Cuca Gamarra sufre una derrota en el Congreso y muchos se acuerdan de esta persona de su pasado
"En su casa, acariciando un gato"...
EFE / Cuca Gamarra
Madrid
Cuca Gamarra era la candidata del PP a presidir el Congreso de los Diputados, pero ha sufrido una contundente derrota este jueves. Será la socialista Francina Armengol quien presida la cámara, tras hacerse con 178 votos frente a los 139 que ha logrado la candidata popular. A medida que avanzaba el recuento y se hacía evidente que Gamarra no había logrado tampoco los votos de Vox muchos se han fijado en este detalle de la bancada del PP: su cara.
Tras la derrota contundente derrota sufrida por Gamarra y su partido este jueves, han sido muchos también los que se han acordado de una persona que fue importante en su pasado: Pablo Casado. Los internautas se han referido con mucha ironía al que fuera líder del PP, defenestrado por los suyos:
Sorayista, primero; con Casado después
Cuca Gamarra fue una de las encargadas de pilotar la etapa de transición en el partido tras la guerra interna que provocó la salida de Casado.
Gamarra era portavoz del PP en el Congreso desde septiembre de 2020, cuando sustituyó a Cayetana Álvarez de Toledo. Durante la etapa de Pablo Casado, Gamarra fue la única 'sorayista' -respaldó a Soraya Saénz de Santamaría en el cónclave que eligió a Casado presidente- perteneciente a la cúpula del partido y en los primeros momentos de la crisis interna por el choque entre Génova y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se alineó con Casado y defendió que el líder de su formación perseguía la ejemplaridad en política.
Pablo Casado (d), y Cuca Gamarra en la sesión plenaria del Congreso de los Diputados. / Kiko Huesca
Pablo Casado (d), y Cuca Gamarra en la sesión plenaria del Congreso de los Diputados. / Kiko Huesca
Sin embargo, tras el enfado de las bases y después de que el partido anunciase el cierre del expediente abierto a Ayuso por los contratos de los que se benefició su hermano, Gamarra fue una de las dirigentes que, a puerta cerrada, amenazó con dimitir si Casado no convocaba un congreso extraordinario, como también hicieron los portavoces en el Senado y en el Parlamento Europeo, Javier Maroto y Dolors Montserrat, respectivamente.
