El sake elaborado en el Pirineo leridano que enamoró a Japón
Antonio Campins ha creado también un vermú con sake, un producto único en el mundo

Antoni Campins en la fase del pulido del arroz para la elaboración de sake / SEDA LÍQUIDA

Madrid
La producción de sake es algo exótico si se realiza fuera de las fronteras de Japón. Son pocas las personas que, alrededor del Globo, se dedican a la elaboración de esta bebida tradicional hecha a base de agua y arroz, donde se utiliza el hongo koji para convertir el almidón en azúcar.
Una de las pocas bodegas de sake (kura, en japonés) que hay en Europa se encuentra en Tuixent, un pequeño pueblo del Pirineo leridano de poco más de 100 habitantes. Allí, Antonio Campins, propietario del establecimiento Seda Líquida elabora a sus 75 años esta bebida nipona con agua pura del Pirineo y arroz japonés cultivado en un lugar escondido del Delta del Ebro.
“Cuando tomas un trago de sake es como si fuera seda líquida que te pasa por la garganta”, explica. “Es una auténtica maravilla. No es una cosa fuerte y áspera, todo lo contrario”.

Botellas de sake de Seda Líquida elaboradas por Antonio Campins / SEDA LÍQUIDA

Botellas de sake de Seda Líquida elaboradas por Antonio Campins / SEDA LÍQUIDA
Campins, que se declara un “enamorado del sake y de la cultura de Japón”, no conoció el atractivo de esta bebida hasta su paso por Frankfurt (Alemania). “Yo tenía en la cabeza que el sake te lo daban después de comer, como si fuera un chupito de un destilado de mijo con una altísima graduación alcohólica, caliente e imposible de beber”, recuerda.
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Sin embargo, en su visita a Alemania en los años 2000, vio una botella de un sake de color blanquecino que le sedujo. La compró y se la llevó al hotel. Fue entonces cuando su visión sobre esta bebida cambió: “Cuando lo probé se me caían las lágrimas. Me di cuenta de lo que me había perdido hasta aquel momento y justamente de la suavidad con que me acariciaba la boca aquel sake nació la palabra Seda Líquida”.
De un libro a una de las pocas kuras de Europa
Con esta palabra bautizaría a la bodega ubicada en Tuixent fundada en 2015, pero no fue la primera obra de Campins que albergaría este título. Su historia con esta bebida alcohólica comenzaría en 2008 con la publicación del libro Seda Líquida. “Siempre buscaba sobre qué tema escribir y me di cuenta que no había nada sobre sake en castellano y escribí un libro”. Reconoce que le costó bastante: "Es un mundo muy secreto, pero por fin lo conseguí y escribí lo que hasta el año 2023 se consideró el único libro en castellano sobre esta bebida”.
La publicación del libro alegró a muchos japoneses, tanto que el Consulado General de Japón en Barcelona o la Embajada de Japón en Madrid invitaron a Campins y a su esposa Isabel Martínez —que también participó en el proyecto— a sus domicilios particulares para eventos.

'Sake: Seda Líquida', el libro de Campins publicado en 2008 / SEDA LÍQUIDA

'Sake: Seda Líquida', el libro de Campins publicado en 2008 / SEDA LÍQUIDA
Les invitaron también a ir al país nipón y no dudaron ni un segundo: “Para mejorar mi técnica, tanto mi esposa como yo nos marchamos a Japón para visitar bodegas. Allí sacamos infinidad de información y fórmulas para saber cómo perfeccionar la elaboración del sake”.
De este modo, ambos estuvieron perfeccionando su técnica previamente a la apertura de su pequeña bodega, y ahora elaboran diferentes tipos de sake que se exportan a países de los cinco continentes. “Nuestro sake está perfectamente incorporado en muchísimos restaurantes con Estrellas Michelin o Soles Repsol, o con premios gastronómicos de toda España e incluso del extranjero", celebra Campins, "más que contento” por haber conseguido algo así a su edad.

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¡Qué retiren el vino y dejen el sake!
Ante la pregunta de cómo reciben el sake aquellas personas que desconocen esta bebida, Campins recuerda una anécdota en la Seo de Urgel (Lérida): “Vino gente de Cáceres a traer sus tortas del Casar y otros quesos de allí. Traían, además, sus propios vinos para poder hacer la cata. Alguien me pidió que llevara un poquito de sake para acompañar”. En el momento que lo probaron, los asistentes reconocieron no haber probado algo que casara tan bien con el queso: “Dieron la orden de retirar el vino y, a partir de aquel momento, la cata se hizo únicamente con sake”, rememora.
Un vermú elaborado con sake, algo único en el mundo
La historia entre el matrimonio del queso extremeño con el sake no es la única anécdota que guarda Antonio Campins. Por capricho del destino, cuando en el año 2020 vino la pandemia y el confinamiento, tuvo que dejar sin pasteurizar una partida de sake: "Cuando por fin pude volver a la bodega en el mes de julio, el sake no estaba a mi gusto. Entonces se me ocurrió mezclarlo con hierbas de la zona, con especias y azúcar, e hice un vermú de sake”. Así nació el ‘Berumotto’, un vermú de sake que se elabora en dos versiones, uno blanco y otro rojo, y que es único en el mundo.

Proceso de fermentación del sake / SEDA LÍQUIDA

Proceso de fermentación del sake / SEDA LÍQUIDA
Campins lo considera uno de los productos más importantes de Seda Líquida y ha visto cómo ha sido recibido entre la población nipona: “En el Salón del Sake de París lo llevamos y fue un éxito total. Todo el mundo lo quería probar, sobre todo los japoneses, que hacían cola para conocerlo”.
Pese a este éxito, Campins comprende la dificultad de que este producto obtenga protagonismo en Japón: “Igual que el sake cuesta que entre en Europa, el vermú cuesta que entre allí. Es cierto que ellos lo consideran un sake más, pero lo contemplan como una bebida muy exótica al no tener la costumbre del vermú los domingos o en los aperitivos”.
Campins: "Tengo más reconocimiento de Japón que de España"
Aún siendo una de las pocas personas que elabora esta bebida en Europa, y contando con un producto único como es el vermú de sake, Campins lamenta que el Gobierno de España y diferentes instituciones no lo hayan puesto en valor: “Me sabe muy mal. Tengo más reconocimiento de las autoridades japonesas a nivel de ministerios, que de las instituciones españolas”.

Antonio Campins (derecha) con el chef Albert Adrià y el DJ Richie Hawtin / SEDA LÍQUIDA

Antonio Campins (derecha) con el chef Albert Adrià y el DJ Richie Hawtin / SEDA LÍQUIDA
Lamenta que ni cuando el rey ha ido a Japón o con el reciente paso de Salvador Illa y su presentación del ‘Plan Asia’ se ha tenido en cuenta que los japoneses hubieran agradecido un obsequio de esta clase: "Es una muestra de respeto llegar allí y decir “mira, en España elaboramos su bebida nacional”. Sería algo grandioso que una autoridad española, aparte de llevar El Quijote con un encuadernado en piel, regalase también unas pocas botellas de un sake elaborado en nuestro país. Hubiera sido fantástico, pero nadie lo ha tenido en cuenta, y me duele".