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En el rodaje de 'Los tigres', la ambiciosa inmersión de Alberto Rodríguez en los buzos de la ría de Huelva

Antonio de la Torre y Bárbara Lennie protagonizan el nuevo thriller del director sevillano, una historia ambientada en las marismas del Odiel, un espacio donde conviven un paraje natural protegido y el polo químico de Huelva

En rodaje | 'Los tigres', la ambiciosa inmersión de Alberto Rodríguez en los buzos de la ría de Huelva

En rodaje | 'Los tigres', la ambiciosa inmersión de Alberto Rodríguez en los buzos de la ría de Huelva

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En el paisaje de Huelva conviven monasterios y castillos, santuarios como el del Rocío, la sierra de Aracena y las antiguas explotaciones mineras. También, por su puesto, sus increíbles playas al Atlántico y una parte del parque Nacional de Doñaña. Es una tierra de contrastes, como demuestra un recorrido en barco por las marismas del Odiel. En el margen derecho, una paraje natural protegido, reserva de la biosfera, y en el margen izquierdo, si tomas la ría de Huelva en dirección a la desembocadura al mar, el polo químico, un enorme complejo industrial. Justo en ese espacio, entre esos dos mundos que son uno, ambienta Alberto Rodríguez su nueva película, Los tigres, una historia que nace de su propia curiosidad desde niño. "Yo veraneo en Huelva desde pequeño, en Mazagón, y siempre me ha llamado mucho la atención todo lo que tenía que ver con el polo químico y con esta zona, con esta marisma tan increíble y rara. Un día, paseando por el puente, empecé a pensar en cómo estaba conectado todo esto por debajo del mar y eso nos llevó al trabajo de los buzos. Ahí empezamos a darle vueltas a cómo contar una historia que tuviera este paisaje de fondo", explica el autor bajo una de las carpas instaladas en un embarcadero en uno de los descansos del rodaje.

Alberto Rodríguez y Rafa Cobos durante la visita al rodaje / © Julio Vergne

Alberto Rodríguez y Rafa Cobos durante la visita al rodaje / © Julio Vergne / manutrillo

El director sevillano lleva su nuevo thriller a la ría de Huelva, terreno donde coexisten la belleza del vasto entorno rural y un paisaje de chuponas y metal formado por el conjunto de instalaciones petroquímicas construido por el franquismo en los 60 para revitalizar una zona empobrecida. "Visualmente ofrece mucho, esta zona en concreto tiene un contraste tan brutal entre todo lo que es la isla, la marisma, y lo que hay enfrente, que es la industria que sostiene también la ciudad. Es muy interesante visualmente, una orilla te está hablando de un paraíso salvaje y la otra es todo lo que puede hacer el ser humano", añade. Un enorme complejo industrial, donde casi todas las energéticas tienen presencia, que es hoy motor de empleo y una de las puertas de entrada del petróleo a nuestro país, y que convive en una extraño equilibrio pictórico con las aves protegidas y, a escasos kilómetros, el turismo. "Es un tema como medio tabú en Huelva. Lo sé por mis amigos onubenses, pero es la primera vez que he sido consciente de esa gran contradicción. Este lugar es realmente uno de los hilos narrativos, es en sí mismo un personaje de la película. La contradicción y Huelva como ejemplo de la civilización humana. Como en la belleza somos capaces de hacer esto que es el tótem del capitalismo. Vamos a rodar en una boya por donde pasan, cada vez que viene un carguero, 100.000 toneladas de crudo, se meten por ahí abajo -señala el agua-. Es un sitio hermoso y y duro a la vez", interviene Antonio de la Torre, protagonista de este proyecto.

