La Herencia de Kepler
Johannes Kepler es famoso por sus aportaciones a la astronomía, matemática, óptica y por haber inventado el telescopio kepleriano, una versión mejorada del telescopio refractor, que permitió observar estrellas y planetas lejanos con una claridad sin precedentes. En honor a él, la NASA bautizó una misión con su nombre. En concreto, un telescopio espacial localizador de planetas, que se lanzó en 2009, y desde entonces ha descubierto más de 2.600 exoplanetas confirmados
Las leyes del movimiento planetario de Kepler, que desarrolló a principios del siglo XVII, se siguen utilizando hoy en día para ayudar a los científicos a comprender el movimiento de los planetas y otros cuerpos celestes. Descubrió y describió las tres leyes que describen el movimiento de los planetas alrededor del Sol. El libro de 1609, Astronomia nova, registra el descubrimiento de las dos primeras, mientras que la tercera ley se publicó por primera vez en su obra de 1619 Harmonices Mundi.
Entre otras cosas, sus leyes establecen que los planetas se mueven en órbitas elípticas y a diferentes velocidades en diferentes momentos, según su distancia del Sol. Antes de Kepler se creía que los planetas se movían en órbitas circulares y a velocidad constante y solo varias décadas después, cuando Newton los derivó de su conjunto de principios físicos generales, las leyes de Kepler sentaron las bases de la astronomía y la física moderna.
Fue en febrero de 1600, cuando Tycho Brahe, un famoso astrónomo danés, invitó a Kepler a ser su ayudante y discípulo en la corte del emperador Rodolfo II en Praga, pero entre los dos hubo sus disputas. Tycho siempre se negó a compartir y revelar todas sus observaciones con Kepler y cuando murió de uremia el 24 de octubre de 1601, dos días después Kepler fue nombrado su sucesor como matemático imperial. Alrededor de la muerte de Brahe se han hecho varias conjeturas como la desarrollada por el periodista estadounidense Joshua Gilder, según la cual Kepler envenenó a Tycho Brahe y se basa en pruebas de mechones de cabello con altas dosis de mercurio, motivado, según esta tesis, por la ambición de acceder a los documentos de Brahe, que finalmente heredó y que se consideran esenciales para sus descubrimientos.
Otro de los elementos controvertidos de su biografía fue su pasión por la astrología y la acusación de brujería que sufrió la madre de Kepler, Katharina, una curandera que utilizaba hierbas y medicinas naturales para tratar a sus pacientes. Para evitar que su madre fuera condenada a muerte, Kepler tuvo que contratar abogados que la defendieran ante los tribunales. Afortunadamente, sus esfuerzos tuvieron éxito y su madre pudo evitar la pena de muerte y su puesta en libertad 14 meses después, en octubre de 1621. Si bien, ella murió al año siguiente.
Kepler se casó dos veces y tuvo más de 10 hijos, pero pocos sobrevivieron hasta la edad adulta. Era tan profundamente religioso que buscó el diseño de Dios en la ciencia y la naturaleza. Falleció el 15 de noviembre de 1630. Por cierto, también se le considera el inventor de la ciencia-ficción, con una novela titulada Somnium (o El sueño), que mandó imprimir su hijo Ludwig en 1634,