Las claves de las elecciones en Italia 2022: del sistema electoral 'Rosatellum' al 'huracán' Meloni
Casi 50 millones de italianos están llamados a las urnas este domingo para elegir su próximo Gobierno
Madrid
Italia vota y Europa observa. Con el telón de fondo de la guerra en Ucrania, la tercera economía de la Unión Europea afronta, una vez más, unas elecciones cruciales que tendrán eco en todo el continente. La cosa va fundamentalmente de cuatro partidos: Fratelli d'Italia, de Giorgia Meloni; PDI, de Enrico Letta; M5S, de Giussepe Conte y La Lega, de Matteo Salvini.
Si nada cambia, las encuestas apuntan a que el partido de ultraderecha de Meloni ganará las elecciones y se convertirá en la primera ministra. El partido posfascista ha ido moderando su discurso para acomodarse al voto moderado: ahora Meloni apuesta por mantener las sanciones a Rusia y difiere en los métodos para salir de las crisis energética respecto a su principal competidor, La Lega de Matteo Salvini.
¿En qué punto estamos?
"Aunque los partidos de derecha saquen un resultado muy bueno podría perder algo de legitimidad si hay mucha abstención. Los que no han decidido su voto están entre el 35% y 40%. Eso sí, el triunfo de la derecha parece claro. El centroderecha ha sacado una propuesta común para establecer un sistema de elección directa, una especie de sistema semipresidencial y eso genera mucha incertidumbre", explica Fabio Lupato, profesor de Ciencia Política de la Universidad Complutense de Madrid.
Daniela Giuliani, periodista, asegura que "todos los partidos tendrán que hacer cuentas" y "hay una amenaza de poner algo en manos de la Constitución". Sobre Giorgia Meloni, la candidata más aventajada en las encuestas, Giuliani explica que "tiene una manera de hablar diferente que hace semanas. Es muy lista. Ha empezado a tener unas maneras más gubernativas para captar el voto de las personas más moderadas".
"La campaña electoral de Meloni se ha centrado en tranquilizar a Europa. Sabe que ese 25% ya lo tiene controlado. Está hablando hacia afuera para tranquilizar. Además sabemos que dentro tiene a Forza Italia, que están sentados con los Populares Europeos. Salvini va a ser el problema para Meloni. Quiere gobernar, quiere llegar él a ser primer ministro", añade por su parte Matteo Re profesor de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.
El politólogo e investigador de la Universidad de Milán, Pablo Bustinduy afirma, sobre la campaña de Meloni, que en ella juegan un papel muy importante los fondos de recuperación europeos. "El proceso de normalización de la presencia de la ultraderecha en gobiernos europeos ha avanzado de manera evidente y creo que lo que puede suceder ahora es prueba de ello", añade.
El papel de Berlusconi y Draghi
"Es una fuerza de moderación, es decir "tranquilos, estamos en Europa", ha apoyado aumentar las pensiones mínimas. Hoy Berlusconi parece más de izquierdas que Enrico Letta", señala Paolo Gerbaudo, sociólogo e investigador de la Scuola Normale de Pisa y Florencia.
Mario Draghi, ex primer ministro del gobierno de concentración italiano que había hace unos meses, ha jugado un papel crucial para entender las elecciones del próximo domingo. Él sostenía una coalición imposible y su posición de estadista, de hombre tranquilo, aportaba una estabilidad poco común en Italia. "Qué carrera política, qué figura de estadista ha conseguido Draghi en el siglo XXI en la UE sin presentarse jamás a unas elecciones", señala el investigador y politólogo Pablo Bustinduy.
¿Qué dicen las encuestas?
La ley electoral italiana prohíbe publicar sondeos desde los 15 días previos a los comicios. A dos semanas para que se abrieran los colegios, todo parecía indicar que Meloni sería la clara vencedora. Cuando Mario Draghi anunció su dimisión, el pasado mes de julio, las fuerzas entre la ultraderecha y el centroizquierda estaban niveladas. No obstante, en apenas dos meses los socialistas han caído dos puntos en los sondeos, mientras que FdI ha crecido unos tres.
Según el promedio de encuestas a 9 de septiembre, la formación de ultraderecha se impondría con un 24,7% de los votos, frente al 21,5% que obtendría el PD. El Movimento 5 Stelle sería la tercera fuerza más votada, con un 13%; seguida de la Lega de Salvini, que obtendría un 12,2%; y Forza Italia, que seduciría al 7,7% del electorado. Azione - Italia Viva sería la quinta formación más apoyada, con un 6,9%; mientras que Los Verdes se harían con un 3,5%.
'Rosatellum': un sistema electoral de doble reparto
Italia estrenó en las elecciones de 2018 el sistema electoral bautizado como 'Rosatellum', en honor al diputado del Partido Democrático que propuso la reforma, Eltore Rosato. Este nuevo método se basa en un procedimiento de doble reparto de escaños que, teóricamente, favorece la implantación de bloques y a los partidos con mayor expansión territorial.
El 36% de los escaños se reparten mediante un sistema de circunscripciones uninominales, según el cual obtiene escaño el candidato que obtenga un mayor número de votos. Esta fórmula servirá para repartir 147 escaños en la Cámara de Diputados y 74 en el Senado. Otro 61% de los legisladores —245 diputados y 122 senadores— serán designados a partir de un sistema proporcional de listas, con entre uno y ocho escaños por circunscripción, en función de la población que tengan.
La normativa reserva el 2% de los escaños —ocho en la Cámara de Diputados y cuatro en el Senado— para los italianos que viven en el extranjero, también mediante un sistema proporcional de listas por partidos.
El reparto final tiene en cuenta una serie de umbrales mínimos, de tal manera que no obtendrán ningún escaño los partidos que se presenten en solitario y no logren al menos el 3% de los votos a nivel nacional. En el Senado, se establece como excepción la obtención del 20% de los sufragios en una región. Para las coaliciones, el umbral mínimo se eleva hasta el 10%.
En total, los italianos eligen a 400 diputados y a 200 senadores. El número era de 630 para la Cámara de Diputados y de 315 para el Senado hasta 2020, cuando se aprobó una reforma constitucional que reducía el número de representantes. La Constitución establece que la renovación de las cámaras debe realizarse cada cinco años, pero en la práctica alcanzar el final teórico de la legislatura depende de la estabilidad del Gobierno. De hecho, los últimos comicios tuvieron lugar en 2018.
¿Cuándo se formará Gobierno?
El nuevo Parlamento se constituirá el 13 de octubre y, aunque los contactos entre los partidos previsiblemente ya habrán comenzado para entonces, no será hasta pasada esa fecha cuando el presidente de Italia, Sergio Mattarella, inicie las consultas con vistas a encargar la formación del Gobierno.
Mattarella tiene plena libertad para dar un nombre y, como ha quedado claro en la historia reciente de Italia, este no tiene por qué ser el cabeza de lista del partido con mayor número de votos. Ni siquiera tiene que ser miembro de la Cámara de Diputados, en caso de que la falta de acuerdo lleve a recurrir de nuevo a una figura externa.