El Supremo absuelve al 'Pequeño Nicolás' de su condena por hacerse pasar por un emisario de la Casa Real y de la exvicepresidenta del Gobierno

La sala de lo penal del Tribunal Supremo ha absuelto al Pequeño Nicolás de los delitos de usurpación de funciones públicas y cohecho por los que fue condenado a tres años de cárcel en la Audiencia Provincial de Madrid. El acusado se hizo pasar por emisario de la Casa Real y de la entonces vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáez de Santamaría para reunirse con un empresario en Ribadeo. Francisco Javier Iglesias contrató a un agente de la policía municipal que comunicó a sus colegas gallegos el viaje y que se encargó del dispositivo de seguridad.

Dice la sentencia que no hubo delito de usurpación de funciones porque el Pequeño Nicolás solo hizo una única acción de suplantación que consistió en presentarse a la comida con el empresario como enlace de la vicepresidencia del Gobierno y de la Casa Real. No había contenido político o económico en el encuentro con lo que no estamos ante un "acto oficial" que permita inferir que hay delito.

En cuanto al cohecho por pagar los servicios de seguridad, los magistrados sostienen que el pago se produjo por organizar un servicio de escolta ajeno a toda función pública. El cohecho exige que el precio se entregue por actos relativos al ejercicio del cargo que desempeña. Se hizo, concluyen, "un simulacro y el acto se desarrolló fuera de la localidad en la que prestaba servicio el agente y fuera de sus horas de servicio" y es por eso que la única vía que queda abierta es la administrativa y no la penal.