'Mañana en la batalla piensa en mí', una novela extraordinaria sobre el engaño
No hay mejor homenaje que leer a Javier Marías y tampoco hay mayor placer
'Mañana en la batalla piensa en mí', una novela sobre el engaño
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Javier Marías nació en Madrid en 1951 y murió el 11 de septiembre de 2022. Es autor de 16 novelas, entre las que están 'Corazón tan blanco', 'Negra espalda del tiempo', la trilogía 'Tu rostro mañana', 'Los enamoramientos', 'Así empieza lo malo', 'Berta Isla' y 'Tomás Nevinson'. Escribió además semblanzas, relatos, artículos y ensayos. Entre sus traducciones destaca la de 'Tristram Shandy ', que fue Premio Nacional de Traducción en 1979. Fue profesor en la Universidad de Oxford y en la Complutense de Madrid. Sus obras se han publicado en 46 lenguas y en 59 países. Fue miembro de la Real Academia Española donde ocupó el sillón R mayúscula.
'Mañana en la batalla piensa en mí' se publicó en 1994. Ganó el Premio Rómulo Gallegos, Prix Femina Étranger, el Premio Mondello y el Premio Fastenrath. Es una novela extraordinaria sobre el engaño, sobre la muerte, sobre lo que sabemos de los demás y lo que descubrimos de nosotros mismos, sobre cómo lo contamos. No hay mejor homenaje que leer a Javier Marías, y tampoco hay mayor placer.
El engaño en el sentido más amplio de la palabra
Decía Javier Marías: "'Mañana en la batalla piensa en mí' habla, entre otras cosas, del engaño en el sentido más amplio de la palabra. Se recuerda que todos vivimos parcial pero permanentemente engañados o bien engañando, contando solo parte, ocultando otra parte y nunca las mismas partes a las diferentes personas que nos rodean. Y, sin embargo, a eso no acabamos de acostumbrarnos, según parece. Y cuando descubrimos que algo no era como lo vivimos —un amor o una amistad, una situación política o una expectativa común y aun nacional—, se nos aparece en la vida real ese dilema que tanto puede atormentarnos y que en gran medida es el territorio de la ficción: ya no sabemos cómo fue verdaderamente lo que parecía seguro, ya no sabemos cómo vivimos lo que vivimos, si fue lo que creíamos mientras estábamos engañados o si debemos echar eso al saco sin fondo de lo imaginario y tratar de reconstruir nuestros pasos a la luz de la revelación actual y del desengaño".
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Como señala Javier Marías, la más completa biografía no está hecha sino de fragmentos irregulares y descoloridos retazos, hasta la propia. Creemos poder contar nuestras vidas de manera más o menos razonada y cabal y, en cuanto empezamos, nos damos cuenta de que están pobladas de zonas de sombra, de episodios inexplicados y quizá inexplicables, de opciones no tomadas, de oportunidades desaprovechadas, de elementos que ignoramos porque atañen a los otros, de los que aún es más arduo saberlo todo o saber un poco. El engaño y su descubrimiento nos hacen ver que también el pasado es inestable y movedizo, que ni siquiera lo que parece ya firme y a salvo en él es de una vez ni es para siempre, que lo que fue está también integrado por lo que no fue, y que lo que no fue aún puede ser.
El conocimiento implica una culpa para la que no es posible el perdón
Como señala Epicteto José Díaz Navarro, según una conocida sentencia de T. S. Eliot, el conocimiento, en ocasiones, implica una culpa para la que no es posible el perdón. El narrador aquí dice que solo lo que se cuenta existe, pero también vemos que el mundo de lo posible tiene el mismo relieve que el mundo de lo ocurrido, que no hay una sola forma de contar y que casi toda verdad es relativa. En esta novela de Javier Marías la narración en lugar de ayudar a ordenar el caos conduce a una situación que se caracteriza por la incertidumbre. Narrar era un intento de dar forma a lo caótico, pero debe admitirse que el conocimiento humano es apenas una mínima luz en medio de la oscuridad ilimitada y vemos que la literatura a veces se infiltra en las problemáticas relaciones con el otro.
Según Epicteto José Díaz Navarro, si bien los nombres que se mencionan de calles y algunos lugares de Madrid existen realmente, el espacio resulta impreciso y prácticamente no encontramos descripciones. Y ocurre algo semejante con las personas, empezando porque no hay ninguna descripción del protagonista, y de Marta solo conocemos pequeños detalles que en absoluto pueden identificarla. La explicación de esa ausencia descriptiva estaría en que la novela no se concibe como representación que imita la realidad, sino como una creación autónoma cuya relación con la realidad resulta problemática. La presentación de la sociedad en que vive el protagonista es fragmentaria; ni es sistemática ni pretende ser completa y encontraríamos un marcado enfoque subjetivo que se desentiende en gran medida de la dimensión social.
Este artículo contiene fragmentos del discurso pronunciado por Javier Marías en Caracas el 2 de agosto de 1995 durante la ceremonia de entrega del Premio Internacional Rómulo Gallegos, publicado en la edición Alfaguara. También contiene fragmentos del artículo 'Discurso y acción en Mañana en la batalla piensa en mí, de Javier Marías', de Epicteto José Díaz Navarro.