Alemania prueba la semana laboral de cuatro días: los resultados del experimento han sido reveladores
Se trata de un experimento modelo que han puesto en marcha 41 empresas y organismos en Alemania, que ha generado una gran satisfacción entre los empleados
Un trabajador de una factoría de componentes en Alemania. Archivo. / www.industrieblick.net
Madrid
En una de las empresas donde se ha probado el modelo de semana de cuatro días, los resultados no pueden ser más satisfactorios. "El equipo estaba inspirado, con ideas, entusiasmo" o al menos eso es lo que dice el propietario de CML, una pequeña consultora con sede en la ciudad alemana de Mannheim, que desde el 1 de febrero ha puesto en marcha este modelo laboral en sus 25 empleados. Es una de las 41 empresas en Alemania que han participado en el experimento durante medio año. El sueño laboral: un fin de semana de tres días con cuatro días de trabajo por el mismo sueldo.
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¿Puede funcionar esto? La profesora de economía que ha presentado este viernes los resultados de este informe, Julia Backmann, de la Universidad de Münster, que dio apoyo científico al proyecto, y dice que la conclusión es mixta. A diferencia de los experimentos comparables en otros países, la reducción de la jornada laboral no tuvo ningún efecto significativo en el número de días cogidos por enfermedad al mes en esas empresas. Es decir, seguían produciéndose ausencias por enfermedades menores. La semana de cuatro días tampoco mejoró el comportamiento ambiental, aunque los empleados se tengan que desplazar con menor frecuencia a su lugar de trabajo.
En cambio, la salud física y mental mejoró en comparación con el grupo de control que se determinó mediante rastreadores neurales y mediciones de la hormona del estrés a partir de muestras de cabello. Los rastreadores de estrés mostraron que la semana de cuatro días hacía que los empleados fueran más activos, caminaran más pasos diariamente y dormían más experimentando menos estrés. La semana de cuatro días también provocó un cambio significativo para mejor en la satisfacción que percibían de la vida, debido al tiempo libre adicional, según ha explicado la doctora, en rueda de prensa durante la presentación de los resultados del informe.
Este experimento no ha sido el primero. Ya se han llevado a cabo propuesta similares en Estados Unidos, Portugal y el Reino Unido, con la asociación "4 Days Week Global" o cuatro días de trabajo global y en Alemania acompañados por la agencia de Berlín, Intraprenor. En Alemania, las empresas participantes probaron la semana de cuatro días con el mismo salario y un número de horas reducido, pero con el objetivo de lograr una productividad del 100 por ciento del tiempo de trabajo. Se trabajó con grupos de control que mantuvieron el modelo de jornada laboral tradicional en la misma empresa. Al igual que en el extranjero, las empresas participantes se seleccionaron entre ellas mismas para el estudio.
Una idea aprobada por los escépticos
Esto sugiere que las personas que participaron en el proyecto eran aquellas que ya estaban abiertas a una semana de cuatro días. La productividad se registró utilizando cifras clave de la empresa, como ventas y beneficios, pero también mediante encuestas. En la mayoría de los casos, sólo una fracción de la fuerza laboral trabajaba en el modelo de cuatro días. Dicho esto, los indicadores clave de desempeño analizados en el estudio no difirieron significativamente de los del año anterior.
El consultor de gestión Martin Kübel estuvo dispuesto desde el principio a participar en el proyecto. Una de las razones fue que había notado un gran interés entre los jóvenes por la semana de cuatro días y quería plantear un modelo atractivo en la competencia por contratar y quedarse con el mejor talento laboral. Pero también describe que al principio se mostró escéptico sobre su éxito.
A sus 53 años pertenece a la generación de "crea, trabaja, construye casas". Además, la consultoría es un sector en el que las largas jornadas laborales son comunes y durante mucho tiempo incluso se consideraron elegantes, afirma, según cuenta en un artículo el FAZ. Al final del experimento modelo, Kübel quedó convencido. Tenía los ojos acuosos, cuando una empleada le dijo que tenía muchas ganas de que llegaran sus primeras vacaciones porque comenzarían desde el primer día y no necesitaba varios días más para mentalizarse.
Más del 60% citó la reducción de distracciones y la racionalización de procesos como buenas prácticas. La mitad de los participantes -al igual que los de la consultora de Martin Kübel- redujeron la frecuencia de las reuniones internas. Una cuarta parte de los encuestados introdujo nuevas herramientas digitales. La falta de apoyo hará que el proyecto no sea viable a nivel general, aunque los buenos resultados pueden hacer factibles que empresas a título particular, puedan llevarlo a cabo.
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Victoria García
En la SER, desde hace casi tres décadas, con algunas ausencias. Antes en Antena3 Radio y TV. Trabajé...
