El espectáculo de la izquierda: capaz de generar las mayores ilusiones y de autodestruirse sin piedad

¿En qué punto está la coalición de izquierdas 'Por Andalucía', que concurre a las elecciones andaluzas del 19 de junio después de que la Junta Electoral excluyera a Podemos por haber llegado tarde a la inscripción? Esta es la pregunta a esta hora, mientras el reloj corre hacia la fecha señalada para los comicios. Podemos e Izquierda Unida dedicaron el día de ayer a cruzarse acusaciones sobre el incumplimiento el pacto. Podemos dice que Izquierda Unida lo incumple, Izquierda Unida dice que no es así, pero que hay que repasar ciertos aspectos tras la confirmación de que la formación morada se queda fuera. Ciertos aspectos son la asignación de puestos y el reparto de los recursos.

Y a todo esto, también ayer, Yolanda Díaz que se había implicado directamente, a última hora, en la negociación, puso distancia porque dice que no le gusta cómo se han hecho las cosas. Es posible que las discrepancias de última hora no tengan más recorrido, o si, ya veremos, pero lo cierto es que la coalición nace seriamente dañada. Primero por la dificultad para el acuerdo, luego por la torpeza de Podemos en la inscripción y a última hora por un cruce de acusaciones que ponen en evidencia la desconfianza entre ellos. Nada nuevo, por otra parte, en este lado del espectro político, capaz de generar las mayores ilusiones, capaz también de autodestruirse sin piedad.

Lo cierto es que a este espacio le quedan pocas oportunidades, aunque la legislatura de Pedro Sánchez agote todos sus días. Pablo Iglesias, que ayer aquí, en el 'Ágora de Hora 25', criticaba los dedazos, fue el que con su dedo señaló a Yolanda Díaz que, por su parte, lleva tiempo hablando de ese espacio que ella pretende encabezar, pero que no acaba de visualizarse, y si lo de Andalucía era un ensayo, de momento, parece un ensayo fallido.

¿Y mientras tanto? Pues mientras tanto, la derecha y la ultraderecha viendo cómo la izquierda vuelve a los patrones de siempre, y ellos, con los patrones de siempre, los comisionistas, los chanchulleros o la corrupción, van escalando puestos en las encuestas. Y como al PP, ni el pudor ni la vergüenza le impiden gobernar con la ultraderecha, pues están todos observando detenidamente el espectáculo de la izquierda con una sonrisa en los labios.