Claves del conflicto entre Palestina e Israel: la guerra regresa al lugar donde nunca se firmó la paz

La ofensiva de Hamás del pasado sábado ha provocado el resurgir de una escalada bélica en la Franja de Gaza, donde casi la única certeza es que el número de víctimas va a seguir aumentando en ambos bandos

Un palestino inspecciona una mezquita destruida en los ataques israelíes contra el campo de refugiados de Shati, en / AP

Carlos de Barrón @carlosbarron21

Cadena SER09/10/2023 - 20:05 UTC

Uno de los lugares con mayor densidad de población del mundo, la Franja de Gaza, está de nuevo sumergido en un conflicto armado. Los ataques perpetrados este sábado por Hamás, considerado como grupo terrorista por la UE y EEUU, y la respuesta de Israel, bombardeando cientos de objetivos palestinos, han supuesto el resurgir de una guerra histórica que Tel Aviv tenía asumido que había ganado —amparados por la imprescindible colaboración y pasividad de las potencias occidentales—.

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Sin embargo, lo sucedido este fin de semana ha elevado el conflicto a un lugar casi desconocido históricamente. La ofensiva de Hamás dejó en un solo día más de 700 israelíes muertos, en su mayoría civiles. Es la mayor cifra registrada en un solo día, incluidas las guerras pasadas. El gobierno de Netanyahu, el más ultranacionalista que ha tenido el país, decidió declarar el estado de guerra y responder con cientos de bombardeos en varios objetivos, asesinando a más de 400 palestinos.

Transcurridas las primeras 48 horas, el único escenario certero es que el número de víctimas de ambos lados va a aumentar. La respuesta militar de Israel no ha hecho nada más que comenzar y se espera que, como en ocasiones anteriores, supere la virulencia de los ataques recibidos. Ariel Kallner, diputado del Likud, el partido del gobierno, aseguró el sábado que el objetivo es una "Nakba que supere a la del 48". La Nakba se define como el desastre que sufrió más de la mitad de la población árabe en 1948, cuando alrededor de 750.000 personas fueron expulsadas del país y se convirtieron en refugiados en los estados vecinos.

Una ofensiva sorpresa que superó al 'mejor sistema de inteligencia del mundo'

El ataque perpetrado por Hamás este sábado ha supuesto un hecho sin precedentes. La ofensiva con más israelíes muertos y secuestrados de la historia se llevó a cabo sin que el Mossad, el servicio de inteligencia de Israel, tuviese la más mínima sospecha. Y esa es precisamente la pregunta que muchos ciudadanos hebreos se hacen. Cómo es posible que, el que presume de ser el mejor sistema de inteligencia del mundo, no fuera capaz de actuar preventivamente.

Los integrantes de Hamás lanzaron su ofensiva por tierra, mar y aire. Las sospechas de que Irán ha colaborado de alguna forma van creciendo, ya que desde Tel Aviv tenían como una posibilidad muy remota que el grupo armado tuviera la capacidad de llevar a cabo un ataque como el sucedido. Además, Hamás ha difundido varios vídeos en Telegram de cómo ensayaron el plan que posteriormente ejecutaron con éxito para sus intereses.

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Dos factores son probablemente los que mejor evidencian que el ataque del sábado supone un antes y un después en la historia del conflicto. Por un lado, se trata de la primera vez en la que las fuerzas palestinas logran penetrar en terreno israelí de una forma tan generalizada desde la guerra de 1948. Por otro, Israel tiene el escudo contra cohetes Cúpula de Hierro, con una gran efectividad, pero cuyas baterías se despliegan en función de la percepción del peligro. El sábado Hamás lanzó, en apenas unas horas, entre 3.000 y 7.000 cohetes, dependiendo de si esta cifra se toma de la propia organización palestina o del ejército hebreo.

La reacción internacional: Occidente se alinea con Israel

Desde que estalló el conflicto, a mediados del siglo XX, Israel ha ido poco a poco anexionando territorios y sometiendo a la población palestina. La evolución de los mapas muestra de forma evidente cómo ha ido ensanchando su frontera a costa de achicar la de Palestina. Además, Estados Unidos es su principal aliado y eso provoca un efecto dominó en las principales potencias occidentales, que han optado por ponerse de perfil todos estos años y ahora se han apresurado a mostrar su apoyo a Tel Aviv, condenando los "ataques terroristas" de Hamás.

