¿Quién ha salido ganando con la 'apropiación' cultural: Rosalía o la nueva música andaluza?
La nueva escena musical de Andalucía brilla con la eclosión de La Plazuela, Califato 3/4 o María José Llergo
Fuego y Chinchetas | La nueva escena andaluza
Madrid
Andalucía está viviendo una auténtica eclosión de artistas y grupos musicales que, lejos de renegar de sus raíces, han conseguido combinar los nuevos sonidos y las nuevas maneras con uno de los legados culturales más ricos y despampanantes de la música moderna. Pero esa nueva escena musical es nueva... ¿respecto a qué?
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La frontera es difusa, desde luego. Nadie duda de que el disco Omega (1996), de Lagartija Nick y Enrique Morente, echó abajo una puerta que después han atravesado otras muchas bandas, como el Grupo de Expertos Solynieve (el otro grupo de Jota, de Los Planetas), con su reivindicación del folk con acento y una icónica versión del Déjame vivir con alegría (2016), del dúo —medio sevillano, medio madrileño— Vainica Doble.
También son muy visibles las huellas del Omega en el disco Una ópera egipcia (el trabajo más flamenco de Los Planetas), en las canciones de Soleá Morente, en algunos discos de Sr. Chinarro o en la propuesta de los sevillanos Pony Bravo, que acaban de publicar un nuevo disco (Trópico) en el que no falta su habitual fusión de rock, psicodelia, kraut o dub, y tampoco letras en las que destacan las referencias a su tierra y el sentido del humor. En C'est Chic - C'est Bon, por ejemplo, hablan de la Torre del Oro y dicen que es preferible "tener wifi a tener fe".
Una escena renovada
La influencia del Omega, de los proyectos de Jota y de Pony Bravo quedan fuera de toda duda, por supuesto. Pero la escena andaluza se ha renovado mucho en los últimos cinco años, con nombres tan destacados como La Plazuela, Califato 3/4, María José Llergo o Derby Motoreta Burrito Cachimba.
La Plazuela es un dúo de Granada que mezcla flamenco, electrónica y funk, entre otros géneros. Sus conciertos, repletos de banderas andaluzas, son una auténtica catarsis. Pero su búsqueda de los raíz no es muy distinta, en el fono, a lo que ha pasado en Asturias con Rodrigo Cuevas o en Galicia con Tanxugueiras.
Un camino similar al que han tomado los Derby's Motoreta Burrito Cachimba (¿el grupo con el nombre más original de España?) que, desde Sevilla, mezcla el rock psicodélico con influencias del flamenco y que, hace unos meses, desbancaron del número 1 de las listas de ventas en España a Beyoncé.
Rosalía, Rodrigo Cuevas y C. Tangana
Gringo, uno de los guitarristas de los Derby, asegura que, efectivamente, en Andalucía está pasando algo parecido a lo que sucede en otras regiones y destaca la influyente aportación de una artista que, curiosamente, no es andaluza: "Venimos de una era más indie y ahora se está mirando para la raíz. Rosalía abrió muchas puertas. Pero también está Rodrigo Cuevas o C. Tangan, que hizo un disco de rumba, que al final es un palo más del flamenco. Pero Rosalía ha hecho mucho por la música andaluza. Ha tenido una mirada intensa hacia la raíz que demostró que Led Zeppelin no es lo único que puede estar muy guay".
La publicación de El mal querer suscitó un gran debate sobre la apropiación cultural de Rosalía pero, ahora que han pasado los años, ya no está muy claro quién ha salido ganando: ¿Rosalía apropiándose del folklore andaluz... o el folklore andaluz apropiándose de la renovación y la proyección de Rosalía? Parece obvio que han salido ganando los dos, pero no deja de ser sorprendente que una de las mayores influencias de esta nueva escena andaluza sea una artista catalana.
Sea como sea, otro de los puntales de esta nueva generación de artistas es la propuesta de Califato 3/4, que en temas como el Crîtto de lâ nabahâ mezcla un paso de Semana Santa con una auténtica rave electrónica... y el resultado es maravilloso. Lo mismo que PINTORA, su preciosa colaboración La Plazuela y Andrea Santalusía.
