Gastro

Los dos trucos infalibles para asar sardinas en casa sin dejar ningún tipo de olor

Si eres de los que no cocina sardinas en casa por el olor que desprenden, tenemos algo que contarte

Varios platos de sardinas. / S J Reddin

Madrid

El verano es el mejor momento del año para disfrutar de unas buenas sardinas asadas. A pesar de que puedas encontrarlas en cualquier época del año en tu pescadería más cercana, las estaciones cálidas son idóneas tanto para la pesca como para el consumo de sardinas. ¿Por qué? Principalmente porque el plancton es más abundante cuando las aguas superficiales son más cálidas, lo que llevará a las sardinas a comer mucho más de lo habitual y a acumular una gran cantidad de grasa adicional que acentúa su sabor y aroma. De ahí que sea uno de los productos estrella tanto en fiestas populares como en los chiringuitos.

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Sin embargo, puede que te de bastante pereza cocinarlas en casa por el olor que desprenden. Cada vez que asas sardinas en casa lo más probable es que el olor de las mismas se mantenga en el ambiente durante mucho más tiempo del que te gustaría. De ahí que muchos pasen de degustar este plato en casa y que prefieran ir fuera para comerse unas sardinas. ¿Sabías que existen varios métodos para asar sardinas en casa sin dejar ningún tipo de olor? A continuación te mostramos dos de lo más útiles:

Recurre al papel de aluminio

El primero de los consejos que te ofrecemos es que coloques papel de aluminio o de hornear sobre la sartén antes de cocinar las sardinas. Una vez hecho esto, vierte un chorro de aceite de oliva sobre el papel y coloca las sardinas enteras. A continuación, tan solo tendrás que colocar sal gorda al gusto y echar nuevamente un chorrito de aceite sobre las sardinas en caso de que lo consideres necesario antes de encender el fuego.

Tras este primer paso, envuelve las sardinas con el papel de aluminio de manera que quede en forma de paquete sobre la sartén. Todo ello para, a continuación, dejar asar a fuego fuerte las mismas durante unos cuatro o cinco minutos. Pasado este tiempo, tan solo tendrás que dar la vuelta al paquete entero para que las sardinas se asen por el otro lado durante otros cuatro o cinco minutos. En apenas diez minutos habrás cocinado tus sardinas asadas sin que su olor haya llegado hasta la habitación más lejana de la casa. ¿Buscas otro truco infalible para evitar que el olor de las sardinas impregne toda tu casa?

Recurre a la freidora de aire

En caso de que tengas una freidora de aire en casa será más fácil todavía. Principalmente porque el olor se quedará en el interior de la misma y no podrá llegar a otros rincones del hogar. Así lo cuenta la creadora de contenido Laura Ferreira en su cuenta de Instagram, donde comparte todo tipo de recetas para este pequeño horno que te ayudará a sacar adelante los platos más complicados.

¿Y cómo quitamos luego el olor de las sardinas a la freidora de aire? Para ello tendrás que echar dos vasos de agua en el cesto con un poco de lavavajillas. Una vez hecho esto, corta medio limón en trozos y colócalos también en la freidora de aire para posteriormente programar el horno a 200 grados durante unos minutos. Cuando hayas completado este proceso, tira el líquido y limpia el electrodoméstico como en otras tantas ocasiones. De esta manera, y si eres de los que optan por comer sardinas únicamente cuando salen fuera, estos dos útiles consejos te ayudarán a cambiar de opinión y empezar a cocinarlas también en casa.

David Justo

(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en...