La sangre detrás de un código de barras
Esta sección de 'Miénteme Cine' con Carlos López Tapia y Javier del Pino sobre la sangre en las películas
La sangre detrás de un código de barras
Madrid
El personaje más frecuente en las pantallas de todo el mundo no es Sherlock Holmes, ni Jesucristo, es el vampiro llamado Drácula que, digan lo que digan miles de publicaciones, no está documentado que tenga nada que ver con el rumano Vlad el Empalador. La sangre ha atraído a la humanidad desde que el primer primate se sorprendió al ver que salía un líquido rojo de su interior. El recorrido histórico de Miénteme cine comienza entre la llegada de un transporte con contenedores de sangre y una maqueta de terracota del Nilo con más de cinco mil quinientos años. Es la sangre lo que une ambas cosas.
A veces maldita, a veces bendita
En la historia hay sangre maldita, la menstruante, y bendita, la de gladiadores, reyes o santos; sangre que salva, como la del australiano llamado Brazo de oro cuya rareza ha salvado a unos dos millones de bebés, y sangre que condena, como la contaminada con SIDA en los ochenta. El déficit de sangre aumenta cada año mientras continúa la carrera por encontrar una artificial y universal. Al frente hay un equipo británico en Bristol y un proyecto europeo entre alemanes, franceses y españoles, pero nuestra médula ósea produce cada segundo dos millones de glóbulos rojos y los laboratorios están todavía muy lejos de esa eficacia.
La robótica que analiza nuestra sangre
Isabel bolaños acompaña a Elisa Ramírez Mendoza, responsable del laboratorio central de la multinacional Unilabs, siguiendo el recorrido de la sangre que ponemos en manos de la medicina para su análisis. En los últimos veinte años la investigación y la robótica han transformado completamente un mercado que sigue estando en el centro de los intereses más futuristas. El proyecto Theranos para desarrollar un minilaboratorio personal ha terminado con una condena a prisión de su principal responsable por estafa, mientras que la startup Ambrosia despierta polémica por emplear transfusiones de sangre joven para prevenir enfermedades de la vejez.
Los vampiros están presentes tanto en la cultura grecorromana como en otras desde hace miles de años, tantos como la sangre es empleada como alimento. Si en unos siglos la inmortalidad tras la que corre la humanidad se hallara en la sangre, la historia daría la razón a los vampiros.