El Supremo declaró improcedente el despido del sumiller del restaurante Mugaritz acusado de robo
La Cadena SER ha tenido acceso a la sentencia del caso que conmocionó al sector de alta cocina en 2019 | La Justicia da por probada la venta de botellas de vino, pero aduce que era una práctica conocida y consentida por la empresa
Madrid
Guillermo Cruz era el sumiller de moda. Reconocido como Mejor Sumiller de España en 2014, sus maridajes en el restaurante Mugaritz (Errenteria, Gipuzkoa) —considerado también como uno de los 10 mejores del mundo, según 50 Best— estaban dando mucho que hablar entre los aficionados a la buena mesa. Además era habitual verle junto al chef Andoni Luis Aduriz en los principales congresos del sector, o incluso que acudiera él solo en representación de la empresa. Pero a finales de 2018, todo cambió. Guillermo Cruz fue acusado de "hechos graves" y despedido de Mugaritz.
Tal y como la Cadena SER adelantó en enero de 2019, Mugaritz acudió a la Justicia. El restaurante nunca ha querido dar explicaciones sobre lo sucedido, pero este martes la Agencia EFE ha difundido una información basada en el escrito de acusación de la Fiscalía en la que esta pedía una pena de 2 años y tres meses de cárcel por el robo de botellas de vino por un valor de 31.854 euros.
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Claro que esa información —publicada ayer, pero basada en un documento fechado en julio de 2021— no incluye otra parte relevante del proceso judicial, que no se había hecho pública hasta ahora: la condena del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, validada posteriormente (febrero de 2021) por el Tribunal Supremo, por despido improcedente a Guillermo Cruz.
Carta de despido
La sentencia, a la que ha podido acceder la Cadena SER, incluye el texto de la carta de despido enviada por Mugaritz el 2 de enero de 2019. Un documento en el que el restaurante acusaba a Guillermo Cruz de haber estado "retirando botellas de vino de la bodega, algunas de estas de valor elevado, para su posterior venta" y que anunciaba que el despido se haría efectivo al día siguiente.
La carta se refiere a Guillermo Cruz como "la persona de mayor confianza de Andoni Luis Aduriz" y le acusa de haber abusado del poder que se le otorgó para obtener "beneficios particulares de forma fraudulenta". También se hace referencia a "una reunión mantenida el 26 de diciembre" en la que "muy lejos de reconocer los hechos e intentar buscar soluciones", aseguran que el sumiller "se mostró de una forma totalmente irregular y agresiva".
Una práctica conocida y consentida
La sentencia da por probada la venta de botellas de vino, pero aduce que —aunque Mugaritz lo niegue— era una práctica conocida y consentida por la empresa: "El demandante (Guillermo Cruz) no probó directamente que su conducta contara con el consentimiento de la empresa. Pero existen unas circunstancias que inevitablemente han de ser resaltadas".
Una serie de hechos que enumera detalladamente: "Dado que la conducta del trabajador venía acaeciendo desde meses antes del despido y dado que la empresa hacía inventario trimestral de las existencias en la bodega, la empleadora pudo constatar la falta de numerosas botellas, que se repetía durante meses, sin que requiriera al demandante explicación alguna. Las ventas de botellas se gestionaban por los trabajadores de la empresa; no particularmente por el demandante. El transporte hasta los compradores lo realiza la empresa contratada al efecto por la empleadora [Mugaritz]. Las facturas se presentaban en la oficina de la empresa. Es evidente que la conducta prolongada del trabajador nunca fue ocultada por el mismo ni contó con maniobra alguna de distracción o de falsa apariencia".
"Actitud pasiva"
Por todo ello, la conclusión del Tribunal es la siguiente: "La empresa, con su actitud pasiva, consintió los actos del trabajador. Ello es así porque, ante la duda, hemos de ser restrictivos a la hora de apreciar hechos con relevancia disciplinaria, resolviéndose la duda en favor de quien en el procedimiento figura como acusado o infractor".
Fuentes de la defensa del sumiller explican a la Cadena SER que, a pesar de que el Tribunal Supremo ha declarado el despido improcedente al considerar que no ha quedado acreditado que robara las botellas, sigue abierta la vía penal y el juicio se celebrará, previsiblemente, en el segundo semestre de 2023. Pero estas mismas fuentes apuntan que con la sentencia del alto tribunal en la mano "no existe ninguna posibilidad de que prospere una condena penal".
No hay denuncia por injurias y calumnias
La defensa de Guillermo Cruz también aclara que, en contra de lo publicado por la Cadena SER en 2019, finalmente el sumiller no interpuso ninguna denuncia por injurias y calumnias. Añade, además, que la filtración interesada del texto de la Fiscalía busca dañar la imagen del sumiller, desprestigiándolo justo cuando está a punto de presentar un vino creado por él.
La Cadena SER se ha puesto en contacto con fuentes del restaurante Mugaritz, que han preferido no hacer declaraciones hasta que la Justicia resuelva definitivamente el caso.
Carlos G. Cano
Periodista de Barcelona especializado en gastronomía y música. Responsable de 'Gastro SER' y parte del...