Hay innumerables formas de dar asco en redes sociales. Hay casi tantas como personas y cada semana surge una nueva que rápidamente se hace viral y que cobra protagonismo durante varios días. Sobre estos modos de dar asco en internet ha hecho Bob Pop su lista de cada lunes, en la que ha repasado las casi infinitas formas que los usuarios de las redes encuentran para exacerbar el ánimo de gran parte de la humanidad. La primera forma de esa lista es una de la que los influencers han hecho bandera: irse a países «exóticos» y hacerse fotos con los «pobres locales», a ser posible niños y personas de raza negra, y alabar que «son felices con tan poco». Una forma vergonzosa, según ha calificado Bob Pop, de demostrar tu poca empatía. Al hablar de influencers, tanto Àngels como Bob Pop se han acordado de algunos nombres habituales en estas listas y también de Pablo Motos, tras el polémico vídeo que el presentador de El Hormiguero ha publicado esta Semana Santa para promocionar la «regeneración celular», una supuesta terapia revolucionaria que le ha valido críticas incluso de la ministra de Sanidad, Mónica García. «Él ha encontrado una máquina de regeneración celular y como influencer que cree que es, la promociona», ha dicho Barceló tras repasar el vídeo. Bob Pop ha tomado el testigo y ha tirado de ironía para poner sobre la mesa las verdaderas motivaciones de Motos al hacer el vídeo: «Menos mal que se ha ido a un sitio que tiene nombre y que puede contarlo. Y seguramente por contarlo no le han cobrado. Con lo cual, la búsqueda ha merecido la pena», ha dicho. Pero ha sido con la segunda de esta lista con la que Bob Pop ha desatado su mayor crítica, y es que pocas cosas de más mala persona hay que criticar el físico de la gente en redes sociales. «Es repugnante», ha asegurado el guionista. «De pequeños nos decían que era de muy mala educación señalar el físico a la gente, y yo de mayor también te digo que es muy ordinario hablar del físico de los otros cuando no nos lo piden», ha continuado. Àngels Barceló, directora de «Hoy por Hoy», ha recordado que esta práctica tiene un nombre: body shaming, y ha apuntado que «hay mucho trabajo por hacer» después de que esta praxis se haya normalizado, lo que Bob Pop ha añadido que esto «provoca muchísimo dolor en mucha gente», hasta el punto de crear trastornos alimenticios y depresivos. Además, ha puesto como objetivo que en el futuro deje de haber noticias sobre las alfombras rojas para avanzar como sociedad. Y relacionado con esto, el crítico de televisión ha puesto en su mira otro tipo de influencers: las que hacen gala de su delgadez o de su color de piel -sea el bronceado en cualquier época del año o el tono blanco de piel que antaño se buscaba-. «Dan consejos y recomendaciones que van contra la salud», ha recordado Àngels Barceló. Dentro de esta lista de formas de dar asco en redes sociales, Bob Pop ha señalado dos fenómenos, uno más reciente que otro: el de los youtubers fachas y lgtbifóbicos y el de los «coach de mierda», como los ha definido. Uno que podría incluso englobarse en ambos es Amadeo Llados, el tiktoker que vende cursos de motivación y asegura que la forma de hacerse rico pasa por levantarse a las 05:00, hacer unos burpees y sacrificar todo en pos de lograr la riqueza. ¿Cómo se llega hasta estos «personajes», como los ha llamado Bob? El guionista ha valorado que el algoritmo hace «el trabajo sucio» de mostrarte lo que parecen «chistecitos», pero una vez llegan, consiguen que haya gente en la que cala el mensaje. Además, sobre los «coach de mierda», concepto que quiere popularizar, ha lamentado que «den la turra» a gente que va en el metro o que está paseando sin ninguna otra pretensión, y ha asegurado entre risas que pagaría 50 euros con tal de que se callasen y que sería «el dinero mejor gastado» de ese día. En la misma línea, Bob Pop ha enumerado otra forma de dar vergüenza en internet: crear podcast del estilo «nazis del misterio». «Hemos pasado de esta cosa como inocentona friki del misterio a que esté muy cerca, como fue en el nazismo, esta cosa de magufos con ultraderechistas, de compradores de teorías de la conspiración». Tras la lista de Bob, han sido los oyentes quienes han llamado para completarla y han puesto otros ejemplos: aquellos que se hacen fotos en la camilla del hospital y la suben, los que se felicitan a sí mismos el cumpleaños y los que utilizan este altavoz para atacar a la cultura y a lo bien hecho.