¿Esto es normal?

Galicia

¿Algo de lo que pasa es normal? Lo que ha pasado esta semana, o lo que pasó la otra, o el mes anterior, o el año pasado, o lo que ocurrió hace cinco, o lo que va a suceder mañana, ¿es normal? ¿Pasan cosas normales todavía? Queda la duda. Es una duda, de hecho, normal, quizás lo único que podemos considerar realmente normal. Cada día nos restan menos cosas convencionales a las que sujetarnos. Tal vez la normalidad sea el concepto más en crisis de nuestra época. No sé si alguna vez estuvimos rodeados de tanta anomalía. Todo parece excepcional, incomprensible, dispar, monstruoso, nunca visto. Nadie parece saber nada de lo que no se pueda desconfiar. Todo está en tela de juicio, como si la ignorancia al fin ya no tuviese nada que envidar al conocimiento. Nos quedamos sin referencias. Cada vez resulta más difícil precisar qué es y que no es asumible. Nos las vemos con tantas cosas que antes simplemente nos parecían disparates que ya ninguna nos hace cambiar el gesto. El cuerpo al parecer se acostumbra a todo. Estamos cerquísima de que nada nos sorprenda. Un día nos resultará inconcebible decir «Qué extraño». Hay tal exceso de realidad en el aire que puedes volverte loco si pretendes ordenarla poniendo a un lado lo que tiene sentido y a otro lo que no. Alcanzamos ese punto ya en el que el antónimo de la normalidad cumple a veces mejor el cometido de describir aquello con lo que lidiamos habitualmente. Lo que nos puede llevar a concluir que estamos mejor que nunca. Permanezcamos borrachos.