Siete trucos para ahorrar gasolina en tus viajes en coche este verano

En vísperas de la primera operación salida del verano, los precios de la gasolina y el diésel registran cifras récord en España. Desde que comenzó el año han subido, respectivamente, un 30% y un 40%, hasta el punto de que llenar un depósito de 50 litros cuesta ahora más de 100 euros.

Lo peor es que aún no se atisba el final de la escalada de precios de los carburantes y hay quien vaticina que, incluso, este verano se podrán rozar los tres euros por litro. Todo dependerá de cómo avance la guerra en Ucrania, de si aumenta o no la oferta global de crudo y de la evolución del precio de las divisas, entre otros muchos factores.

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Más allá de aprovechar la bonificación de 20 céntimos por litro de carburante que ha prorrogado el Gobierno, lo único que pueden hacer los consumidores para ahorrar este verano es conducir de la forma más eficiente posible y elegir la gasolinera más barata. El Real Automóvil Club de España (RACE) y la cadena especializada en mantenimiento de vehículos Midas ofrecen varios trucos para gastar menos combustible:

No dejes el coche en marcha

Mantener el coche encendido durante periodos de tiempo en los que no se está circulando (por ejemplo, cuando el coche está parado porque el conductor está esperando a que alguien se suba). Este hábito es ineficiente y contaminante a partes iguales. Por tanto, lo más recomendable es apagar el vehículo por completo si la parada va a estar por encima del minuto.

Se trata de un ejercicio eficaz en vehículos que no dispongan de sistemas como 'Start&Stop', ya que en aquellos que cuenten con esta tecnología se recomienda activarla para controlar automáticamente el sistema de energía eléctrica. De esta forma, se puede saber cuándo el motor tiene que estar parado o encendido en función de los diferentes elementos que estén activados en el habitáculo (climatizador, navegador, radio…) contribuyendo al ahorro de carburante y a la reducción de emisiones de gases contaminantes.

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Ojo al sobrepeso del equipaje

Con la llegada del verano, se multiplican los desplazamientos familiares a destinos vacacionales como zonas costeras o rurales. Son habituales las imágenes en las que se ven vehículos repletos de equipaje, algo poco recomendable en cuanto a eficiencia energética, ya que se estima que conducir con 100 kilos de peso extra puede suponer un 5% más de consumo de combustible y, por tanto, mayor emisión de gases contaminantes.

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Como consecuencia, es clave controlar el peso del equipaje. En otras palabras, se debe prescindir de aquellas cosas que no sean necesarias y colocar bien la carga en el maletero. "Si utilizas el coche diariamente te aconsejamos que hagas un repaso a todo lo que guardas en su maletero y te lleves a casa lo que no necesites. No utilices el coche de almacén", recomienda RACE.

Freno motor, siempre que sea posible

Cuando se reduce la velocidad de nuestro vehículo se tiende a hacerlo de manera intuitiva pisando el pedal correspondiente. En cambio, utilizando el freno motor, el coche se detiene de manera progresiva reteniendo y reduciendo la velocidad sin consumir combustible. De esta forma, no sólo se protege la mecánica del coche (pastillas de freno, etc.), sino que también se reduce el uso de combustible y la emisión de gases contaminantes.

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Regula el uso del aire acondicionado

Con la llegada del verano, se tiende a utilizar más el aire acondicionado para regular la temperatura del vehículo, pero hay que tener en cuenta que esto deriva en un consumo mayor de combustible. Hace unos años, la Dirección General de Tráfico (DGT) se hizo eco de una serie de consejos para que el uso del climatizador no repercutiera en el bolsillo del conductor:

• Baja la temperatura del coche manualmente antes de encender el aire acondicionado. Con trucos como bajar la ventanilla de la parte trasera o abrir y cerrar la puerta del conductor varias veces, la temperatura puede llegar a bajar hasta 10 grados.
• Enciende el aire siempre con el coche en marcha. Los sistemas de aire acondicionado son mucho más eficientes cuando el coche está en marcha. De hecho, cuanto más rápido vaya el vehículo, más enfriará el aire acondicionado.
• Cuando el coche alcance la temperatura óptima, abre las ventanillas. Una vez que el coche se haya enfriado, es el momento de activar la entrada de aire del exterior y prescindir del aire acondicionado. Ojo: este consejo sólo es aplicable cuando se circula a menos de 80 kilómetros por hora.
• Abrir las ventanillas no siempre es buena idea. En ocasiones, es mejor encender el aire acondicionado que tener las ventanillas abiertas si lo que se pretende es ahorrar combustible. Cuando se superan los 80 kilómetros por hora la entrada de aire reduce la aerodinámica del vehículo y dispara el consumo de gasolina o diésel, por lo que es más rentable tener el aire encendido.
• No te pases con el frío. Una temperatura por debajo de 21 grados puede incrementar el gasto de combustible hasta en un 30%. Lo ideal es que se sitúe entre 22 y 23 grados.

Utiliza marchas largas

Para lograr una conducción eficiente, los expertos recomiendan circular con marchas largas. En los coches actuales hacer caso al indicador del display que señala cuándo cambiar de marcha permite optimizar el consumo del combustible.

Además, si tu vehículo dispone de lo que se conoce como modos de conducción, es importante utilizar el modo ECO, tanto en carretera como en ciudad, ya que de esta forma el consumo se reduce al evitar que el motor se revolucione en exceso y se contamina menos, por lo tanto, es una forma de conducir de forma sostenible.

Comprueba la presión de tus neumáticos

Tal y como explica RACE, los neumáticos deben ir hinchados a la presión indicada por el fabricante y según las condiciones climatológicas (con mucho frío el neumático necesita un poco más de presión). Conducir usando neumáticos con una presión de 0,5 bares inferior a la correcta hace que el consumo aumente en un 2% en áreas urbanas y un 4% en las interurbanas.

Planifica bien tu viaje

Por último, no debe subestimarse la importancia de planificar bien el viaje bien. Alargar 10 minutos un trayecto que puede hacerse en una hora puede provocar que el consumo de combustible aumente hasta en un 14%. Herramientas como Google Maps o Waze muestran la ruta más eficiente. Además, es recomendable calcular dónde se va a parar a repostar, puesto que el precio de la gasolinera en cuestión también es un factor a tener en cuenta.