Fuego y chinchetas
Musica | Ocio y cultura

Canciones de octubre: Menta, Dry Cleaning, Alizzz, Regina Spektor, Depresión Sonora, Soleá Morente, Moito!, The WAEVE, Veintiuno y Alvvays

Una selección de temas delicados, con veneno o que rebosan rabia contenida

The WAEVE.

Madrid

Aún no nos hemos despedido del veroño, pero en Fuego y Chinchetas tenemos muy presente que estamos a solo dos hojas de calendario de tener que hacer balance y elegir lo mejor del año. Un difícil reto al que no dejan de sumarse nuevos candidatos. Para confeccionar esta lista, de hecho, hemos tenido que elegir 10 canciones y dejar fuera muchas más. Nos encanta la ironía de Ojete Calor en Extremismo Mal, el recorrido del coche de los Arctic Monkeys, la nueva perspectiva de La Jetée o la contundencia de bandas como Venturi o la Fundación Francisco Frankestein, pero nos hemos autoimpuesto no abrumar con más de 10 temas cada vez... y somos prescriptores de palabra. Lo que tú hagas después de leer este párrafo ya va ser cosa tuya.

Pero hablemos también de las canciones que sí han pasado el corte porque son auténticos temazos. Algunos muy delicados, como el de Regina Spektor. Otros con veneno reivindicativo, como el Alizzz. O con rabia contenida, como el Menta y Depresión Sonora. Además de un par de canciones compartidas, una de Soleá Morente con La Casa Azul y otra de Veintiuno con Love of Lesbian, que nos han sorprendido. Todas ellas puedes encontrarlas en nuestras lista Chinchetas 2022 de Spotify. Pero nuestras reseñas te ayudarán a entenderlos y apreciarlos. ¡Disfrútalas!

Que pasa nen (Alizzz)

Hace ya tiempo que el genio oculto tras C. Tangana se quitó el antifaz. En su primer disco en solitario, Tiene que haber algo más, retomó sus raíces más poperas en compañía de Amaia, Rigoberta Bandini, J o El Madrileño, incrustándonos el silbidito de Ya no vales en el cerebelo. Pero hasta ahora no le habíamos oído cantar en catalán y su debut musical en la lengua de Ramon Llull no tiene desperdicio porque Cristian Quirante ha decidido disparar con bala contra la revista Enderrock, reivindicando que los chonis de la periferia también pueden formar parte de las "élites culturales" y presumiendo —en el estribillo— de que Estopa o Rosalía son del Baix Llobregat. También asegura que llevará a Castefa (Castelldefels) "tres grammys al año" y resucita (y empodera) al personaje de la Jenny de Els Catarres. En definitiva, una reivindicación del catalán charnego asiduo al Cercanías y que no tiene nada contra la lengua ("no em malinterpreteu, això no va d'idioma / abraçada a Cal Eril, fent vanguarda a Guissona / però em sento la Chanel, català de segona / burgesia intel·lectual podeu menjar-me la polla"), pero sí contra los que, a veces, se apropian de ella.

Hipnomanía (Moito!)

Fuego y Chinchetas nació para explicar qué es el indie, y tras unos años donde el término se ha diluido entre géneros y más subgéneros musicales, podemos decir que uno de los mejores ejemplos para traducir este término es la banda gallega Moito!. Un grupo que se centra en la autogestión y que acaba de lanzar su primer disco, Estados naturales, lleno de temazos e influencias, como en este Hipnomanía que recuerda el sonido de The Cure aunque sin olvidar la tierra galega. Como ejemplo de ello es esa percusión a ritmo de muñeira. "No puedes ocultarme lo que sientes. Esta ciudad es tan extraña cuando todo el mundo se duerme", canta Felipe Castro en un adictivo estribillo de esta oda hacia la obsesión por amor destructivo. Puro indie rock del que, últimamente, echamos en falta.

What Might Have Been (Regina Spektor)

Muchos descubrimos a Regina Spektor por Modern Girls and Old Fashion Men, el temazo que grabó con The Strokes hace casi 20 años. Pero desde entonces —por si no te habísa enterado— lleva ya ocho discos en solitario. Con el último, Home, before and after, no es que hubiese grandes expectativas. ¡Lo normal! Pero no hemos podido parar de escucharlo desde que salió, hace cuatro meses, y eso es un claro síntoma de que se trata de un discazo. Sentimos debilidad por la deslumbrante elegancia de Up the Mountain y por todas las palabras que se inventa en Loveology. Becoming All Alone no tiene nada que envidiarle a Lana del Rey y One Man's Prayer es un cruce perfecto entre Waxahatchee y Fiona Apple. Pero la gota que ha colmado el vaso ha sido la delicadeza cabaretera de What Might Have Been. No podemos contenernos más. ¡Pedazo de disco!

