Los epidemiólogos avisan de que la mortalidad por olas de calor se triplicará en 2050 si no hacemos nada: "Hasta 13.000 muertes anuales"

Madrid

La Reunión Anual de la Sociedad Española de Epidemiología deja muy malas noticias de cara al futuro. Los expertos reunidos en San Sebastián han hecho una clara llamada de atención: el cambio climático mata y hay millones de vidas en juego.

El progresivo aumento de las temperaturas y del nivel del mar, la contaminación, el ozono, y los incendios son solo algunos de los fenómenos que están poniendo en riesgo la salud de la población, según las conclusiones de los expertos reunidos en el congreso Retos del Sigo XXI: Medioambiente, cambio climático y desigualdades sociales. El aumento de la temperatura y la contaminación facilitan la propagación de nuevos agentes infecciosos como el virus de la viruela del mono y la agravación de enfermedades crónicas como el cáncer, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica o la cardiopatía coronaria que afectan además a las poblaciones más vulnerables, señalan.

Estos expertos señalan que, por el momento, en España la población se está adaptando a las altas temperaturas más rápido de lo que estas aumentan como consecuencia del calentamiento global, pero advierten de que si el proceso se acelerara y no hubiera adaptación, podrían producirse hasta 13.000 muertes anuales a corto plazo en España atribuibles a las altas temperaturas. Es el aviso de Julio Díaz, de la Unidad de Referencia en Cambio Climático, Salud y Medio Ambiente Urbano del Instituto de Salud Carlos III: "Este año el exceso de mortalidad atribuida a la temperatura, no al calor, ha sido de unas 4.000 y se podría multiplicar hasta por tres".

Los analistas reunidos en San Sebastián han coincidido en que el cambio climático ya está aquí y que sus efectos son ya más que tangibles: "El cambio climático mata. Nuestra vida está en juego”, señalaba Díaz.

Los ejemplos son muchos y cercanos: en las últimas semanas también han sido noticia las altas temperaturas que han alcanzado algunos mares como el Mediterráneo, que llegó a los 30º, 6,2 grados por encima de su temperatura habitual. El calor extremo cada vez afecta más a la temperatura terrestre: "Los últimos siete años han sido los más calurosos jamás registrados y 2022 va camino de ser el octavo. La sucesión de veranos como este demostrará el cambio climático", según Julio Díaz, que insiste en que "lo tenemos aquí, el cambio está y lo que tenemos que hacer es frenarlo".