Salvo en Modelo 77, donde nos metió en la famosa cárcel de Barcelona, el cine Alberto Rodríguez está anclado a la tierra, a Andalucía, a la de ayer y a la de hoy, para narrar siempre historias que escarban en la cara b de la sociedad. Lo hizo con Grupo 7 y la Expo de Sevilla, con la serie La Peste y la corrupción en el siglo XVI, y también con La Isla Mínima como crónica alternativa de la Transición. "En el cine de Alberto la elección del espacio contiene mucho significado, suele estar muy relacionado con el pensamiento final de la historia que, en su caso, también tiene un elemento sociopolítico. La elección de la petroquímica en un espacio tan singular como Huelva está lleno de intención, aunque ésta es sobre todo la historia de dos hermanos buzos, históricamente muy vinculados al mar, que no pasan su mejor momento. Están en una situación económica complicada y tienen la oportunidad de darle la vuelta a partir del encontronazo con un alijo importante de droga. Y ahí se meten en una aventura que al final puede ser la solución a su problema, pero también puede ser una complicación a sus vidas", desvela de la premisa Rafa Cobos, guionista habitual de sus proyectos con el que ha formado una de las parejas creativas más importantes del cine español.

Una historia de un oficio no muy conocido, el de los buzos industriales, los profesionales especializados en revisar todas las infraestructuras bajo el mar y la ría para evitar cualquier problema o fuga que cause un desastre natural. "Hay un desconocimiento entre la mayor parte de la gente de lo que significa el medio y luego dentro de los buzos también hay categorías. Hay gente que vive muy bien y gente que está bajando a bucear por 150€ al día, además tienen unos índices de siniestralidad altísimos. En la película hay una historia de buceo, pero también los personajes están buscando el fondo de cada uno y encontrándose de alguna manera. Es curioso que cuando empezamos a investigar sobre el tema, descubrimos que no es mejor buzo el que bucea mejor en un sentido literal, sino que es mejor buzo el que bucea bien pero al mismo tiempo sabe soldar, sabe cortar, sabe apretar tornillos y conjugar una serie de habilidades que al final hacen que la profesión sea muchísimo más compleja. Tenemos asociado al buzo a la pesca submarina, a un paisaje idílico subacuático. Hay un buzo que nos dijo una frase muy interesante, 'un gran día para un buzo es ese día que no se moja o el día que si se moja, vuelve. La tensión que hay cuando van al agua se siente inmediatamente. Son dos momentos maravillosos, la tensión que hay previa y la celebración que hay cuando sale. Son momentos que de alguna forma apuntalan la inmersión todos los días", cuentan Alberto Rodríguez y Rafa Cobos de su profundo trabajo de investigación.

Bárbara Lennie y Antonio de la Torre durante la visita al rodaje / © Julio Vergne

Bárbara Lennie y Antonio de la Torre durante la visita al rodaje / © Julio Vergne / manutrillo

Los Tigres, defiende el director, es un thriller de personajes centrado en la relación de dos hermanos interpretados por Bárbara Lennie y Antonio de la Torre. "Ellos son dos hermanos que han crecido un poco apartados del sistema. Son un poco una familia al margen. Han tenido un padre también buzo, que les ha marcado profundamente con el que han vivido y también que les ha dejado solos durante mucho tiempo por ausencias, porque los buzos también viajan por el mundo. Entonces han vivido un poco asalvajados y esto marca mucho la relación de los dos. Él es el mayor, siempre ha tenido como esa cosa de heredar un poco el oficio del padre, el legado paterno. Y sobreviven un poco al margen de todo en esta zona y tienen unos días entre apacibles y absurdos", comienza la actriz, y sigue su compañero. "Mi personaje es un tío muy apasionado de lo que hace, o sea, es un hombre que ha conocido desde niño ese oficio, es un mundo que le gusta, donde se siente feliz, donde se desarrolla, donde se siente fuerte, donde siente que puede generar admiración y reconocimiento de los demás. Él se ha casado, tiene dos hijas, pero su centro de prioridades no cambia. Como en toda película o toda historia buena, hay un proceso, hay un viaje, un proceso de redención donde es clave la figura de la hermana. Veremos si hace o no un viaje hacia la madurez o hacia aceptar las limitaciones de la vida", se interroga de la Torre.

