La Dama de las Camelias
Marie Duplessis es la inspiradora de La Dama de las Camelias, la obra más conocida y emblemática del hijo de Alejandro Dumas. Primero fue una novela romántica escrita en 1848 (cuando tan sólo tenía 23 años) y, dado el triunfo obtenido, años más tarde se convirtió en obra teatral
El drama fue estrenado el 2 de febrero de 1852 y consiguió, al igual que la novela, un éxito sin precedentes. Como diría un tópico titular de la época, la obra se basada en hechos reales, en concreto en la vida de Marie, hermosa, coqueta y cortesana francesa, que amaba por igual a los hombres y a los ramilletes de flores.
El otoño de 1844 empieza una aventura amorosa Alejandro Dumas, el hijo natural de su homónimo con quien mantuvo una relación de amor-odio a lo largo de toda su vida. Es cuando Dumas conoce a una mujer que marcaría su carrera profesional. Ella se llamaba Marie Duplessis, nombre artístico de Rose Alphonsine Plessis, la cual vivió 23 años intensos y azarosos en los que tuvo que trabajar para un fabricante de corsés, luego en una sombrerería y finalmente acabó ejerciendo el oficio más viejo del mundo, pero de altos vuelos. Gracias a su inteligencia y a su indudable encanto, se introdujo en la alta sociedad y llegó a ser mantenida por una larga serie de amantes ricos y aristócratas. Su símbolo era una camelia blanca que ostentaba en el escote cuando estaba libre como un taxi y de color rojo cuando no estaba para saraos.
Por esta época, se ganó el sobrenombre de "La Divina Marie" y comenzaba a ser la cortesana mejor pagada de todo París, gastando más de 200.000 francos al año. Cuando conoce a Alejandro, ella tenía 18 años y coleccionaba amantes. Alejandro era seis meses mayor que ella y se enamora perdidamente. Uno más de la lista, pensaría, pero él quería ser diferente a los otros. Se las ingenia para encontrarse con ella en todos los lugares: en el teatro, la ópera, el paseo... Por fin logra hablarle por primera vez en el teatro de Varietés de París. Ella, como era habitual, estaba con compañía masculina. En esta ocasión, su amante era el viejo y rico conde de Stackelberg, embajador de Rusia en Francia.
A ella le encanta divertirse, comprar y no aburrirse nunca. El joven Dumas tiene encanto y labia suficiente para hacerla reír y que no se aburra, aunque carece de suficiente dinero. Aun así, encandila a Marie que le llamará “su amante amado”. Por ella, Dumas se arruina y tiene que pedir ayuda a su padre, que le recrimina esta relación. Y, tal como sus amigos sospechaban, no duró mucho. Menos de un año. En agosto de 1845, se produce la ruptura entre la Duplessis y Dumas. Tras la carta de despedida, Alejandro no volvería a verla más pues se fue de viaje con su padre a España. ¿Qué fue de Marie tras esa ruptura? No es difícil adivinarlo. Sigue acumulando amantes ricos, como el músico húngaro Franz Liszt que promete llevarla a Constantinopla. Marie cae al final gravemente enferma, en 1846. Viaja sola al balneario de Baden Baden en busca de las terapéuticas aguas termales y sola regresa a Paris para refugiarse en su casa de la que ya no saldrá debido a su tuberculosis.