La previsión de Santiago Niño sobre cuándo bajará el mayor IPC en 37 años: "Hasta entonces no empezaremos a ver cómo desciende"
Los oyentes de La Ventana explican los esfuerzos que hacen en sus empresas para sobrevivir al alza de combustibles y suministros
La previsión De Santiago niño sobre cuándo bajará el mayor IPC en 37 años: “ Hasta entonces no empezaremos a ver cómo desciende”
Madrid
La inflación sigue desbocada. Este miércoles el Instituto Nacional de Estadística ha publicado el Índice de Precios al Consumo (IPC) correspondiente al mes de junio. La tasa se sitúa en el 10.2%, el nivel más elevado desde abril de 1985. Respecto al mes de mayo, el aumento es del 1.5%, cuando se estimaba en un 8.7%. Entre las causas está, principalmente, el alza en los precios del combustible y alimentos.
Esta noticia se conocía en plena entrevista de Hoy por Hoy a Pedro Sánchez. Desde IFEMA, sede de la Cumbre de la OTAN, el presidente del Gobierno declaraba la “idoneidad” de las medidas de 15.000 millones de euros para esta situación grave. “Lo que estamos haciendo es evitar que la inflación no sea casi 4 puntos superior a la que estamos sufriendo”, apuntaba.
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Como cada miércoles en La Ventana, nuestro economista de cabecera, Santiago Niño Becerra, hace números para explicar la situación económica del país. Con la tasa de inflación en su cumbre más alta en los últimos 37 años, Niño Becerra lo tiene claro. “Hasta otoño no empezaremos a ver que la inflación desciende suavemente”, señala tras semanas asegurando que el nivel de consumo, con escasez de oferta, fomenta el incremento de precios. Tacha de "hecho mágico" una bajada del precio del barril de petróleo.
En cuanto a pronósticos, y contestando a Sánchez, el economista estima que la tasa de inflación a finales de año rondará entre el “9% y el 10.5%”. Si bien declara que no es una situación “contagiosa”, sí la tilda como “preventiva”, ya que las empresas suben los precios de los productos al prever que los pedidos de productos aumentarán.
“No es hasta qué nivel de inflación puede aguantar la economía española sino hasta que niveles puede aguantar la renta”, destaca Niño Becerra. Y para comprobarlo, este miércoles, los protagonistas de ‘La ventana de los números’ han sido los propios oyentes. Desde el sector primario hasta los servicios, ¿cómo influye la subida de precios en los “empresarios-consumidores”?
Felipe, ganadero de Córdoba
“Somos consumidores también”, señala el empresario de una explotación extensiva en Córdoba. Felipe Molina destaca que la subida de precios influye en el uso de combustible y, especialmente, en el pienso “que vale el doble que hace un año”. “Ahora está 60 céntimos, los agricultores no repercutimos ese precio en el mercado, lo sufrimos doblemente”, se lamenta.
Molina, que considera que la ganadería “ya venía de una crisis total por el coronavirus”, destaca la importancia de este tipo de ganadería. “Los animales, si no hay sequía comen en el campo, hay parte de pienso que no tienes que añadir”, matiza. Una situación dispar en la ganadería intensiva donde “hay compañeros que han tenido que vender vacas de leche para carne”, finaliza.
Antonio, agricultor en Villafranca de los Barros
“Estamos pasándolo fatal”. Este es el grito de auxilio de Antonio Calderón, que posee una explotación de viñas y olivos. La subida del gasóleo agrícola o de fitosanitarios como el azufre ha aumentado considerablemente los costes de producción. “El producto lo estamos cobrando ahora como cuando mis padres eran agricultores, no sacamos para los gastos”, explica.
Calderón, que reconoce que la agricultura ha tenido “sus altos y sus bajos”, considera que ahora mismo están “en un bajo bastante grande”. “Es imposible, llenar el depósito de un tractor cuesta entre 700 euros, antes menos de la mitad”, apunta. Aprovecha para denunciar la política agraria, ya que no entiende cómo “llegan productos parecidos a mitad de precios desde terceros países a quienes ponen menos restricciones”.
Manolo, pescador en Valencia
“El precio ha llegado hasta tal punto que provoca una rentabilidad nula”, explica Manolo Albiol, secretario general de Coincopesca. Alrededor de los 2.000 pescadores de las cofradías valencianas padecen los estragos de la inflación, en especial, en el repostaje. “Un barco puede gastar mil euros de gasoil al día”, destaca antes de confirmar que los ingresos en la lonja ascienden hasta los 1.700 euros.
