Aprovechar la biomasa de nuestros bosques. Una asignatura pendiente

Me ha sorprendido saber que España es el segundo país, detrás de Suecia, con mayor superficie forestal. El 55% de nuestra extensión territorial, concretamente. Tenemos, además, una gran diversidad de ecosistemas que van desde los Atlánticos, más rentables para su explotación. A los mediterráneos con especies más longevas, y de crecimiento más lento y por tanto más difíciles de rentabilizar. Según un informe del Instituto de Ingeniería de España, en nuestro país se aprovecha tan solo el 30% de la biomasa forestal. Eso, a pesar de que la biomasa es la fuente de energía autóctona más importante de Europa desde 2016, por delante de los combustibles fósiles. Además, España ocupa el puesto 22 de los 27, en cuando a la proporción de energía eléctrica producida con biocombustibles sólidos. Por no hablar de que la biomasa, como recurso energético - junto con otros procesos de aprovechamiento forestal- son agentes dinamizadores de la economía rural.

Existe una Estrategia Forestal para 2050, donde el gobierno reconoce que hace falta todavía mucho trabajo para aumentar el aprovechamiento de los bosques y su aportación a nuestra economía, y sobre todo a la estrategia de economía circular, que de momento está muy por debajo de su capacidad de producción. Ahora la aportación del sector forestal a nuestra economía equivale al 0’6% del PIB. Muy por debajo de la media europea. En Finlandia, por ejemplo, supone hasta el 15%. El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, esbozan la necesidad de doblar potencia eléctrica procedente de biomasa agrícola y forestal en 2030. Tan solo nos quedan 7 años, hay mucho trabajo por hacer. Hemos hablado con Fernando Montes Pita, Ingeniero de Montes e Investigador del Instituto de Ciencias Forestales del CSIC.