Muere el religioso Jesús Linares, denunciado por abusos sexuales a alumnos de La Salle (Barcelona)

El profesor y religioso Jesús Linares, contra el que varios alumnos del colegio La Salle (Barcelona) habían presentado denuncias por presuntos abusos sexuales, ha fallecido este viernes a los 90 años.

Fuentes de La Salle han confirmado el fallecimiento del religioso en la residencia de Cambrils (Tarragona), donde vivía.

Varios exalumnos de La Salle Premià y de La Salle Montcada (Barcelona) habían denunciado haber sido víctimas de abusos sexuales en las décadas de los 80 y los 90 del siglo pasado por parte de Linares, que en primera instancia había sido acusado de violación por el escritor Alejandro Palomas.

En algunos casos las denuncias habían sido archivadas por prescripción del delito, y, aunque otras seguían su curso, el fallecimiento del profesor extingue la vía penal de este caso.

Abusos a Alejandro Palomas

El escritor Alejandro Palomas, ganador del Premio Nadal en 2018 por su obra Un Amor, verbalizó por primera vez hace dos años en una columna escrita que un religioso abusó de él cuando era niño y desde entonces no había hablado de ello. Ese religioso era Linares.

A principios de este año, Palomas le puso voz a su testimonio ante los micrófonos de la SER, en Hora 25. Relató las vejaciones a las que fue sometido y la huella imborrable que ha quedado en él.

"Yo fui acosado, abusado y agredido sexualmente. Pasé por las tres fases. Cuando uno es agredido es violado. Por un religioso, docente, del colegio de La Salle y esto fue desde finales de curso de EGB", explicó.

Pedro Sánchez recibirá a Alejandro Palomas tras denunciar en la SER los abusos sufridos por un religioso

En esa entrevista, Palomas no quiso decir su nombre completo: "Vamos a llamarlo hermano L, prefiero no decirte su nombre ni si es su inicial real. Era un tío como muy popular. Era muy extrovertido, muy afable, era como el gran papá y yo era un niño muy vulnerable (...) Empezó la historia porque yo empecé a enfermar cuando estaba en el colegio, tenía mucha amigdalitis y enfermaba muy rápido. El proceso era llamar a casa, me llevaban a casa y el que me llevaba era él. Y durante esos viajes ahí empezaron los abusos", señaló Palomas.

El infierno de Alejandro Palomas comenzó en esos viajes a su casa cuando enfermaba. "Él me estiraba en el asiento trasero del coche, estaba muy débil. Con la mano derecha me iba manoseando mientras conducía. Me bajaba los calzoncillos, me hurgaba y me metía mano. Intercalaba eso mientras se masturbaba (...) Temía ponerme enfermo porque temía estos viajes. Mis padres lo querían mucho", confesó.

Unos hechos que prescribieron

Palomas denunció formalmente a su agresor. Dado que los hechos se remontaban a los años 70, el tribunal pidió la opinión de la Fiscalía de Mataró, que el pasado 10 de febrero emitió un informe en el que entendía que los hechos eran anteriores a 1980, y, por lo tanto, bajo la vigencia del Código Penal de 1973, están prescritos, por lo que no podrán ser juzgados.