Voy a explotar (Depresión Sonora)

En nuestro bloc de notas tenemos un sin fin de bandas a tener en cuenta, y dentro de esa lista están las que hemos subrayado a conciencia porque no se nos pueden escapar nunca. Depresión Sonora es sin duda uno de los mejores ejemplos de grupos que están subiendo la cima del Tourmalet a buen ritmo y que en breves llevarán el maillot amarillo. Tras varios EPs y temas sueltos, el vallecano Marcos Crespo se suma a esa onda que narra de manera punzante el enfado de las generaciones venideras (y ya no tan jóvenes). Uno más de la hornada del sello Sonido Muchacho. A punto de caramelo está su primer larga duración El arte de morir muy despacio que divide en tres actos. De hecho, al segundo pertenece este Voy a explotar que muestra el odio u oscuridad de las cicatrices que dejan estas penurias, tanto vitales como laborales. Con tintes al puro estilo VVV [Trippin'you], Depresión Sonora va avisando poco a poco de la catástrofe 'nuclear' en la que puede desembocar el cabreo de los chavales.

Can I Call You (The WAEVE)

El nuevo proyecto de Rose Elinor Dougall (The Pipettes) y Graham Coxon (guitarrista de Blur) tiene muuuuy buena pinta. De momento solo han publicado tres canciones (hay disco previsto para febrero), pero la mutación de Can I Call You, que empieza siendo una balada de piano y acaba convirtiéndose en una orgía de saxo, guitarra y percusión, evoca un superpoder —descubierto gracias a la pandemia— al que le vemos bastante recorrido. Graham Coxon también pinta, ilustra cómics y está a punto de publicar su primer libro. Pero, aunque hace muchas cosas bien, siempre ha destacado por ser un virtuoso guitarrista y compositor (suyas son Coffee & TV o la maravillosa BSO de The End of the F***ing World). El rollo experimental de the WAEVE, además, nos recuerda un poco a Black Country, New Road. ¿Quién da más?

Fatal, gracias (Menta)

Aún no nos habíamos olvidado de su primer puñetazo, El apartamento (número 12 en nuestra lista de las mejores canciones españolas de 2020), pero teníamos ganas de más... y ya podemos decir, con orgullo y satisfacción, que no nos han defraudado. Menta necesitaba un buen puñado de canciones con el que empezar a codearse de tú a tú en los grandes carteles y Un momento extraño es exactamente eso: Perro Dolor, Lo que me falta, Segunda aparte... Letras propias de la Generación Z con un sonido que recuerda al mejor indie rock de los últimos 20 años. De hecho, aunque la banda madrileña pertenece a la generación de Alavedra, Camellos, Pantocrator o Carolina Durante, su conexión con Los Planetas o Los Punsetes es, si cabe, la más evidente de todas. Sea como sea, la inconfundible voz de Meji reina sobre una orquesta eléctrica mucho más precisa y engrasada de lo que cabría esperar en un primer disco. Por eso saltar con Fatal, gracias cantando (a grito pelado) "no hay futuro, no hay mañana" va a ser una de las experiencias más catárticas del año. El primer trallazo del que, sin duda, va a ser uno de los mejores discos del año.

Gary Ashby (Dry Cleaning)

Gary Ashby es la historia, y el nombre, de la tortuga familiar que los integrantes de Dry Cleaning tuvieron como mascota y que se esfumó como causa del caos. Florence Shaw, líder de la banda británica, narra a modo audiolibro la maniobra de escapismo del reptil sobre ese soniquete de historieta. Stumpwork nos refuerza la idea de que estamos ante uno de los mejores post-punk del momento, y es que no hace falta berrear para colarse en ese top de este movimiento del que salen otros grupos como Squid, shame o Porridge Radio. También los Gilla Band, que han coincidido casi en fecha de publicación su más que destacable y nuevo trabajo Most normal. Nos flipó New long leg, lanzado hace un año. Y este nuevo LP es, como ya hemos dicho, la confirmación de los reyes del 'spoken word'. El único pero que le ponemos a la formación londinense es la marrana portada del disco. Pelillos a la mar, o al jabón mejor dicho.

Vamos a olvidar (Soleá Morente y La Casa Azul)

Guille Milkyway produce el nuevo disco de Soleá Morente. Todavía no está publicado pero ha avanzado esta canción que comparte con él y que nos ha gustado por todo lo que mezcla en ella: cumbia, un poco de rumba, electrónica marca La Casa Azul y el quejío de la voz de Soleá. Se habla mucho de las fronteras que rompen Rosalía o Zahara en sus discos —y eso es maravilloso— pero ojo al nuevo trabajo de la granaína que, como fiel heredera de su padre, no tiene pensado instalarse en un lugar de confort en la música.

La vida moderna (Veintiuno y Love of Lesbian)

Y otra unión sorprendente nos ha alegrado este comienzo del otoño. Conocimos a Veintiuno en 2018 con Dopamina y supimos que teníamos que seguir la pista a este grupo que poco a poco ha ido haciéndose hueco en los festivales. Ahora han presentado La Vida Moderna, una canción que cantan con Love of Lesbian que ha supuesto un escalón más en su carrera y no es tanto por la voz de Santi Balmes —que también— sino por frases como "le llamáis poliamor a los cuernos de siempre" y por repetir que se les "hace bola" la vida moderna.

After The Earthquake (Alvvays)

Hacía 5 años que la banda canadiense Alvvays no publicaba nuevo disco y este octubre han presentado Blue Rev. El álbum contiene esta canción que está basada en un libro de Murakami, After The Quake, que habla de varias historias que suceden tras el terremoto en Kobe de 1995. El tema tiene una melodía muy ochentera y bailable que baja revoluciones abruptamente hacia el final antes de volver a estallar.

 
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