"Devuelve el brazalete": el vestuario del PSG, al límite antes de su eliminatoria de Champions League

Un año más, parece que se repetirá la historia en París. El proyecto, edificado con el dinero de la propiedad qatarí, ha juntado una cantidad de talento inimaginable. Pese a ello, los resultados en la Champions League no acaban de llegar. Se quedaron cerca de ganar su primera Orejona en 2020, perdiendo en la final ante el Bayern de Múnich. Si bien llegaron a semifinales el año pasado, caer ante el Real Madrid en octavos con aquella remontada que aún retumba en el Bernabéu hizo que cambiase el chip en el proyecto. Ante la ingente reunión de estrellas, debían cohesionar un equipo que no se cayese como un castillo de naipes cuando viniesen mal dadas. Por medio de la gestión de Luis Campos y con la controvertida renovación de Mbappé, todos los fichajes iban enfocados a reforzar ese concepto. Aun así, a principios de febrero y con la eliminatoria de octavos de Champions a la vuelta de la esquina, parece que no se ha aprendido de los errores del pasado.

Ante el Mónaco, con un 11 marcado por las bajas de jugadores importantes y un virus que afectó a gran parte de la plantilla, perdieron por 3-1, dando una imagen muy mala. Sin Mbappé y Messi (se perderán también la eliminatoria ante el Bayern), el once que sacó Galtier no dio el nivel en ningún momento del partido. Luis Campos, en el vestuario, recriminó su mala actitud a los jugadores. Neymar y Marquinhos, dos de los pesos pesados del vestuario, respondieron al director deportivo, dejando un caldo de cultivo terrible para buscar la remontada en la segunda mitad. Como era previsible, no se dio, y algunos jugadores querían rendir cuentas con los ultras parisinos presentes en el estadio Luis II. El propio Marquinhos, como capitán, le pidió a Donnarumma que no lo hiciese, pero fue igualmente. Iba a ser el único en acercarse hasta que Presnel Kimpembe fue a pedirle perdón a los radicales, provocando que se formase un movimiento en redes contra el defensor brasileño con el hashtag #MarquinhosRendLeBrassard (Marquinhos, devuelve el brazalete).

¿Otro fracaso a la vista?

Con señalados en todas las parcelas posibles, es complicado imaginarse un final feliz para el PSG en esta temporada. No es que el Bayern de Múnich llegue en su mejor momento a los octavos de final, pero llega mucho mejor que los parisinos. Mbappé decidió quedarse para conseguir esa ansiada Champions League a orillas del Sena, haciendo que más de uno se acuerde (para mal) de él tras derrotas como la del Mónaco. Si bien el fútbol siempre da revancha (y pocas mejores que ganar a los alemanes en Champions), es una misión prácticamente imposible. La ausencia de Messi y el propio atacante francés cierran la puerta a conseguir un buen resultado en el partido de ida. Para la vuelta, habrán ganado tiempo, pero tendrán que jugarse el pase en Múnich. No ha sucedido nada aún, pero, un año más, parece que el PSG no logrará la Copa de Europa.