Las protestas universitarias propalestina llegan a España: "La gente en Gaza siente que no están solos cuando nos ven"

Los constantes bombardeos de los militares israelíes sobre la Franja de Gaza han provocado ya más de 30.000 palestinos muertos, muchos de ellos niños. Las dolorosas imágenes que llegan a diario desde esta región han provocado reacciones a diferentes niveles, como por ejemplo multitudinarias protestas en las universidades de distintas ciudades del mundo.

Unas de las más llamativas han sido en Estados Unidos, un aliado imprescindible de Israel debido al constante suministro de armas. Ciudades como Los Ángeles o Nueva York han presenciado como miles de estudiantes han acampado en los campus universitarios en defensa de un alto el fuego inmediato y el cese del apoyo al estado hebreo.

Ante la reacción estudiantil a nivel global, las universidades españolas comenzaron a organizarse. La primera en convocar una protesta fue la Universidad de València (UV) donde comenzó el 29 de abril esta movilización para exigir "el fin del genocidio en Gaza".

Ahora hay al menos siete provincias con acampadas estudiantiles organizadas, como son Barcelona, Sevilla, Alicante o Madrid. En muchos casos, como en el de la capital, cuentan con el apoyo de los docentes y está descartada una actuación policial para desalojar los actos reivindicativos.

"La ocupación de un asentamiento lleva inherente la lógica del genocidio"

En este sentido, ha pasado por los micrófonos de 'Hora 25' Daniel Jiménez, profesor de sociología de la universidad de Zaragoza y uno de los portavoces de la Red Universitaria por Palestina. "Lo que constituye esta iniciativa es la reivindicación de cinco puntos al respecto del cumplimiento de las organizaciones internacionales. El derecho internacional impone a cualquier estado que suscriba su orden jurídico ante un genocidio como este y se debe romper relaciones con el estado que lo practica, en este caso Israel".

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"No queda un solo ladrillo de la universidad de Gaza. Más allá de la cuestión académica, es parte de, tal y como señala la ONU, es la precipitación de 76 años de ocupación colonial. Concluye en su último informe es que una ocupación de un asentamiento lleva inherente la lógica del genocidio en último término", ha añadido.

La iniciativa pide crear programas de apoyo a estudiantes palestinos, como sucedió con los ucranianos, pero no han recibido respuesta por parte de las universidades. "Consideramos que es algo que se debe llevar a cabo, igual que sucedió hace dos años. Pero ni siquiera se plantea y evidencia la atmósfera racista en la que nos encontramos".

Por último, concluye: "Las universidades son instituciones públicas y, por lo tanto, forman parte de la ruptura de relaciones con el estado que comete un genocidio, como indica el derecho internacional. Yo soy profesor de una universidad pública en España. Y si, por ejemplo, Argelia dice, o se resuelve el problema del Sahara conforme al derecho internacional o rompo relaciones con España. Eso me perjudica a mí, pero como individuo me parecerá que está bien".

"No podemos estar financiando el genocidio en Gaza con dinero de la Unión Europea"

Por otro lado, Sandra Dema Moreno es profesora de Sociología de la Universidad de Oviedo y está rastreando en qué consiste la colaboración de universidades españolas con Israel. "En las universidades españolas, aunque parezca mentira y con la que está cayendo, tenemos colaboración con Israel y lo que más lo que es más grave es que es colaboración en algunos casos con empresas militares israelíes".

Así, Dema ha concretado: "Hemos mirado desde la Red Universitaria por Palestina los proyectos del programa de investigación de la UE, que es Horizonte Europa, y de otro programa que se ha puesto en marcha por primera vez, que es del Fondo Europeo de Defensa. Financia directamente investigación de carácter militar. Hemos encontrado que hay cinco universidades que colaboran con Israel en siete proyectos, en cuatro de los cuales el partner, la empresa colaboradora, es la segunda empresa de producción de armamento de Israel, que se llama Israel Aerospace Industries. Es una empresa pública, por cierto".

"Nos parece que hay que cancelarlo por varias razones. Lo primero porque no podemos estar financiando el genocidio en Gaza con dinero de la Unión Europea, puesto por la ciudadanía de la Unión Europea. Pero, por otro lado, estamos facilitando y dando conocimiento a una empresa que es militar y que está oprimiendo a la población palestina. Se lo estamos dando para que lo haga de forma más efectiva y encima, legitimamos un estado que es un Estado ocupante, un Estado genocida, un Estado racista. Nos parece que eso no es lo que deben hacer las universidades europeas", ha concluido.

La UPV/EHU rompe relaciones con los centros israelíes

Una de las universidades que ha tomado la iniciativa es la Universidad del País Vasco. Aprobó una declaración que incluía compromisos muy concretos. Uno de ellos: "Romper relaciones con universidades y entidades israelíes que expresamente no muestren su rechazo a los crímenes contra la Humanidad que se están produciendo en Palestina".

Guillermo Quindós, vicerrector de Desarrollo Científico-Social y Transferencia de la Universidad de País Vasco, ha aclarado en 'Hora 25': "Se concreta básicamente en que no vamos a realizar ningún tipo de relación comercial o de tipo universitario académico con entidades israelíes que no manifiesten claramente que están en contra de lo que está pasando en Palestina. Nosotros tenemos mecanismos internos para ver los convenios, los contratos, los proyectos de investigación en los que participamos y evidentemente lo que vamos a hacer es cualquier proyecto, que hasta ahora no tenemos ninguno localizado, y evidentemente parar esas actividades si las hubiera o no llevarlas a cabo".

"La gente en Gaza siente que no están solos cuando ven estas manifestaciones"

Ahmed Abu Najie es un estudiante palestino en España, y dejó a su familia en Gaza: "Mi familia está en un sitio muy difícil y están buscando comida, agua y luz. Hay muchas bombas al lado de ellos siempre y tienen miedo de salir a buscar lo que necesitan, porque no saben si volverán".

En este sentido, ha añadido: "Cuando vine a España, mi padre me envió dinero para estudiar, pero cuando empezó la guerra perdió su trabajo de farmacéutico y no he podido seguir en la universidad. Estoy mirando para cambiarme a una FP, que es menos años y es más barata".

Por último, relata cómo se viven las protestas a favor de palestina en otros países: "Me siento bien y fuerte. La gente en Gaza siente que no están solos cuando ven manifestaciones y protestas en favor de Palestina. Les da fuerza y les ayuda a sentirse menos solos durante los bombardeos".