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Política | Actualidad

Así eran los jóvenes españoles antes de la Guerra Civil

El testimonio de Ángeles Flórez, una de las últimas milicianas que quedan

Ángeles Florez es una de las últimas milicianas que quedan.

Madrid

Imaginar el mejor futuro posible y acabar viviendo una guerra civil. Tener una idea optimista del futuro de un país y pasar la juventud bajo las bombas, en el frente o llorando pérdidas. Ángeles Flórez forma parte de esa generación. Es de las pocas que quedan. Tiene 104 años y estaba a punto de cumplir 12 años cuando el diario El Sol publicó una encuesta dirigida a los jóvenes españoles. Ellos podían enviar sus respuestas a un cuestionario muy variado donde se preguntaba por sus aficiones, sus gustos, pero, en especial, por su visión de España: ¿Qué puede y debe hacer por España la generación nueva?; España, en nuestros días, ¿progresa o decae?; ¿Estamos mejor o peor que hace 30 años?. Son sólo algunas de las preguntas que lanzó el periódico 'El Sol'.

El historiador Juan Francisco Fuentes ha recopilado las respuestas de esos jóvenes y ha reconstruido algunas de esas biografías en "La generación perdida" (Editorial Taurus). La reconstrucción de la trayectoria posterior de muchos de estos jóvenes muestra un destino trágico, marcado por la Guerra Civil y sus secuelas, que contrasta con su fe en el futuro unos pocos años antes. Esa fe en el futuro es especialmente llamativa en el caso de estos jóvenes: "España fue uno de los países más americanizados de Europa en los años '20, porque no sufrió el trauma de la Primera Guerra Mundial y el trauma de la postguerra, como sí sufrió, por ejemplo, Alemania. Y en ese sentido en España se percibe esa alegría de vivir con una intensidad muy especial. Tal vez además porque se pasa sin solución de continuidad de una tradición católica a una cultura hedonista. Por tanto, el contraste es mucho mayor", explica Fuentes.

El interés de los jóvenes por la política es la misma que se respiraba en la casa de Ángeles: "Cuando estábamos todos en la mesa, se hablaba mucho de política. Se hablaba de Primo de Rivera, pero yo siempre respetaba a los demás, a no ser que fuera el Fascismo". El Fascismo no preocupaba especialmente a los jóvenes españoles. "A Hitler le faltaban cuatro años para llegar al poder, nadie estaba pensando en campos de concentración. Nadie estaba pensando en el Holocausto", aclara el historiador.

El optimismo de finales de los '20 dio paso a una radicalización política, que Ángeles Flórez pudo comprobar en su propia familia. Vio cómo las ideas podían llevarte a la tumba cuando su hermano se convirtió en uno de Los Mártires de Carbayín en 1934: "Mi hermano era comunista, pero no era un comunista cerrado. Lo cogieron para hacer una declaración y no lo vimos más, hasta que una mujer que paseaba por un monte, se extrañó al ver papeles y cosas tiradas. Se acercó y se encontró con esos 24 asesinados. Y uno era mi hermano".

Cuando Franco dio el golpe de Estado, Ángeles no se lo podía creer: "Yo no pensaba que fuera posible, pero mi madre, sí. Ella venía avisando de que íbamos a vivir una guerra". Y así fue. Ángeles acabó como voluntaria en el frente de Oviedo, la condenaron a 15 años de prisión en un consejo de guerra. La Guerra Civil marcó su vida para siempre. Se exilió en Francia hasta que en 2004 decidió volver, por fin, a Asturias.

Así eran los jóvenes españoles antes de la Guerra Civil

Marisol Rojas

Trabaja en la Cadena Ser desde 2007. Empezó madrugando...