El gazpacho es uno de los platos estrella de cada verano y, aunque no es difícil elaborarlo, sí hay que dedicar un rato que mucha gente prefiere dedicar a estar un rato más en la tumbona o, simplemente, a sobrevivir a altas temperaturas. Los gazpachos envasados de los supermercados son una buena opción para todos ellos pero no todos son iguales. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha analizado 58 de ellos y lo primero que observa es una diferencia notable de precio entre los que son de marca blanca y los que no: un gazpacho de primeras marcas tiene un coste medio de 3,73 euros el litro mientras uno de marca de distribuidor suele ser inferior a los 2 euros. El gazpacho es uno de los productos que más se ha visto afectado por la inflación: han subido un 25% respecto a 2021. La mayor subida la han sufrido los de brik, que son ahora un 32% más caros que hace dos años. Teniendo en cuenta los precios y el sabor, la OCU ha detectado dos gazpachos de marca blanca que sobresalen respecto al resto, uno de Lidl y otro de IFA, que se encuentra en cadenas de supermercados como unide, Ahorramas o BM: Gazpacho tradicional de Chef Select (Lidl). Tiene una valoración de 83 sobre 100. Cuesta 1,55 euros/litro y, según la OCU, tiene un «color típico a tomate y un olor que recuerda al gazpacho casero, con una textura ligeramente densa. Tiene buen sabor, fresco, donde se perciben las verduras». Gazpacho tradicional Eliges (Grupo IFA). Ha sido puntuado con un 80 sobre 100. Su precio es de 1,99 euros/litro y tiene «color rojo intenso con pintas verdes, olor a verdura y fresca textura cremosa, buen gusto, equilibrado que recuerda al gazpacho, aunque al final deja un ligero regusto a zumo de tomate». La mayoría de gazpachos analizados comparten ingredientes (tomate, pimiento, pepino, cebolla y ajo, además de una pequeña cantidad de aceite de oliva virgen, vinagre y sal). La organización de consumidores destaca que «la cantidad de aceite de oliva rara vez supera el 5%, las hortalizas suelen triturarse ya peladas y no es habitual que incorporen pan, por lo que tienen menos fibra, menos sabor y también menos calorías que un gazpacho casero». La OCU también advierte de que el hecho de someter o no a un producto a un tratamiento térmico, como la pasteurización, no implica diferencias en la calidad final del producto: «De hecho, los gazpachos denominados frescos, muchos de los cuales no llevan tratamiento de conservación, no son necesariamente más sabrosos o nutritivos pero son bastante más caros y suelen distinguirse por comercializarse en un envase de plástico pet, frente al tradicional brik».