y un curso de educación sexual.