El Debate sobre el estado de la nación vuelve siete años después en un contexto muy diferente y con un incierto futuro político-económico

Madrid

El Congreso de los Diputados acogerá este martes el primer Debate sobre el Estado de la Nación con Pedro Sánchez como presidente. El último se celebró en 2015, con Mariano Rajoy al frente del Gobierno y con un contexto político, económico e internacional muy diferente. Este intercambio de posturas tendrá lugar durante los días 12, 13 y 14 de julio y, en los siete años que han pasado desde el último, España ha vivido cuatro elecciones generales, la crisis que originó el 'procés' independentista en Cataluña, el volcán de la Palma, una pandemia mundial y una guerra en Europa que todavía perdura -así como sus efectos en la economía-.

El 26º Debate del Estado de la Nación se producirá en un momento en el que el tablero político está muy agitado. A pesar del varapalo que supuso para la izquierda el resultado de las elecciones andaluzas, Unidas Podemos y PSOE, los socios de Gobierno, no parecen capaces de resolver sus diferencias en privado e insisten en cruzar declaraciones hirientes en los medios de comunicación. Este desgaste originado por la erosión entre ambas formaciones está siendo aprovechado por un Partido Popular que, tras la guerra civil que estalló en febrero y terminó con la salida de Pablo Casado y el nombramiento de Feijóo, aparenta recuperar músculo electoral y adelanta en las encuestas al PSOE por primera vez desde que Sánchez ocupa La Moncloa. Tanto es así, que las estimaciones apuntan a que, con el apoyo de Vox -el cual no incomoda demasiado a los populares-, el expresidente de la Xunta de Galicia sería elegido presidente.

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Ante este escenario, la previsión es que desde los grupos de izquierda busquen que el PSOE de un paso al frente en términos de políticas sociales. La vicepresidenta segunda del Gobierno y líder de UP, Yolanda Díaz, reconocía en una entrevista en El País que "a este Gobierno le falta alma", ya que "no basta con gestionar", y abogó por una reforma fiscal "más necesaria que nunca, porque, en este momento, quien más tiene más debe aportar", en referencia a las grandes corporaciones que cotizan en el Ibex 35. Por su parte, ERC, EH Bildu y Más País, que han votado más del 80% de los proyectos e iniciativas de la coalición desde el arranque de la legislatura, también exigirán una línea clara de políticas progresistas al Gobierno, con el objetivo de frenar el impacto de una inflación que supera el 10% en un escenario en el que no se descarta la crisis económica.

Desde la derecha y la extrema derecha se espera que este último aspecto sea el centro de sus intervenciones y críticas. La díficil situación financiera que atraviesa el país como consecuencia de la invasión rusa en Ucrania ha provocado que se disparen los precios de los carburantes, de los suministros energéticos y de los alimentos, un impacto que busca ser paliado por el plan de choque del Gobierno aprobado hace unas semanas, pero los efectos del mismo tardarán en verse reflejados.

Además, ahondarán en la herida abierta que existe entre los socios de la coalición a cuenta del presupuesto militar. Desde el PSOE abogan por cumplir el compromiso asumido tras la cumbre de la OTAN de elevarlo progresivamente hasta el 2% del PIB, una medida que rechazan desde UP, alegando que debería haber otras prioridades antes, como el refuerzo de los sistemas públicos sanitarios y educativos. Un argumento que repetirán previsiblemente desde la formación morada las veces que sean necesarias a lo largo del debate. En adición, la torpe gestión del conflicto del Sahara Occidental por parte del ministro de Exteriores, Manuel Albares, también será objeto de críticas por parte de la oposición.

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Un contexto radicalmente opuesto al del Debate de 2015

En febrero de 2015, hace más de siete años, Mariano Rajoy presidió el último Debate sobre el Estado de la Nación en un escenario que parece mucho más lejano en el tiempo. El PP contaba con una mayoría absoluta que le permitía llevar a cabo sus políticas de austeridad sin ningún obstáculo y el bipartidismo todavía aglutinaba el 70% de los escaños de la Cámara. Podemos acababa de irrumpir en las elecciones europeas de finales de 2014 y amenzaba la hegemonía dominante de entonces, lo que provocó una reacción de los poderes del Estado, que se tradujo en una operación de desprestigio de la que hoy se conocen más datos. Mientras, Ciudadanos todavía era un partido catalán sin aspiraciones nacionales y Vox y el auge de la extrema derecha en Europa aún no habían llegado.

Izquierda Unida y la extinta UPyD eran la tercera y cuarta fuerza política, respectivamente, y en la sesión plenaria de entonces se escucharon propuestas que fueron rechazadas entonces y ahora han visto la luz gracias a la coalición progresista. Tanto el PSOE como IU abogaron por medidas como la subida del salario mínimo, la bajada del IVA de la luz o la derogación de la reforma laboral para transformar el mercado de trabajo y terminar con la temporalidad o el despido barato. En materia de igualdad, también mencionaron propuestas que ahora están en vigor, como "la exclusión de lesbianas y mujeres solteras de las técnicas de reproducción asistida del sistema público de salud", la ampliación del "permiso de paternidad" o "recuperar el carácter universal del derecho a la protección a la salud y a la atención sanitaria a todos los ciudadanos, incluyendo a los inmigrantes en situación irregular".

Turnos del debate sobre el estado de la nación

El Debate comenzará este martes a las 12:00 horas. El primero en intervenir será Pedro Sánchez, que no tendrá límite de tiempo para defender su gestión al frente del Gobierno. Tras el discurso inaugural, la sesión se suspenderá hasta las 16:00, momento en el que comenzarán las intervenciones de los portavoces de los grupos parlamentarios. Subirán a la tribuna en orden de mayor a menor representación y dispondrán, todos ellos, de 30 minutos para cada alocución.

La primera en intervenir será la portavoz del PP, Cuca Gamarra. A su lado, pero sin posibilidad de intervenir, se sentará el líder de la formación, Alberto Núñez Feijóo, que no tiene condición de diputado. Tras escuchar los argumentos de la oposición, el presidente tendrá derecho a réplica y, posteriormente, el turno de palabra volverá a Gamarra durante 10 minutos.

El proceso se repetirá con el resto de formaciones. Si todos los grupos aplican su derecho a intervenir en el debate lo harán en el siguiente orden:

• PP
• Vox
• Unidas Podemos
• ERC
• Grupo parlamentario plural (BNG, Compromís, JxCat, Más País y PDeCAT)
• Ciudadanos
• PNV
• EH Bildu
• Grupo parlamentario mixto (CC, CUP, Foro Asturias, PRC y Teruel Existe)
• Diputados sin grupo parlamentario
• PSOE

Aquellos representantes que que no tengan tiempo de intervenir antes del martes a las 21:00 horas lo harán el miércoles a partir de las 21:00. El PSOE cerrará el turno de intervenciones.

Una vez finalizada la sesión del miércoles, los grupos parlamentarios podrán presentar propuestas de resolución con las que orientar la acción política del Gobierno y que serán evaluadas por la Mesa del Congreso. No obstante, estas propuestas contarán con algunas limitaciones, entre ellas la numérica. Se podrán presentar, como máximo, 15 proyectos y sólo aquellos que reúnan mayoría simple en la jornada del jueves se publicarán finalmente en el Boletín Oficial de las Cortes Generales (BOCG).

Por último, el debate sobre el estado de la nación podrá verse en directo en las principales cadenas de televisión y mediante la web del Congreso. Además, la retransmisión en directo podrá seguirse 'online' en la web de la Cadena SER, que contará con señal de vídeo y una narración minuto a minuto.