Arroz con cosas fue una de las canciones que más cantamos en 2019. Con ella, muchos conocimos a Camellos, una banda madrileña que en realidad ya tenía otro disco anterior. Ahora presentan Manual de estilo (Limbo Starr, 2022) y dicen que con este tercer trabajo asientan las bases del camellismo: «Intentamos hacer una especie de grandilocuencia fake, una especie de jugar todo el rato en el camino entre medias de la broma y de lo serio, y este es el disco en el que lo conseguimos más», explica Fernando Naval, cantante y guitarrista del grupo. Su compañero Frankie Ríos, está de acuerdo con esa afirmación: «Somos gente relativamente seria, lo que pasa es que soltamos chorradas como metralletas de forma constante y, cuando estamos escribiendo, es inevitable escribir como hablamos. Algunas frases son como la chorrada que se nos podría haber ocurrido hablando de algo serio de cañas», resume. Se nota que son amigos antes que banda y que lo que se respira en sus canciones es su esencia como colegas. Los refranes a medio construir y los aforismos son su especialidad: «los que se pelean se desean y ahora tengo dos cumpleaños» o «lo bueno si breve... no tengo tiempo» son solo dos ejemplos de su nuevo disco, que también está lleno de ironía, con más saña unas veces que otras. «Liberal en lo político, retrasado en lo mental», cantan en Suena bien. No aclaran si estaban pensando en alguien en concreto cuando la escribieron, pero sí que diferencian entre «ser liberal en lo económico y en lo político» y que «si libertad es lo contrapuesto a ser una persona extremadamente conservadora e inflexible, está bien, pero que si significa que todo vale, cueste lo que cueste y pises a quien pises, entonces no». También reconocen que se han disparado en el pie «muchas veces» y que agradecen que su discográfica, Limbo Starr, con la que han publicado sus tres álbumes, respete bastante la integridad de lo que les entregan sin haberles invitado a cambiar nada. Camellos no se reconoce con la etiqueta de canallitas que más de una vez les cuelgan y que a ellos les recuerda más a artistas como Leiva. En la portada de Manual de Estilo aparece un grupo de personas de sobremesa entre alcohol y tabaco. Una imagen podría ser un extracto de un videoclip de C Tangana: «Nos dimos cuenta después de hacer la foto que había ciertos símiles. Nos fastidiaba un poco porque lo suyo ha sido un boom y podríamos haberlo evitado, en el fondo no era intencionado», reconoce Naval, que explica que en realidad lo que querían hacer era «un pequeño homenaje a una foto de Warhol en la que sale completamente serio en una fiesta desmesurada de gente tomando champán y bailando». Esa estética cañí que les acompaña desde los inicios —y que también acompaña a otros grupos como Ladilla Rusa— les sale «de forma natural» pero paradójicamente aseguran que sus referencias musicales no son españolas. Pero si hay alguien a quien admiran algunos miembros del grupo es a Josele Santiago de Los Enemigos, que canta con el grupo en Cambios de humor: «Nuestro manager había sido manager suyo hace muchísimos años y le dije que me gustaría colaborar con él. Le llamó en ese momento y le pusieron nuestras canciones y le fliparon. Es muy majete, está abierto a cualquier tipo de sugerencia, con muchísima autocrítica. Su presencia imponía cierto respeto», recuerda Naval que reconoce que «cuando ves a alguien que has estado escuchando durante 20 años en el coche te provoca cierto choque». En sus temas también se perciben ciertas analogías con Carolina Durante, con quienes compartieron local de ensayo en los inicios. «Yo noto ciertos símiles guitarreros, más en el sonido que en las letras. Ellos son más explícitos», apunta Naval. Camellos tiene un tema en este disco que se titula Adicciones que, inevitablemente, recuerda a la Granja Escuela de los también autores de Cayetano. Ambos grupos forman parte de una generación que ha encadenado una crisis tras otra y que ha dado paso a un renacer de un sonido más punk que se había diluido con el tiempo y que da paso ahora a otras bandas como Biznaga, Menta o Pantocrator. Con Eurovisión en boca de todos estos días, preguntamos al grupo si se imagina participando en un concurso como ese: «Si hubiera una serie de errores catastróficos como el tío este del PP que se equivocó en la votación de la reforma laboral, a lo mejor», bromea Ríos. «Seríamos un pulpo en un garaje, todo lo veríamos rarísimo. Todo nos vendría un poco grande. Nos dirían »ahora hay que hacer fotos de no sé qué« y diríamos, tío, corta el rollo. Si fuera tocar todo el día no habría problema, yo creo que es más toda la morralla que hay alrededor», aclara Naval, que se sentiría «raro» diciendo eso de «escribe mensaje a 1555 con Camellos». «Te daría la risa en directo», le dice su compañero, pero reconoce que no sabe por dónde puede llevarles «la maquinaria del marketing» en un futuro: «Si nos llamaran, colgaríamos. Pensaríamos que nos están vacilando». Donde sí les podremos ver es festivales como Monkey Week (Puerto de Santa María) este viernes por la noche, Tomavistas (Madrid), el 21 de mayo y Canela Party (Torremolinos), el 27 de agosto.