Justicia Alimentaria denuncia la presencia de pesticidas prohibidos en España y pide la supresión de los más tóxicos

La organización Justicia Alimentaria ha presentado este martes un extenso informe (Buena suerte) sobre el uso de pesticidas y sus graves efectos en la salud y en el medio ambiente que, además, señala cómo España fabrica y exporta productos tóxicos que no se pueden usar en la Unión Europea a Marruecos y Brasil, dos de los países de los que más fruta importamos. Algo a lo que denominan efecto bumerán: «Te vendo un tóxico peligroso, lo utilizas en las plantaciones de frutas y verduras, y luego te las compro. Un buen negocio para las corporaciones, pero malas noticias para la población de aquí y de allí». El informe aplaude que Francia haya vetado ya la exportación de pesticidas que están prohibidos en la UE y reclama un debate público al respecto porque «la ambiciosa propuesta legislativa que proponía reducir su uso en un 50%, y reparar el 20% de los ecosistemas dañados, ha sido atacada por parte de los grupos conservadores de la Eurocámara y los lobbies agroquímicos hasta lograr congelar cualquier reglamento para después de las elecciones al Parlamento Europeo, previstas para mayo o junio de 2024». Según Justicia Alimentaria, el aplazamiento de esa regulación puede acabar logrando que «que las medidas no se lleven nunca a cabo y que las estrategias De la Granja a la Mesa y Biodiversidad del Pacto Verde Europeo queden en papel mojado». Respecto al sistema de control, Justicia Alimentaria denuncia que España es el país de la UE que menos muestras analiza per cápita, y eso en un contexto en el que se practican la mitad de controles que hace una década. «La UE tiene la llamada Red de Alerta Rápida para los Productos Alimenticios y Piensos (RASFF), que intenta detectar los riesgos para la población europea de los alimentos que entran en la UE. Si miramos cuántas alertas se han generado por presencia ilegal de residuos de pesticidas en alimentos importados veremos que son más de 3.000 en dos años y medio. Es decir, 3,5 alertas cada día». El informe señala casos concretos: «El Clorpirifos es un pesticida prohibido en la UE desde 2020 ya que se ha demostrado su alta toxicidad sobre la evolución del cerebro y del sistema nervioso, llegando a originar autismo y trastorno de déficit de atención, entre otras muchas enfermedades. Solamente en enero de 2023, y según datos de la Red de Alerta Rápida para los Productos Alimenticios y Piensos (RASFF), Europa detectó 15 partidas de cítricos que contenían sustancias químicas ilegales. La inmensa mayoría de esos productos era Clorpirifos, aunque en la lista de alertas aparecen también otros pesticidas como el Dimetoato o el Buprofezin, todos ellos también vetados en territorio europeo». El informe de Justicia Alimentaria sostiene que las frutas y hortalizas con mayor presencia de pesticidas son —por este orden— la fresa, la espinaca, la kale, el melocotón, la pera, la nectarina, la manzana, la uva, el pimiento morrón, la cereza, el arándano y la judía verde. Respecto a los efectos de estos pesticidas sobre la salud, el informe Buena suerte se remite a una publicación de la UNEP (la Agencia de Naciones Unidas para el Medio Ambiente) sobre los impactos económicos, medioambientales y sanitarios de los pesticidas, que distingue entre efectos agudos y crónicos, y sostiene que es difícil vincular a pesticidas concretos con problemas de salud debido al gran número de productos que se utilizan de forma simultánea y a la necesidad de estudiar sus efectos a largo plazo. «A pesar de esas limitaciones, sin embargo, cada vez hay más evidencia acerca de la relación entre la exposición a pesticidas y varios problemas de salud, como distintos tipos de cáncer, así como patologías neurológicas, inmunológicas y reproductivas», dice el informe. Según Justicia Alimentaria, «es perfectamente posible producir alimentos en la cantidad y calidad necesaria para alimentar a la población europea o del Estado español sin pesticidas», pero la prohibición de los pesticidas químicos de síntesis supondría tener que «cambiar el modelo industrial por el agroecológico». Una decisión que, según la organización, es más política que técnica, pero que tendría fuertes implicaciones económicas. España, de hecho, «es el primer país europeo en ventas de pesticidas y el sector factura más de 1 000 millones de euros». «A escala global, según datos analizados por Unearthed —organización periodística independiente financiada por Greenpeace y la ONG suiza Public Eye— en 2018, las ventas de este tipo de pesticidas generaron unas ganancias del orden de 4.500 millones de euros para las cinco principales empresas del sector, que son BASF, Bayer, Corteva, FMC y Syngenta. Es más, el 36 % de estos beneficios (1.700 millones) los obtienen por las ventas de alguno de los llamados Pesticidas Muy Peligrosos».

Justicia Alimentaria denuncia la presencia de pesticidas prohibidos en España y pide la supresión de los más tóxicos

Fresas, espinacas y melocotones, entre las frutas y hortalizas con mayor presencia de pesticidas

Carlos G. Cano

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