La sequía en el hemisferio norte fue veinte veces mayor durante el último verano. El cambio climático, agravado por la acción del ser humano, es el responsable de que los terrenos europeos tuvieran 20 veces más probabilidades de secarse durante la pasada época estival que los ubicados en la zona sur del globo, según un nuevo estudio de la organización World Weather Attribution (WWA). El grupo de científicos autor del estudio asegura que el aumento de las temperaturas medias y la mayor incidencia de fenómenos meteorológicos extremos amenaza directamente la producción de cultivos, propicia el aumento de los precios de los alimentos y la seguridad alimentaria, e impacta directamente en el suministro eléctrico. Los meses de junio, julio y agosto han sido unos de los más calurosos jamás registrados en Europa, se estima que más de 24.000 muertes estuvieron vinculadas a las consecuencias que sobre la población tiene la exposición prolongada a altas temperaturas. El cambio climático ha provocado que, durante los meses estivales, Europa haya sufrido los peores incendios de su historia, que China emitiera por primera vez una alerta nacional de sequía y que la falta de agua alcanzase a la mitad del territorio estadounidense. En el estudio, realizado sobre el terreno, participaron más de 21 autores de organismos que recogieron datos en Estados Unidos, Francia, Nueva Zelanda, Países Bajos, Reino Unido o Suiza, entre otros, que han permitido observar una relación directa entre el aumento de las temperaturas y el marchitamiento de los suelos. Los expertos avisan de que con el clima actual se puede esperar en el hemisferio norte una sequía similar a la de este verano alrededor de una vez cada veinte años. Además, estiman que si los humanos no hubieran acelerado el calentamiento global debido a los efectos de la emisión de gases de efecto invernadero, un verano tan cálido como el anterior hubiera acecido solamente cada 400 años mientras que la sequía agrícola y ecológica europea ocurriría, al menos, cada 60 u 80 años. Los resultados del estudio aportan una idea de las condiciones meteorológicas que viene «con un mayor calentamiento global, sequías de verano más fuertes y frecuentes», tal y como afirma Dominik Schumacher, investigador del Instituto de Ciencias Atmosféricas y Climáticas de ETH Zurich (Suiza). Ante esto, el futuro pasa por eliminar gradualmente la quema de combustibles fósiles como una manera de estabilizar las condiciones climáticas, medida que propone la directora del Centro Climático de la Cruz Roja, Maarten van Aalst.