Decepcionante: así fue el único cara a cara que veremos en esta campaña electoral

Fue el único cara a cara que veremos en esta campaña electoral y fue decepcionante. El Partido Popular había conseguido imponer su criterio antes de que los dos candidatos se sentaran a debatir. Sólo un cara a cara, como quería Feijóo, y en la tele que quería Feijóo, despreciando la televisión pública que pagamos todos con nuestros impuestos.

Así que, de entrada, el terreno de juego lo había decidido uno de los contendientes, y a partir de aquí, y ya con los focos encendidos, el debate fue una oportunidad perdida. La única oportunidad que teníamos los ciudadanos de conocer y contrastar las propuestas de cada uno de los candidatos. Porque no hubo forma de que nos enteráramos lo que propone cada uno: interrupciones, chascarrillos, "déjeme hablar", "no me interrumpa", retahíla de datos sin posibilidad de contrastar, ruido y más ruido.

Y todo esto con un Feijóo que controló bien los tiempos y las formas y un Pedro Sánchez que parecía ir siempre a rebufo. Ni siquiera fue un buen espectáculo televisivo, porque hay una regla que rige incluso en los programas de entretenimiento: "no hablen ustedes a la vez porque apagamos la tele".

No busquen hoy ganadores y perdedores del debate entre los dos contendientes, porque los que perdimos fuimos los ciudadanos. El debate de ayer no cumplió con el objetivo que debe cumplir un debate.

No nos enteramos de nada, y ya veremos su capacidad para mover el voto.