La lluvia hace a Alonso viajar diez años atrás en el tiempo
Pole de Verstappen por delante de Fernando Alonso (2º) y Carlos Sainz (3º) en el Gran Premio de Canadá
En el box de Alpine los viernes no han sido para nada paradigmáticos. Al contrario. De codearse con la cabeza a la cruda realidad de los sábados y los domingos: sufrir por los puntos. Pero este sábado las cosas han cambiado. Con la lluvia haciendo acto de presencia en los libres 3 y anticipando las condiciones en las que se desarrollaría la clasificación, Fernando Alonso viajó al pasado. El espejismo había acabado. Desde aquella fatídica junta del sellado de aceite que le arrebató la lucha por la pole en Australia, Alpine quedó desterrada de la zona noble. Cinco pruebas después, la magia entró en escena en la tormenta de Canadá. Exhibición de las que te hacen viajar diez años atrás, a la última vez en la que el asturiano ocupó la primera línea de salida. Alonso nunca se ha ido. Ni se irá. 'El Plan' son sus manos. Y cómo no vas a creer en quien nunca ha perdido ni la magia ni la fe. Mañana saldrá segundo. Carlos Sainz lo hará justo por detrás. Dos españoles en el top-3. La realidad es más bonita de lo que pensábamos.
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Verstappen, sin rival
Las clasificaciones sobre la lluvia tienen esa mística, esa imprevisibilidad y esa sorpresa irreplicable. Canadá trajo un torrente de sorpresas desde la Q1. No en lo que a sensaciones se refería. Se mantuvieron las de Fernando Alonso y Carlos Sainz, 2º y 3º en las tres sesiones de la 'qualy'. Empezó el crono a descontar con la pista encharcada, aunque los neumáticos de lluvia extrema se encargaron de ir secándola. Las condiciones del Giles Villenueve dejaron por el camino a Gasly y los Aston Martin. El francés, que había sido el segundo más rápido en la última sesión de libres, y Sebastian Vettel, muy competitivo durante todo el fin de semana (tercero en libres 3) sufrieron los neumáticos de lluvia extrema frente a los intermedios con los que coparon el top-3 en la sesión anterior.
Leclerc, desde la cola
Charles Leclerc, que saldrá decimonoveno después de cambiar toda la unidad de potencia, marcó tiempo en Q1 para salvar una posición con Tsunoda, el otro piloto que ha cambiado todas las tripas de su motor a cambio de penalizar. El de Ferrari no volvió a salir en Q2. Como Pérez, que quedaría atrapado entre las protecciones de la chicane del primer sector en el ecuador de la sesión. La bandera roja cerró la página de las gomas de lluvia extrema para poner las intermedias con la pista secándose a una velocidad endiablada. Bottas, Albon, Pérez, Norris y Leclerc cayeron.
Sainz lo roza, Alonso lo logra
La Q3 mantuvo el orden de los tres primeros. Max Verstappen navegó por las aguas como nadie. 6,5 décimas a Fernando Alonso, que clavó una última vuelta de ensueño con la que arrebató la segunda plaza a Carlos Sainz. El madrileño perdió la 'pole' en el muro de los campeones, donde el Ferrari deslizó hasta dejarse cerca de siete décimas. Con Checo y Leclerc fuera de combate, esperaba la primera línea, pero no contaba con la magia del dorsal 14. Por detrás, el dilema de los neumáticos, con la pista cada vez más seca, hizo arriesgar y fallar a Russell, que fue el único valiente que montó el blando. Hamilton, en guerra con su propio Mercedes, aprovechó los errores de su compañero (octavo) y de los de delante para terminar cuarto y soltar un zarpazo. Los dos Haas asaltaron la zona media. Magnussen quinto y Mick Schumacher sexto. Zhou, en su primera Q3 cierra el top10. Ocon quedó séptimo, a 1,6 segundos de Alonso.
Juan Antonio Requena
Estudiante de periodismo. Antes en Diario AS. Ahora aprendiendo en SER Deportes