Feijóo captó el mensaje que le habían lanzado

La política es esto y parece que Pedro Sánchez lo ha vuelto a conseguir, tiene los votos suficientes en el Congreso para poder sacar adelante los Presupuestos. El Gobierno más débil, numéricamente hablando, conseguirá, salvo sorpresas, que se aprueben sus terceros presupuestos consecutivos. Negociando y pactando, con cesiones para quien le apoya, como se ha hecho siempre, gobierne quien gobierne. A menudo, la memoria es tan frágil que algunos olvidan las extrañas alianzas tejidas por sus predecesores.

Poco a poco ha ido Pedro Sánchez sumando los votos sin, seguramente, tener que activar la palanca de la reducción de penas por malversación. Tanto el Gobierno como Esquerra parece que quieren enfriar ahora la idea que no hace tanto les parecía esencial, conscientes, especialmente el Ejecutivo, de las dificultades que tenía para explicar el porqué de esta decisión. Y cuando uno no puede dar explicaciones, quizás concluya con que no había sido una muy buena idea.

Y son los Presupuestos los que contribuyen determinantemente a la estabilidad, unos presupuestos que, por cierto, recibieron también el visto bueno de Europa, aunque con alguna nota a pie de página. Y esto contrasta con el panorama apocalíptico que el líder del PP insiste una y otra vez en dibujar. Ayer salió a enfrentarse al presidente del Gobierno en el Senado, espoleado por aquellos que le exigían que fuera “implacable”. Se vio que había captado el presidente del PP el mensaje lanzado desde una portada, porque él mismo, sin que nadie se lo pidiera, introdujo la palabra en su intervención.

Le pidieron que mordiera y él lo intentó, pero claro, cuando uno intenta ser lo que no es, a menudo lo que sale es una caricatura. Le está pasando a Feijóo lo mismo que le pasó a Pablo Casado, que quien realmente manda en el partido no es exactamente él. Y los que le dirigen quieren situarlo donde él mismo se va situando poco a poco, escorado hacia el ala más radical del partido.

No hay ninguna propuesta en la hoja de ruta de Feijóo, ni para la economía, ni para Cataluña ni para nada. Empezó confrontando con Pedro Sánchez por la economía, como no conseguía rentabilizarlo pasó al tema de Cataluña y ayer fue la ley del 'solo sí es sí'.