"Ella se ha encargado de cuidarles a ellos. Es una mujer cuidadora, es una mujer que que ha dejado de lado su su carrera, su vida, incluso sus amistades o el amor, para cuidar al padre primero y después al hermano de alguna manera, y ve el mundo un poco desde la trinchera. Es profundamente observadora, muy inteligente y a la vez tiene ciertas dificultades para relacionarse con ese mundo que le interesa mucho pero lo hace desde un lugar un poco reservado. A lo largo de la película todo eso se va transformando, complejizando y abriendo como muchos horizontes nuevos. Eso es para mí lo más interesante de ella, el viaje de de transformación. Y cómo es una mujer que puede observar y analizar la realidad y después ejecutar cosas para que los demás también encuentren sus propias soluciones", detalla Lennie del viaje interior y el arco dramático de su personaje.

Ellos son los dos personajes que arman el tronco de esta historia. Ataviados con monos, botas y los largos macutos para subir al barco, ambos graban algunas escenas en un embarcadero abandonado que el equipo de arte ha reconstruido con anclajes, señalizaciones, maquinaria e incluso manchas en el cemento. Es un rodaje complejo y muy técnico, del que llevan completadas cuatro de las nueve semanas y para el que los actores han recibido asesoramiento de buzos profesionales. "Las dificultades de este rodaje es que retrata un mundo muy particular que tiene sus reglas, que tiene que ver con el agua, con los buques, con los barcos que vienen y que van. Pero por otro lado, creo que está siendo un rodaje que fluye mucho, que para la complejidad de esta película, vamos muy bien y lo estamos pudiendo también disfrutar. No estamos tampoco sintiendo siempre que el engranaje y la dificultad no te permite estar, al final es contar la historia de estos dos hermanos", resalta la actriz, y continúa con esa idea Antonio de la Torre. "Alberto está cuidando mucho el trabajo con los actores. Un día llegamos a hacer hasta 30 tomas. Yo siento la mano del director con los actores, dándonos preferencia, y así nos lo verbalizó él. Pero sí es verdad que nos estamos moviendo constantemente por todos lados y hay muchas localizaciones, hemos estado en el pantano de Aracena y su puta madre, con perdón de la expresión".

Rodaje de &#039;Los tigres&#039; / © Julio Vergne

Rodaje de 'Los tigres' / © Julio Vergne / julii j u

El rodaje de Los Tigres está organizado en tres fases. "Es una historia en un tono muy realista, muy naturalista, Alberto es un director que le gusta también rodar todo muy en la tierra, en los lugares, que la historia se genere en los sitios reales", adelanta Koldo Zuazua, productor de Kowalski Films, a bordo del barco en el que la prensa recorre algunos de los escenarios de la película. "Hemos empezado el rodaje por la parte terrestre, todo lo que sucede en tierra, que es como un 60% de la película. Eso son cinco semanas de rodaje". La segunda parte es todo lo que tiene que ver con los barcos y la superficie del mar, aproximadamente un 20% del total, una fase que acaban de iniciar. Y, por último, la tercera es la parte subacuática, la que esperan y temen los actores y más quebraderos de cabeza les generaba a los creadores. "Todavía no hemos entrado en la mandanga, como dice Bárbara, que es todo el mundo subacuático. Y ahí nos vamos a cagar", bromea Antonio con la risa tensa de su compañera.

Las dos primeras parte se ruedan íntegramente en diferentes localizaciones de la provincia de Huelva. Desde las propias marismas del Odiel a Matalascañas y sus playas, Punta Umbría, Mazagón, El Rompido, la Isla de Saltés, Palos de la Frontera y el embalse de Aracena. Y para la tercera se trasladarán a Algeciras y los estudios de la Ciudad de la Luz en Alicante. "En la bahía de Algeciras tiene otra instalación Cepsa -compañía que ha colabora con el proyecto con la cesión de varios espacios-, tiene otra boya como la de aquí, como la de Huelva. Y esas aguas son más transparentes. Hay mayores periodos de transparencia, aquí en la ría es un agua bastante poco transparente. Y entonces vamos a rodar allí la parte de la boya subacuática, que lo vamos a hacer real. Estamos a expensas un poco de cómo son los movimientos, de las corrientes, para que el agua sea lo suficientemente transparente, jugar con los calendarios de barcos para que nos permitan el rodaje. Y luego ya rematamos planos más cortos y detalles en las piscinas de Alicante. Tras 10 años cerrada ahora se ha reabierto la Ciudad de la Luz, tiene unas instalaciones extraordinarias, pero están pensadas para rodaje en superficie, no para rodaje subacuático. Entonces hemos hecho bastante trabajo conjunto con ellos para preparar las instalaciones para hacerlas aptas para el rodaje subacuático. Y la verdad es que hemos llegado a unos resultados extraordinarios y creo que va a estar todo perfectamente habilitado", detalla Koldo Zuazua, que compara esas boyas por las que entra el petróleo con naves espaciales, como "un Gravity o un Interstellar en el mar".

