La única bala para mantener un gobierno progresista

La maquinaria electoral se había quedado con el pilotito rojo encendido, a la espera de que tras las elecciones, los análisis y los balances se apagara, al menos durante unos meses, pero se ha vuelto a poner en marcha sin tiempo para enfriar los motores. El anuncio de Pedro Sánchez ha pillado a todo el mundo con el músculo entrenado, aunque esto no quiera decir que no tengan todos un ingente trabajo por delante.

Al PSOE le toca recomponerse y levantarse de la lona, tras el varapalo del domingo, a su izquierda les toca poner orden y ponerse de acuerdo y al PP le toca ser capaces de gestionar la euforia y no dar nada por hecho, porque hay que volver a votar y hay que volver a contar votos.

Y queda Ciudadanos, que tira la toalla. Ayer anunció su renuncia a participar en las generales, y firma, prácticamente, su acta de defunción. De casi tocar el cielo, con Albert Rivera y mucha fanfarria mediática, a desaparecer del panorama político español. Un caso que deberá estudiarse en las facultades de política.

Este es el panorama a menos de dos meses de unas nuevas elecciones, con medio país de vacaciones y con cierta sobredosis de citas electorales. De momento ya hay algunos movimientos, la izquierda intenta la que puede ser su única bala para poder mantener un gobierno progresista, y esta es presentarse unida ante el electorado. El paso que dio ayer Yolanda Díaz, registrando la plataforma Sumar como partido, pretende meter presión a Podemos, debilitado tras las elecciones y que no puede retrasar más la decisión porque el calendario aprieta, y mucho. Sumar cuenta ya con el poyo de Izquierda Unida, Más País o Compromís, pero la clave sigue siendo lo que haga Podemos.

Por la derecha, el PP intenta demorar tanto cuanto sea pueda sus posibles pactos con Vox en algunos ayuntamientos y comunidades autónomas. Candidatos a alcaldías y a presidencias autonómicas están barajando ir a las investiduras sin pactos cerrados con la ultraderecha para que esta tenga que mojarse y dejar a los socialistas sin argumentos por estos posibles acuerdos.

Esto no ha hecho más que empezar, nos queda mucho todavía por ver y por escuchar. Y ayer ya tuvimos algunas pistas, con declaraciones, vídeos y movimientos en redes.

Nadie va a dejar pasar nada al contrario, así que esperemos que la campaña no se convierta en una pelea en el barro. Que el esfuerzo que se pide a los ciudadanos con estas elecciones en pleno verano se vea recompensado, al menos, con un mejor nivel de los responsables políticos.