Messi celebró la victoria del Mundial de Qatar con una copa falsa
Di María avisó al astro argentino que tenía la Copa del Mundo verdadera mientras él celebraba con una réplica que llevaron unos aficionados
Leo Messi vivió el 18 de diciembre el momento que más ansiaba desde hace años: alzar la Copa del Mundo al cielo. Sin embargo, lo que no supo hasta pasados unos minutos es que la que llevaba en sus manos y con la que se hizo todas las fotografías en el estadio de Lusail donde se jugó la final del Mundial de Qatar, incluida la imagen con más me gusta de la historia de Instagram —74.362.000 'me gusta' en la cuenta @leomessi—, era falsa. El trofeo era una réplica que un matrimonio argentino coló en el campo.
¿Cómo llegó hasta Messi la Copa falsa? Unos hinchas de Buenos Aires la llevaron a Doha y de donde estaban sentados pasó al césped, y en medio de la locura llegó a los brazos del capitán. El '10' de Argentina, al que solo le faltaba este trofeo por levantar, lo llevó en volandas por todos los escondrijos del estadio hasta que su compañero Di María le avisó que la que llevaba no era la verdadera, que la real era la que portaba el actual jugador de la Juventus. Dos días después de la final, el fotógrafo Fernando de la Orden, de los diarios argentinos Clarín y Olé, publicó en Instagram este momento en el que el 'fideo' le advertía. "Di María le decía a Leo que había dado la (mini) vuelta (olímpica) con una copa 'trucha', él tenía la verdadera, por eso se reían", respondió ante la pregunta de otro colega, Santiago Bluguermann. Los dueños de la réplica aparecieron en escena. "Fernando, los dueños de la copa 'trucha' somos nosotros y se la pasamos a los jugadores en la cancha. Muy gracioso. Gracias", escribió Paula Zuzulich.
Era tal la perfección de la réplica que nadie se dio cuenta hasta ese momento y, por ello, el rosarino se lo tomó a broma. Antes de ello, el capitán de la albiceleste ya se había encontrado con otros dos asuntos que podrían haber fastidiado su gran momento. Uno de ellos la capa que el emir de Qatar Sheikh Tamim bin Hamad Al Thani le puso en la ceremonia antes de darle el trofeo dorado (el real). Esta túnica negra confeccionada a mano que solo pueden portar autoridades de importancia para el régimen qatarí en fechas destacadas se llama 'bisht' —y ahora un abogado de Omán ofrece un millón de dólares a Messi por hacerse con ella—. Además, e inconscientemente, Messi emuló la histórica foto de Maradona del Mundial del 86, pero su compañero Lautaro Martínez aparecía subido a uno de los largueros y muchos aficionados ya pedían a un mago del Photoshop para hacerle desaparecer de esta instantánea. Mismos usuarios que han llegado a culpar a esta pareja de argentinos que "estropearon" las icónicas fotos del '10' con un trofeo falso. Messi no le dio importancia.
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Zuzulich, dueña de la copa 'trucha' como dicen los argentinos, conocía al fotógrafo De la Orden tras un encuentro durante el torneo. "Antes del Mundial contactamos a gente que se dedica a hacer copas y tardó seis meses en fabricarla. Tiene el peso de la original, está hecha con resina y cuarzo en el interior y bañada con una pintura símil oro. Hay algunos detalles, marcas y relieves que no son similares, pero la diferencia es mínima", explicaron el matrimonio a Clarín. "La idea era que los jugadores pudieran firmarla, pero al final la Copa entró tres veces al campo de juego. La primera se la llevó un familiar de (Leandro) Paredes, y la firmó. La segunda vez nos la piden y estuvo 45 minutos, pasaba de un jugador a otro, de un familiar a otro, y se sacaban fotos. En la tribuna me decían 'perdiste la Copa'. Nos divertíamos pero queríamos que volviera. Ahí le grité a un par de jugadores ‘si ves la Copa que tiene Paredes es la nuestra’, y al final la trajo Lautaro Martínez, que también la firmó. Ahí vino personal de la FIFA y nos la pidió para confirmar que no era la original", señalaron.
El Winner Trophy, la copa real, solo estuvo unos minutos sobre el césped. Messi la levantó y se volvió a Suiza, donde está la sede de la FIFA. Es ahí cuando hacen el 'cambiazo' por una imitación oficial, situación que ya conocían los jugadores. Esto fue lo que les confundió a los recién campeones, que empezaron a festejar con una réplica que habían traído unos compatriotas. No está claro si llegaron a coincidir las tres Copas del Mundo (la verdadera, la réplica oficial y la 'trucha'), pero sí que hubo dos imitaciones sobre el estadio de Lusail durante media hora. Pablo y Paula, dueños de esta falsa copa, contaron una historia que nunca olvidarán: cuando Messi levantó la copa que ahora tienen en casa. "Cuando empezamos a ver las fotos nos dimos cuenta de que Leo la había levantado. Vimos detalles, sobre todo de la parte de abajo, que confirmaron que era la nuestra. Antonella (la mujer de Messi) levantó esta copa, también uno de los hijos de Messi", dijo. Di María, que durante esa media hora le dijeron que "no diese la Copa del Mundo a nadie" se dio cuenta y se lo contó a Leo Messi, quien pegó una carcajada, total... ya era campeón.
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Íñigo Renedo
Redactor de deportes en la Cadena SER y forma...