40 sombreros de paja, dos días en Barcelona y una persecución fallida: así se preparó la fuga de Puigdemont
El expresident de la Generalitat consiguió burlar a la Policía, evitando ser detenido y dándose a la fuga tras un mitin
40 sombreros de paja, dos días en Barcelona y una persecución fallida: así se preparó la fuga de Puigdemont
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Barcelona
Carles Puigdemont regresó a España después de siete años fugado de la Justicia y después de darse un baño de masas y pronunciar un discurso ante la cúpula de Junts y miles de simpatizantes, volvió a huir del país. Su abogado, Gonzalo Boye, ha asegurado este viernes en una entrevista en RAC1 que el expresident de la Generalitat se encuentra fuera de España y que se dirigirá a la ciudadanía "entre hoy y mañana".
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El breve retorno y posterior fuga de Puigdemont tiene hablando solos a los Mossos y al Ministerio del Interior, que hablan de ridículo y no entienden cómo se les pudo escapar. El sindicato más representativo de los Mossos, SAP-Fepol, ha relatado que es un "despropósito" y ven cómo se tambalea su prestigio y credibilidad. Fuentes de los Mossos y mandos del cuerpo aseguran que están avergonzados y preocupados porque les costó mucho esfuerzo recuperar la confianza de jueces, fiscales y cuerpos de seguridad del Estado tras el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017.
¿Cómo se gestó la fuga?
Puigdemont llevaba en España desde el martes, aunque se desconocía, dicen fuentes conocedoras. El plan que trazaron en Junts era el siguiente: el expresident llegaría al Arc de Triomf, parapetado por la cúpula de su partido y miles de simpatizantes, a modo de escudo humano, para evitar que los Mossos pudieran detenerle en ese momento.
Junts montó un escenario en el Passeig de Lluís Companys, donde subió Puigdemont a pronunciar un discurso centrado en reivindicar la autodeterminación de Cataluña, criticar la politización de la Justicia y asegurar que no pararía hasta cumplir con el objetivo. "He venido para recordarles que seguimos aquí", dijo el dirigente de Junts, jaleado por los miles de manifestantes que se encontraban en el paseo.
Después de darse el baño de masas, estaba previsto que Puigdemont, rodeado de los suyos y de la multitud, se dirigiera al Parlament, donde tuvo lugar la sesión de investidura de Salvador Illa. Eso es lo que contó Junts a los periodistas en un corrillo, en una planeada estrategia de ilusionismo, que coincidía con la previsión de los Mossos, que estaban esperándole dentro del parque de Ciutat Vella para detenerle. Una decena de furgones policiales, tres furgonetas no logotipadas con agentes de paisano y cuatro antes de la Guardia Urbana estaban alerta, pero Puigdemont se les escapó delante de sus narices.
40 sombreros de paja y un Honda blanco
Cuando todos pensaban que Puigdemont había bajado del escenario y se dirigía con los dirigentes de su partido y los manifestantes hacia el Parlament, y todos los periodistas y cámaras de televisión estaban centradas en el pasillo, el expresident aprovechó para huir. Bajó del escenario por un doble fondo, donde le esperaban unas 40 personas en el backstage.
Sobre este aspecto, en el atestado policial, al que ha tenido acceso la SER, se especifica que había un solo agente de información detrás del escenario en el que estaba Puigdemont para vigilarle, con contacto directo con el expresident. Otra mossa compañera quedó atrapada entre los voluntarios que descubrieron que era policía. Al finalizar su breve discurso, le pierde la pista cuando se mete en la carpa del blackstage y es el momento en el que aparecen unas 40-50 personas que se ponen un sombrero y entrelazan sus brazos.
Todos se pusieron sombreros de paja, incluido Puigdemont, para camuflarse y entrar en una carpa, con los laterales cerrados. En ese momento, llegan otras tres personas que abren las bridas que cierran las vallas. Allí, el expresident se cambiaría el sombrero por una gorra negra, que también se pusieron Jordi Turull y una tercera persona no identificada. Salieron por un lateral, donde les estaba esperando un Honda blanco, que llegó hasta los accesos más inmediatos con el pretexto de llevar una silla de ruedas en el asiento del copiloto. Un ciudadano que presenció la escena, grabó un vídeo que enseguida se viralizó en redes sociales.
El agente de paisano estuvo rodeado por voluntarios que le increparon y le intentaron bloquear el campo de visión, aunque finalmente pudo zafarse de ellos. Empezó a perseguir a los coches, pero iba a pie. Lo que pudo hacer fue identificar las matrículas, pero les perdió definitivamente la pista cuando el semáforo se puso en verde. La comitiva de huida estaba compuesta por tres vehículos: un Honda blanco, un golf Volkswagen gris y una moto off road. De hecho, el mosso que les vio ya ha identificado a la conductora en una foto.
'Operación Jaula' y primeras detenciones
En ese momento, el cuerpo policial activó la 'operación jaula' para tratar de localizar y detener a Puigdemont, desplegando a decenas de agentes, cerrando las salidas de Barcelona e instalando controles en puntos fronterizos. Sin embargo, el dispositivo no dio resultado y sobre las dos de la madrugada tuvieron que cancelar la operación.
El expresident de la Generalitat consiguió burlar a los más de 300 policías que estaban desplegados este jueves en las inmediaciones del Parlament y sobre todo, a los agentes de paisano de la comisaría de información, que llevaban semanas preparando el dispositivo para detener a Puigdemont en cuanto pisara Cataluña.
Tres mossos han sido detenidos por colaborar en la fuga del líder de Junts. Dos de ellos fueron arrestados este jueves. Uno de ellos, el propietario del Honda blanco, en el que huyó Puigdemont, y el otro por poner trabas a la detención. Ambos pidieron el habeas corpus, denunciando lo que consideraban una detención ilegal, aunque la jueza lo ha desestimado. Ambos ya han quedado en libertad. Asimismo, Jordi Turull fue llamado a declarar por colaborar también con la marcha del expresident. El tercero ha sido detenido este viernes y continúa arrestado.
El primero de los detenidos formaba parte de la unidad penitenciaria y llevaba desde agosto de 2022 de baja por problemas de columna. Tras identificarle, le detuvieron en su casa y confirmó que el coche de la fuga sí era suyo, pero que lo había cambiado con la furgoneta de una amiga que va en silla de ruedas.
Llarena pide explicaciones a los Mossos e Interior por la huida
El juez Pablo Llarena ha enviado este viernes dos providencias en las que pide un informe a los Mossos y al Ministerio del Interior sobre el operativo policial planificado para la detención de Puigdemont y sobre los elementos que determinaron su fracaso desde un aspecto técnico policial. Así, Llarena ha pedido explicaciones sobre el operativo, las órdenes posteriores a su fuga, y sobre los agentes responsables del diseño del operativo.
Desde el Gobierno, el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, ha asegurado, desde París, que "el operativo policial corría a cargo de los Mossos" y que era "la policía competente" tanto para que el debate de investidura se celebrara con normalidad, como para que se cumpliera el mandato del Tribunal Supremo porque actúa como policía judicial.