Embarcadero del rodaje de &#039;Los tigres&#039; / © Julio Vergne

Embarcadero del rodaje de 'Los tigres' / © Julio Vergne / manutrillo

El título original de este proyecto, según consta en la solicitud de ayudas generales del ICAA, era Los Tigres de Mompracen, como la novela de Salgari. "La decisión de que se llame al final Los Tigres ha sido una cuestión un poco ajena a nosotros, la verdad, si te soy sincero. Había gente que pensaba que para las generaciones más jóvenes Mompracen iba a sonar a un medicamento. Y sí, claro, está conectado con con las novelas. Sandokan estaba de moda cuando nosotros éramos niños, como cuando el personaje que interpreta Antonio era niño. El título responde a una leyenda que no es leyenda, que es real del background de los personajes dentro de la historia que se intuye en su desarrollo, y que no podemos develar. Y por otra parte, Los Tigres está muy conectado con Salgari, porque los tigres son piratas y forma parte de esta cosa romántica de que un buzo tiene algo de marinero y al mismo tiempo algo de pirata", aclaran Alberto Rodríguez y Rafa Cobos.

La película tiene un presupuesto de 8,5 millones de euros, superior al de Modelo 77, el anterior proyecto de Alberto Rodríguez. Es una producción original de Movistar Plus+ con la participación de de varias compañías independientes, como la propia Kowalski Films de Koldo Zuazua, responsable de títulos como Maixabel. "Movistar aporta una cantidad importante, pero hay otra parte que viene por dinero de esas productoras independientes, las vías de financiación principales son el ICAA -con la ayuda máxima de 1,2 millones de euros al ser la segunda película mejor calificada para las ayudas generales-, tenemos a Disney que nos ha hecho un importante adelanto de distribución y la película también está financiada a través de los incentivos fiscales de la provincia de Vizcaya", enumera el productor, que también destaca la participación internacional de la francesa Le Pacte, compañía que también trabajó con As Bestas y en las dos últimas Palmas de Oro en Cannes, Anora y Anatomía de una caída. "Esperemos que sea un pequeño preámbulo para poder estar allí", se marca como objetivo Zuazua.

Alberto Rodríguez rueda en Huelva &#039;Los tigres&#039; con Antonio de la Torre y Bárbara Lennie / © Julio Vergne

Alberto Rodríguez rueda en Huelva 'Los tigres' con Antonio de la Torre y Bárbara Lennie / © Julio Vergne / JulioVergne

En el apartado técnico, Rodríguez vuelve a rodearse de su equipo habitual, como Pau Esteve, director de fotografía de La Peste, Pepe Domínguez del Olmo como diseñador de producción, José M. G. Moyano como editor, Yolanda Piña como jefa de maquillaje, Daniel de Zayas en sonido y Julio de la Rosa como compositor de la banda sonora original. Un thriller ambicioso en la carrera de un autor que ha ido creciendo y elevando el nivel en cada uno de sus proyectos. "Supongo que corresponde con una inquietud, una curiosidad o una fatalidad, como quieras. Como hay una parte importante en la que soy guionista, ahí todo me parece posible, pero la verdad es que es una película muy compleja. No hemos tenido ningún día fácil y son muchos elementos. Aquí, por ejemplo, hace dos días tuvimos un problema con la marea, con el viento, con el gobierno del barco. Ayer se nos rompió el timón. Todos los días pasa algo, porque en el fondo es una película que está súper viva y espero que eso también contribuya a que luego esté en pantalla. Pero en fin, merecerá la pena", concluye confiado en el potencial de este proyecto.

José M. Romero

José M. Romero

Cubre la información de cine y series para El Cine en la SER y coordina la parte digital y las redes...

 
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