Así, EEUU, la UE, Ucrania y el resto de potencias del eje occidental se han posicionado en favor de Israel. Por su parte, la Liga Árabe, que se posiciona con Palestina, ha convocado una reunión de urgencia para coordinar la situación en Gaza y encontrar la forma de "frenar esta escalada grave".

Las claves del conflicto entre Israel y Palestina: "En el origen del problema hay una palabra: ocupación"

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Otro país que juega una especial relevancia es Arabia Saudí. Desde Washington fijaron como uno de sus objetivos potenciar las relaciones entre los saudíes e Israel. El plan avanzaba de forma positiva para sus intereses, pero la guerra actual les obliga a posicionarse. Además, también están integrados en la Liga Árabe. Por el momento, se han limitado a pedir "el cese inmediato de la escalada".

En este sentido, resultan especialmente llamativas las palabras que hace apenas una semana pronunció Jake Sullivan, consejero de Seguridad Nacional de EEUU: "La región de Oriente Medio se encuentra hoy más tranquila de lo que ha estado en las últimas dos décadas".

"Gaza es el infierno en la Tierra": el origen histórico del conflicto

Los motivos reales de este conflicto, que dura casi 70 años, se remontan a 1947. Fue entonces cuando Naciones Unidas, ante el exterminio de la población judía durante el nazismo, decidió dividir la región donde vivían los palestinos en dos estados: uno árabe y otro judío. Ni los ocupantes ni los ocupados estuvieron de acuerdo, dando lugar a la guerra de 1948, que terminó con victoria hebrea y el mencionado Nakba.

Unos años más tarde, en 1967, se produjo la Guerra de los Seis Días, que terminó con la ocupación total por las tropas israelíes de Gaza y Cisjordania. En los siguientes años, los ataques puntuales de milicias palestinas fueron creciendo hasta que, en 1973, se produjo un ataque similar al de este sábado, conocido como la guerra del Yom Kipur. Israel volvió a vencer, pero, en esta ocasión, impulsado por la ayuda militar estadounidense.

La tensión se mantuvo entre ambos bandos y, poco a poco, los hebreos fueron aumentando su frontera a costa del territorio palestino. En 1987 se produjo la primera intifada y en el 2000 la segunda, donde miembros de los futuros fundadores de Hamás lanzaron varias ofensivas contra la población y los militares hebreos. De nada sirvieron los acuerdos de Oslo, firmados en 1993 con la ONU de mediador.

Los intentos de la diplomacia hasta la actualidad han sido diversos, algunos con mayor intensidad, pero sin efectividad ninguna. El conflicto en la Franja de Gaza continuó. 2014 y 2021 marcaron dos hitos en el camino de la violencia, siendo en esos años cuando se produjeron los mayores enfrentamientos entre ambos desde la llegada al poder de Hamás en Gaza. En 2014 el conflicto duró casi dos meses y dejó más de 2.000 palestinos y 73 israelíes muertos. Hace dos años, 256 palestinos fallecieron, además de 13 israelíes, por una nueva oleada de enfrentamientos.

De poco sirvieron los intentos pacíficos que los palestinos intentaron en 2018. Miles de ciudadanos desarmados acudieron a la valla fronteriza con Israel para pedir la libertad de Palestina y el fin del sometimiento a su población, en la conocida como Marcha del Retorno. La respuesta de Tel Aviv fueron disparos con fusiles, explosivos y gases lacrimógenos, con centenares de muertos y 8.000 heridos de bala.

Así, la Franja de Gaza vive ahora un nuevo episodio de violencia y muerte cuyos ciudadanos son los que la sufren en primera persona. El escenario recuerda a episodios anteriores vividos, de los que nunca ha salido una solución pacífica. Sin embargo, esta oleada de enfrentamientos ha evidenciado que el conflicto sigue abierto. "Gaza es el infierno en la Tierra", declaró Antonio Guterres, Secretario General de Naciones Unidas.