El Belén en los evangelios apócrifos
En “El Evangelio Armenio de la Infancia” (siglo VI), uno de tantos evangelios apócrifos que quedaron descartados del Canon de la Iglesia Católica, se nombra a los tres reyes magos: “He aquí que los magos de Oriente, que habían salido de su país hacía nueve meses, y que llevaban consigo un ejército numeroso, llegaron a la ciudad de Jerusalén. Y aquellos reyes de los magos eran tres hermanos: Melkón, rey de los persas; Gaspar, rey de los indios; y Baltasar, rey de los árabes”
Belén realizado por personas mayores del Centro de Participación Activa de Olivares
Partiendo de los tres presentes que cita San Mateo (oro, incienso y mirra), se ha supuesto que eran tres los Magos que acudieron a adorar al Niño. El primer teólogo cristiano que lo afirmó de modo taxativo fue Orígenes y el mismo número aparece en los apócrifos “Evangelio Armenio de la Infancia” (siglo VI) y “Evangelio Árabe de la Infancia” (siglo VII). El primero añade que eran reyes y hermanos, ofrece sus nombres y precisa las ofrendas que le entregaron al niño.
Otros elementos indispensables en todo Belén son la mula y el buey de los cuales no hay ni rastro en la versión oficial de los cuatro evangelios canónicos. Nuevamente son los apócrifos, en concreto el “Evangelio del Pseudo-Mateo” (siglo VI), escrito en griego, quien hace la mención a la mula (o asno) y al buey.
En el evangelio de San Mateo se emplea el término hebreo “tetkon” que significa carpintero, constructor y herrero para referirse a la profesión de san José. Y es en “La historia copta de San José el Carpintero”, cuando se despeja las dudas. Que es anciano lo dice el Pseudo Mateo y que es viudo con varios hijos, lo asevera “El Protoevangelio de Santiago”.
En ocasiones, los evangelios son contradictorios entre sí en cuanto al lugar de nacimiento del Niño Jesús. Según san Mateo, los Reyes Magos vieron al niño en una casa, san Lucas dice que, tras el nacimiento, el niño fue puesto en un pesebre. Con lo cual ¿de dónde parte la idea de que Jesús nació en una cueva? Pues hay que acudir al “Libro sobre la Infancia del Salvador” donde dice que fue en una gruta antes de llegar a Belén, entre Jericó y Betania. En “El Protoevangelio de Santiago” el parto fue en una gruta de camino a Belén y en el “Pseudo Mateo” se dice textualmente: “se acercaba el instante del alumbramiento, y dijo a María que se apease, y que entrase en una gruta subterránea en la que no había luz alguna, porque la claridad del día no penetraba nunca allí. Pero, al entrar María, toda la gruta se iluminó y resplandeció, como si el sol la hubiera invadido”.
Y, por último, nada dice la Biblia de cómo viajaron por Nazaret, Belén y hasta Egipto en su huida la familia de Cristo, sin embargo, hemos asumido que lo hicieron en burro ¿por qué? Fundamentalmente porque lo dice el evangelio apócrifo del Pseudo Mateo en su capítulo 18: “y en llegando a la proximidad de una gruta, quisieron descansar en ella. Por lo que María bajó del jumento y se sentó”.