“Hay un sistema de pago a la parte, la mitad va a los trabajadores y la otra al armador”, detalla. Por este motivo, asegura que “los marineros se pegan horas en el mar por 50 euros”. A esto cabe añadir que los puntos finales, como pescaderías o restaurantes, pueden hasta “duplicar y triplicar” esa diferencia de precios, aunque defiende que “cada empresario se sabe sus números para rentabilizar la actividad”. Próximamente, las cofradías pedirán al ministro Luis Planas que implante “un precio único”.
Margot, directora de hotel en Santoña
“Solo hemos subido las tarifas en un 3%”, confirma Margot Astuy, directora del Hotel Juan de la Cosa, en Santoña. Los precios están dados desde principios de año, por lo que es una medida de “contención”. “Este es un hotel en el norte de España y tenemos mucho cliente fiel, que repite, pero ahora en lugar de venir 7 días vienen 3”, se lamenta. Además, señala que han modificado otros hábitos como comer en el restaurante, actualmente “pican algo en la barra”.
“Todo el mundo se aprieta el cinturón”, comenta. Ella tendrá que hacerlo en los meses venideros. “En lugar de 3.000 son 9.000 euros en gastos, y aún no hemos puesto el aire acondicionado, los clientes están 24 horas, no tenemos horarios”, asevera. Astuy recuerda la importancia de las pequeñas empresas en el sector turístico, ya que, frente a las grandes hoteleras, sustentan gran parte de este tejido económico.
Fermín, gerente de supermercado en Montánchez
“Los aceites, el azúcar o la harina todo lo que se produzca con estos ingredientes sube”, explica Fermín Expósito, que regenta un supermercado mediano en la provincia de Cáceres. Según su experiencia, los clientes “compran al día”, evitando las grandes compras a fin de “ver si la situación mejora mañana o pasado”.
Sobre los sobrecostes, asegura que “de momento no lo notamos en el transporte pero la luz nos está matando”. Expósito ha visto cómo se duplica su factura de suministro eléctrico hasta los 1.600 euros. “Y eso en meses sin aire acondicionado, no quiero ni pensar a dónde podemos llegar”, se estremece.
Juan, propietario de un taller en Madrid
Para la tercera generación de propietarios de un taller de Madrid la situación tampoco es fácil. “Ha tenido una repercusión directa, trabajamos con maquinaria en trifásico”, detalla. La subida de costes, apunta, ronda el 80%. Además de los suministros, dependen de las materias primas que, procedentes del mercado asiático, son esenciales para la mecanización de piezas.
“Los materiales derivados del petróleo han subido sin excepción”, aclara. Juan, que ha subido los precios en un 12%, asegura que esta situación es muy distinta a la que vivió su padre. “Mi padre me habló de los 80 cuando estallaron los tipos de interés, pero había margen y beneficios no como ahora”, remata.
Rafa, taxista en Utrera
Este miércoles, Rafa ha llenado el depósito de su taxi. Ha gastado unos 140 euros. “Me da para tres días de trabajo, pero si no quieres pasar calor tienes que tener el coche arrancado a la sombrita”, matiza. Aunque la situación ha mejorado respecto al parón de la pandemia, en una localidad no capitalina, el sector del taxi lo tiene más complicado: “ Hay 152.000 habitantes y 34.000 vehículos censados”, ironiza.
A pesar de esta tesitura, Rafa centra su denuncia en los transportistas, quienes más sufren las consecuencias del alza de precios. “La cara de un camionero es un poema”, se lamenta. La inflación “afecta a quienes tienen a quienes no tienen”, pero hay un beneficiario por encima de todos, el Gobierno “porque suben descomunalmente los ingresos”. A esto, Niño Becerra añade “que es una recaudación falsa”.
La inflación argentina, al 60%
En Argentina, los precios sufrieron, en mayo, un aumento del 60.7%. Para Joaquín Waldman, economista del CEDES-CONICET (el CSIC argentino), esta tesitura hace “que se pierdan las referencias de precios”. “Es conveniente comprar en grandes cantidades los productos de uso cotidiano”, explica antes de confirmar que el “ahorro es difícil, ya que hay pocos instrumentos que preserven el valor”.
Este último dato es una novedad, pero la tasa supera el 30% desde mediados de 2018. En cuanto al inicio de esta subida de precios, alcanzaron las dos cifras hace mucho tiempo: “Nos pasó lo que a ustedes, llegar a los dos dígitos hace 15 años”, compara. El dólar, apunta, se ha instaurado como referencia para productos “grandes” como automóviles o inmuebles. “ Las pensiones tienen una regla de aumento acorde a la presión, pero con una demora de tres meses”, culmina Waldman.
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