"No somos mejores ni peores, pero sí especiales"
Pero Chaparro, uno de los miembros de Califato, cree que, más que una nueva escena, lo que hay es una continuidad natural: "Lo que ha pasado es que se ha vuelto a mirar hacia Andalucía, pero aquí siempre ha habido una escena underground y un gran nivel musical y cultural. Nunca se han dejado de hacer cosas en todos los ámbitos, pero sí es cierto que estamos en un momento de reivindicación de la identidad andaluza. Orgullo porque no somos mejores ni peores, pero sí especiales por el crisol de culturas que ha pasado por aquí".
Para mezcla bonita, de todas formas, la del productor jerezano Bronquio (Santiago Gonzalo) y su disco junto a Rocío Márquez, que se ha convertido en otro de los grandes exponentes de esta nueva escena caracterizada por llevar los sonidos del flamenco a territorios poco explorados hasta ahora.
Al preguntarle por las claves esta nueva generación de artistas, Bronquio habla de "relevo generacional, distintos códigos, distintas herramientas, distintos discursos y, sobre todo, gente joven con la que el público joven se siente identificado". Pero, más allá de sus características, ¿cómo se ha llegado hasta aquí? "El hecho de poder escuchar cualquier propuesta de todo el planeta con tu móvil ha homogeneizado todo y eso ha fomentado la búsqueda de un discurso propio", señala. "¿Qué mejor, para eso, que usar tus propias expresiones y tu acento?".
La impronta del rap
Otra figura destacada ha sido la de Gata Cattana, una rapera cordobesa llamada a convertirse en figura clave de la escena rap, pero que murió en 2017 por un problema de corazón. Su legado, de todas formas, sigue presente en una nueva generación de raperos que también ha bebido de leyendas como La Mala Rodríguez, Tote King o SFDK, y en la que destacan Foyone, Ayax y Prok o Carmen Xía, quien también colabora en el último disco de Califato 3/4 y que en la letra de Orgulloça ("eternamente agradeçía a lâh ançettrâ por conbertîh arte y dolôh en la memoria de mi tierra") sintetiza bastante bien el ADN de esta nueva escena.
Andalucía, de hecho, siempre ha contado con mujeres sobradas de poderío y eso, en pleno siglo XXI, sigue igual. La malagueña María Pelae, por ejemplo, ha triunfado con temas como La niña, en el que habla de un local frecuentado por lesbianas ("dicen que hay un bar en la esquina al que sólo van chicas (oy, oy)").
Pero María Pelae, que este año ha estado muy cerca de ir a Eurovisión, se ha convetido en referente artístico y LGTBI, porque es lesbiana y no solo canta sobre ello, sino que cree que tiene que aprovechar su faceta de personaje público para reivindicar a la mujer y también la identidad andaluza, que durante una época se vivió con ciertos complejos.
¿Andalufobia?
"Yo no creo que haya habido un cambio de actitud del andaluz, sino más bien un cambio de actitud del resto del país hacia los andaluces que ha hecho vaya desapareciendo la andalufobia y que ya no haga falta que un grupo inglés meta palmas para que un grupo andaluz se sienta con la libertad de hacerlo y sus canciones suenen en radio nacionales", asegura a Fuego y Chinchetas.
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Otra de las puntas de lanza de esta nueva escena andaluza —quizá la que más recuerda a Rosalía— es la cordobesa María José Llergo, una artista dotada de una naturalidad —al hablar y al cantar— que encandila y que, poco después de la publicación de Ultrabelleza, ha grabado una de las prestigiosas sesiones Tiny Desk para la NPR, la radio pública de EEUU, como en su día hicieron Concha Buika, Diego El Cigala o C. Tangana.
Tras unos años muy marcados por la escena indie de Granada —Los Planetas, Lori Meyers o Niños Mutantes— y de artistas no muy andalunormativos, como Maga o Zahara, la música alternativa también ha encontrado cierto relevo en propuestas como Vera Fauna o el bedroom pop de Tristicis. Pero ahora mismo, en Andalucía, hay casi de todo: de la cumbia de los jiennenses Mejillones Tigre al trap de Yung Beef, pasando por el urban más comercial, con Dellafuente o el jovencísimo Saiko —que llenó dos veces el estadio de Los Cármenes— a la cabeza.