Vivaldi, ‘il prete rosso’

Dos meses después se le bautizó oficialmente, según consta en el certificado de bautismo depositado en la Iglesia de San Giovanni Bragora en Venecia, descubierto en 1963: “Nacido el 4 de marzo, día en que recibió el bautismo en el hogar de la comadrona Margarita Veronese debido al peligro de muerte, fue llevado a la iglesia este día. Yo, el pastor Giacomo Fornacieri, realicé los exorcismos y el bautizo, en los que Antonio Gerolamo Veccelio, propietario de la farmacia del dux en nuestra parroquia, fue el padrino”.

La Venecia de esa época era la capital mundial del arte y de la música. A toda la familia paterna se los conocía con el sobrenombre de "Rossi" por el color rojo de su pelo, que heredó Antonio Vivaldi. A los 15 años, edad mínima para tener tonsura, inició sus estudios de teología, hasta 1703, cuando contaba 25 años, año en que fue ordenado sacerdote. El asma le acarreó problemas de salud durante toda su vida, probablemente relacionados con lo que el mismo llamaba "opresión en el pecho”. Ni siquiera pudo ejercer el ministerio sacerdotal como a él le gustaría. En una carta dirigida a su protector y mecenas, el marqués de Bentivoglio, en el año 1737, dice lo siguiente:

No he dicho misa por espacio de 25 años y no tengo intención de volver a hacerlo, no por causa de prohibición u ordenanza alguna, sino por mi propia voluntad, a causa de una enfermedad que he sufrido desde la infancia y que todavía me atormenta. Después de haber sido ordenado sacerdote, dije misa durante un año, pero posteriormente decidí no volver a decirla por haber tenido en tres ocasiones que abandonar el altar antes de concluir el sacrificio a causa de mi enfermedad. Por esta razón vivo casi siempre en interiores y nunca salgo si no es en góndola o carruaje, ya que no puedo caminar sin sentir dolor y opresión en el pecho.

Probó suerte en Ferrara (donde le prohibieron actuar) y luego se fue a la ciudad de Viena, invitado por el emperador Carlos VI, quien admiraba su música e incluso le nombró caballero, pero al poco de llegar a la capital austriaca, el monarca murió de manera repentina a causa de una intoxicación alimentaria por setas. Hubo quien señaló que fue envenenado. El largo luto decretado por su muerte conllevó la suspensión de la actividad artística y el cierre de los teatros. Algo que provocó que Vivaldi, ya con escasos recursos económicos, empobreciera mucho más y muriera de una infección intestinal durante la noche del 27 al 28 de julio de 1741, a la edad de 63 años (mismo día que Bach, pero éste 9 años más tarde).

Su funeral, no tan masivo como le hubiera gustado, fue celebrado en la catedral de Viena, donde cantaron los niños del coro de la catedral, entre los que se encontraba el compositor Josep Haydn.